El primer ministro británico, Boris Johnson, ha rechazado formalmente este martes la petición de Escocia para celebrar un segundo referéndum de independencia en una carta remitida a la ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon.
“No puedo aceptar ninguna solicitud de transferencia de poder que conduzca a más referéndums de independencia”, reza la misiva firmada por Johnson, que el propio primer ministro ha publicado en su perfil de Twitter.
El líder 'torie' se refiere concretamente a la transferencia de las competencias necesarias del Parlamento de Reino Unido al escocés para organizar un nuevo plebiscito legal y vinculante. El permiso de Londres es imprescindible para activar la llamada Sección 30 del ordenamiento que transferiría al Parlamento escocés estos poderes.
“Otro referéndum de independencia continuaría con el estancamiento político que Escocia ha visto en la última década”, agrega, antes de sentenciar que “es hora de que todos trabajemos para unir a todo el Reino Unido”.
El primer ministro ya había prometido que rechazaría cualquier petición con el argumento de que la cuestión quedó zanjada para “al menos una generación” en 2014, cuando el 55% rechazó la separación. Se trata del mismo argumento que ha utilizado este martes para rechazar la nueva solicitud de Escocia, como afirma en su tuit: “El pueblo escocés votó con firmeza para mantener unido a nuestro país, un resultado que tanto el Gobierno escocés como el del Reino Unido se comprometieron a respetar”.
Sturgeon solicitó a Johnson el pasado diciembre, tras las elecciones generales, el inicio negociaciones para convocar un segundo plebiscito ciudadano sobre la independencia y evitar la salida de la UE. La dirigente nacionalista defendió que los 48 escaños logrados por su formación en los comicios (de los 59 reservados a Escocia) dejaron claro que lo que los escoceses quieren es “diferente al resto del país”.
Este martes, Sturgeon ha respondido en Twitter que los conservadores “están aterrorizados” ante la posibilidad de que Escocia tenga “derecho a elegir”.
“Saben que cuando se nos dé la opción, elegiremos la independencia. Los conservadores no tienen un argumento positivo para (defender) la unión, así que todo lo que pueden hacer es intentar negar la democracia, lo que no se puede sostener”, ha dicho la ministra escocesa, y ha agregado que tal maniobra “impulsa el apoyo a la independencia”.