El presidente de EEUU, Joe Biden, ha convertido su discurso sobre su renuncia a la candidatura electoral en un acto de servicio a la democracia norteamericana. “Defender la democracia es más importante que cualquier cargo”, ha asegurado el miércoles por la noche desde el Despacho Oval. El reverso de esta lección es un aviso al país ante las amenazas de futuros líderes que no respeten los valores democráticos y sí se aferren al poder. Biden no ha necesitado mencionar a Donald Trump para que se supiera a quien apuntaba.
“Este trabajo sagrado no va de mí, sino de vosotros. Nosotros, el pueblo”, ha defendido Biden, que ha asegurado. A pesar de que entiende que los logros de su presidencia “merecen” un segundo mandato, cree que la mejor decisión para el país es dejar que pasen las nuevas generaciones. “Nada puede alejarnos de salvar nuestra democracia, así que he pensado que lo mejor manera de seguir adelanta es pasar el relevo a la nueva generación. Es el momento y el lugar para nuevas voces, frescas y jóvenes”, ha dicho el mandatario en referencia a su sucesora, Kamala Harris.
Después de 50 años en la política, Biden ha querido asegurarse de que es recordado por sus logros para mejorar Estados Unidos y no por su obstinación por aferrarse al poder. La imagen de hombre humilde que solo piensa en el bien de su país, contrasta mucho la afirmación que hizo durante la primera entrevista después del debate de la CNN de que solo “el Señor Todopoderoso” lo podría sacar de la carrera.
A lo largo de tres semanas tras el fiasco del debate con Trump, el presidente había mantenido su empeño en seguir en la carrera presidencial, a pesar de que las encuestas pronosticaban una derrota y buena parte de su partido le estaba pidiendo que se retirara. Fue necesario que pesos pesados como Nancy Pelosi, la antigua presidenta –speaker– de la Cámara de Representantes, o el expresidente Barack Obama, mostraran sus dudas respecto a las capacidades de Biden para que este acabara cediendo el pasado domingo.
A pesar de las presiones, Biden ha querido mostrar que ha sido solamente él quien ha tomado la decisión. Por el bien del país y por el bien del partido. “Necesito unificar mi partido en esta encrucijada crítica”, ha expuesto.
“Creo que América está en un punto de inflexión. Estados Unidos debe elegir si avanza o retrocede”, ha expuesto el presidente en referencia a las elecciones del 5 noviembre. La última parte del discurso, que ha durado poco más de 10 minutos, la ha centrado en la decisión que deben tomar los estadounidenses en apenas 100 días. “El pueblo americano debe decidir el futuro de Estados Unidos. Yo he tomado mi decisión. Quiero agradecer a mi vicepresidenta, Kamala Harris. Ella es dura, es capaz y ha sido una increíble compañera para mí, y líder para nuestro país. Ahora la decisión depende de vosotros, el pueblo americano”, ha afirmado Biden. “Mantener nuestra república está en manos de todos”.
El presidente ha resaltado los logros conseguidos bajo sus tres años y medio de presidencia. “Nuestra economía es más fuerte que nunca”, ha asegurado mientras ha recapitulado como ha conseguido aumentar la tasa de ocupación laboral en el país, así como los salarios.
Además, el presidente de EEUU ha asegurado que lo que le queda de mandato se seguirá centrando en su trabajo para mejorar la vida de los estadounidenses. “Eso significa que continuaré bajando los precios para las familias trabajadoras y haciendo crecer nuestra economía. Seguiré defendiendo nuestras libertades personales y nuestros derechos civiles, desde el derecho al voto hasta el derecho a decidir”, ha dicho.
Esta es la primera vez que, oficialmente, Biden ha comparecido después de anunciar su renuncia el pasado domingo. En ese momento, el presidente solo publicó un escueto comunicado explicando que se retiraba de la carrera para la Casa Blanca y nombraba a Harris como su sucesora. Cuando lo hizo estaba confinado por Covid en su casa en Delaware.
El lunes hizo una aparición sorpresa llamando a Harris durante su reunión con el equipo de campaña en Delaware. Aunque se centró más en hablar de las cualidades de su sucesora que de los motivos que lo habían llevado a renunciar. “Sé que la noticia de ayer fue sorprendente y dura de oír, pero era lo que había que hacer”, explicaba Biden, quien también pedía a su equipo que ayudaran a su sucesora a ganar: “Quiero decirle al equipo: abrazadla, es la mejor”.