El primer ministro británico, Boris Johnson, ha comparecido este sábado para anunciar nuevas medidas que buscan contener el avance del coronavirus en el país. De esta forma se establecen normas más contundentes, aplicables a Inglaterra como mínimo hasta el dos de diciembre, y que obligarán al cierre de bares y comercios no esenciales (excepto la entrega a domicilio). En cambio, las regiones de Escocia, Gales e Irlanda del Norte disponen de autonomía para gestionar sus propias normas.
Johnson también ha anunciado que se prohibirán los viajes internacionales y nacionales que no sean por motivos justificados, así como las pernoctaciones fuera de casa. No obstante, las personas aún podrán hacer ejercicio al aire libre con miembros del mismo hogar e ir a trabajar si no se les permite la opción en remoto.
Según las nuevas regulaciones, que serán publicadas el martes y sometidas a votación por los parlamentarios un día después, también se restringen las reuniones en hogares a excepción de razones justificadas, como el cuidado de personas vulnerables.
“Deben quedarse en casa. Solo pueden salir por razones específicas, como la educación o el trabajo”, ha subrayado Johnson antes de añadir que “la navidad va a ser diferente este año” y que mantiene la esperanza de que si se toman medidas “las familias de todo el país puedan estar juntas”. “No volveremos al bloqueo a gran escala de marzo y abril, las medidas que he descrito son mucho menos restrictivas”, agrega el político.
El Gobierno británico presentó a mediados de octubre un sistema de alertas que incluía restricciones en tres niveles dependiendo de la incidencia del virus en la región con la intención de evitar a toda costa el cierre nacional de noviembre, pero finalmente parece que no ha sido posible y ahora todo el país se sitúa otro nuevo estado de emergencia.
Las medidas son similares a las decretadas al inicio de la pandemia en marzo, pero esta vez las escuelas, universidades y colegios permanecerán abiertos a pesar de que el Sindicato Nacional de Educación (NEU) pidieron expresamente que se incluyeran en este cierre. “Los datos de la ONS [Office for National Statistics, por sus siglas en inglés] muestran claramente que las escuelas son un motor de transmisión de virus. Sería contraproducente para el gobierno imponer un bloqueo nacional, ignorando el papel de las escuelas como uno de los principales contribuyentes a la propagación del virus”, señala Kevin Courtney, secretario general de NEU, en un comunicado que recoge The Guardian.
La banca, por su parte, describió las nuevas restricciones como “un golpe devastador” para las empresas. “Muchas empresas se encuentran ahora en una posición mucho más débil que al comienzo de la pandemia, lo que hace que sea mucho más difícil sobrevivir a cierres prolongados o restricciones de demanda”, afirmó Adam Marshall, director General de Cámaras de Comercio Británicas
Según las últimas cifras del Ministerio de Salud Británico, justo este sábado el país superó el millón de casos detectados desde que comenzó la pandemia, convirtiéndose así en el tercer país de Europa después de España y Francia en sobrepasarlo. Los datos tampoco son optimistas en cuanto a la situación sanitaria: 10.708 personas permanecen hospitalizadas por la enfermedad y 975 de ellas requieren de respiración mecánica.
Tales cifras han provocado que el Gobierno británico esté bajo presión para anunciar medidas que interrumpan la transmisión de la pandemia, en un momento en el que los ingresos en los hospitales de las zonas más afectadas por la enfermedad en Reino Unido superan a los registrados durante la primera ola de contagios.