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Nueve muertos y un centenar de heridos en la jornada más dura desde el estallido de las protestas en Bolivia

EFE

La Paz —

Bolivia vivió este viernes la jornada más dura desde que se registran las protestas tras las elecciones del 20 de octubre, con fuertes enfrentamientos en la región de Cochabamba con un saldo de 9 muertos y 100 heridos.

Miles de personas provenientes de varias provincias del departamento boliviano de La Paz marcharon nuevamente en las ciudades de La Paz y El Alto y se registraron incidentes con la Policía y el ejército que usaron gases lacrimógenos.

En 26 días de manifestaciones, la situación en Bolivia se ha ido agudizando tras las elecciones en las que Evo Morales fue reelegido para un cuarto mandato consecutivo, entre denuncias de irregularidades.

Morales renunció a la Presidencia el pasado domingo y al día siguiente viajó a México en condición de asilado, no sin antes pedir a sus bases condenar un “golpe de Estado”, que “se consumó” después de que Jeanine Áñez asumiera la Presidencia interina de Bolivia.

Áñez le advirtió este viernes a Morales que tiene cuentas pendientes con la Justicia si regresa a Bolivia, por un supuesto delito electoral y presuntos casos de corrupción de su Gobierno.

Continúan los disturbios

Como si se tratara de un campo de batalla, así fue el duro enfrentamiento entre grupos cocaleros del trópico de Cochabamba que por segundo día intentaron entrar en la ciudad, donde la Policía y el ejército tienen bloqueada la entrada para evitar su llegada.

El representante en Cochabamba de la Defensoría del Pueblo de Bolivia, Nelson Cox, dijo a Efe que “penosamente tenemos cinco [muertos] en Sacaba”, por heridas de bala. La cifra de fallecidos ascendió posteriormente a nueve, según el diario 'Los Tiempos' que cita a la misma fuente.

Desde el domingo ha habido “una escalada de intervenciones de las fuerzas conjuntas, policiales y de las Fuerzas Armadas que han tenido de forma desproporcional sus intervenciones”, concluyó.

La Policía Boliviana informó de que sus agentes “fueron atacados con armamento letal y armas de fuego improvisadas en el puente Huayllani”, entre las ciudades de Cochabamba y Sacaba.

La nueva gobernadora del Departamento de Cochabamba, Esther Soria, señaló que se va a conformar una comisión integrada por la Iglesia católica, la Defensoría del Pueblo y demás autoridades para instalar un diálogo con las partes en conflicto e hizo un llamado urgente a la pacificación.

Evo Morales, que desde México se encuentra muy activo en sus redes sociales, condenó la represión contra los grupos cocaleros y llamó a las Fuerzas Armadas y a la Policía Boliviana a “que paren la masacre”.

Morales pide una reunión nacional

El expresidente boliviano afirmó este viernes que la única salida para la crisis y para pacificar Bolivia es celebrar una reunión nacional con todos los actores políticos, ya sea con o sin mediación internacional.

“La mejor forma de pacificar en este momento es una reunión en la que esté [el opositor Luis Fernando] Camacho, [Carlos] Meza, Evo, los movimientos sociales, el gobierno de facto”, señaló Morales en entrevista con la cadena CNN en español en la Ciudad de México, donde está asilado. En la entrevista, Morales sostuvo que desde su llegada a México, el pasado martes, ha planteado esta reunión convencido de que “con tanta masacre no creo que el pueblo pare”.

Morales aseguró que el movimiento de protesta observado estos días en su país “es hasta sacar a la dictadura y acabar con el golpe de Estado”. Confirmó que no tiene problema en que haya o no mediación internacional porque desde que llegó a México ha hecho el llamado a un diálogo de alto nivel y “es mejor con mediación, con participación”.

El exmandatario boliviano lamentó las ocho muertes ocurridas durante las protestas en la zona de Cochabamba, al señalar que una de las razones por las cuales dimitió fue para evitar la violencia y las muertes en Bolivia.

“He cuidado permanentemente que no haya muertos y si renuncié no es por cobarde. No quería que hubiera esta violencia”, puntualizó Morales. También lamentó la represión y dijo que autoridades de facto en el país son responsables. “Es un genocidio. Lamento mucho tantos muertos” apostilló.