Bernie Sanders recauda seis millones para su campaña 24 horas después de anunciar su candidatura

Apenas cuatro horas después de anunciar su candidatura a las elecciones primarias demócratas, Bernie Sanders ya contaba con un millón de dólares para respaldar su campaña electoral. 24 horas después, superó los seis millones. El senador por Vermont repite en la contienda por la presidencia estadounidense en 2020, y el respaldo económico inicial que ha recibido tras el anuncio es cuatro veces mayor que el que consiguió en 2016. Alrededor de 225.000 personas han participado ya en la financiación de la campaña.

Según anunció el equipo de Sanders a algunos medios locales horas después del anuncio, esta cifra pone al político independiente a la cabeza en la contienda en comparación con el resto de sus colegas, que supuestamente lanzaron su oferta ya contando con un pequeño fondo. Elizabeth Warren, senadora por Massachusetts, era hasta ahora la cara más conocida en la carrera demócrata para arrebatarle la reelección a Donald Trump. Cuando entró en ella, contaba con más de 12 millones de dólares remanentes de la campaña para las elecciones al Senado. 

Kamala Harris también llamó la atención en el momento que se presentó como candidata: su discurso en torno a la diversidad podía ganarle muchos donantes de individuales y colectivos independientes. Un día después de su anuncio había recaudado 1,5 millones provenientes de 38.000 personas. Rozando también el millón de dólares se colocó Amy Klobuchar, senadora por Minnesota, quien no obstante tardó 48 horas en reunirlos de donantes individuales.

No obstante, los números iniciales favorecían a la senadora por Nueva York y candidata Kirsten Gillibrand, quien, al igual que Warren, guardó al menos 10 millones de su candidatura para el escaño en el Senado estadounidense. Cory Booker, quien además es el primer senador afroamericano de Nueva Jersey, se quedó un poco atrás pero pudo servirse de los 4 millones de dólares que le quedaron de las estatales de 2018, según la Comisión Federal Electoral.

Tal y como explica este órgano, los informes oficiales sobre la financiación de todos los candidatos para las primarias no estarán disponibles hasta más entrado el año. No obstante, y teniendo en cuenta que la mayoría de candidatos y candidatas han entrado en campaña pisando fuerte, los números anunciados por el equipo de Sanders le favorecen con creces de cara a reforzar su posición en la batalla electoral.

En el caso de las primarias para 2016, Sanders consiguió 1,5 millones en apenas 24 horas, también sobreponiéndose a lo que habían conseguido los principales candidatos republicanos en el momento: los senadores Marco Rubio (Florida) , Rand Paul (Kentucky) y Ted Cruz (Texas). Sus nombres resonaban como potenciales candidatos a la presidencia junto a la demócrata Hillary Clinton (quien terminó arrebatando la carrera a Sanders) pero ninguno alcanzó a Sanders en cuanto a recaudación inicial: los tres se quedaron entre 1 y 1,25 millones. El caso actual es un 

Movimientos ciudadanos: claves de su campaña

Es la segunda vez que Sanders, de 78 años, lucha para optar a la presidencia desde el bando demócrata, a pesar de ser el senador independiente más longevo en la cámara. Él se define a sí mismo como un socialista demócrata y comparte la fiera intención que protagoniza el mensaje inicial del resto de contendientes: echar a Trump de la Casa Blanca. “Es un mentiroso patológico... también creo que es un racista, sexista, homófobo, xenófobo, alguien que está ganando puntos políticos baratos tratando de meterse con las minorías”, dijo en una entrevista con la radio pública de Vermont.

Sin embargo, esta vez le mueve un deseo más revolucionario que cuando se presentó en 2016, a sabiendas de que entonces solo tenía como contrincante seria a Clinton. El senador confía en que el nuevo aire progresista y protagonizado por la diversidad que predomina en el Congreso consiga sobreponerse a las medidas proteccionistas y conservadoras que caracterizan a Trump. “Hemos progresado mucho en traer ideas que hace tres años la gente decía que eran radicales”, añadió Sanders.

La primera promo electoral hace referencia, precisamente, a la necesidad de implantar políticas que favorezcan a los movimientos sociales y los grupos minoritarios. “Me presenta como candidato a presidente. Os pido que os unáis a mi en una histórica campaña popular sin precedentes que comenzará con al menos un millón de personas de todo el país”, ha escrito en su perfil de Twitter. 

“Hermanos y hermanas, tenemos mucho trabajo por delante”, avisa Sanders en el vídeo. “Si estamos preparados para trabajar juntos, no hay nada que pueda interponerse en el camino de las grandes personas de nuestra nación”.

Sanders es la pieza que faltaba para resaltar el reclamo generalizado que protagoniza en la lista de candidatos: la subida de impuestos a la población más rica. Es una iniciativa fresca en un país como EEUU, que nace sobre todo de las nuevas incorporaciones demócratas al Congreso. No es de extrañar que la campaña de Sanders centre sus esfuerzos en remarcar ese fenómeno, dadas sus intenciones de remodelar las relaciones empresariales.

“Tenemos un sistema que permite a esa gente (grandes empresas) acumular grandes cantidades de riqueza. Cuando hablo de socialismo democrático, hay quien quiere tacharme de radical. Bueno, ahí va: yo creo que las personas tienen el derecho inherente al acceso a la sanidad, a la educación, a vivir en un ambiente transparente”, remarcó el senador al canal estadounidense CBS, escasas horas después de formalizar su candidatura.