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Borrell, a Netanyahu sobre los asentamientos en Palestina: “Puede interpretar la historia, pero el derecho internacional es vinculante”

El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell. EFE/EPA/OLIVIER MATTHYS

Irene Castro

Corresponsal en Bruselas —
22 de julio de 2024 09:46 h

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El alto representante, Josep Borrell, insiste en que la UE debe pasar de las palabras a los hechos ante los constantes incumplimientos del derecho internacional por parte de Israel en Palestina, no sólo por la masacre en Gaza, sino también por la ocupación de los territorios y más después de la opinión de la Corte Internacional de Justicia, que ha declarado ilegales los asentamientos. “Puede interpretar la historia como quiera, pero el derecho internacional es vinculante”, ha recordado el jefe de la diplomacia europea al Gobierno de Benjamín Netanyahu que hace oídos sordos a esa resolución y asegura que esas tierras son suyas.

“Desgraciadamente nunca ha habido tanta diferencia entre el derecho internacional y la realidad en el terreno”, ha agregado en declaraciones a los periodistas antes y después de reunirse con los ministros de Exteriores de la UE: “Aparte de decir, tenemos que hacer”.

Los ministros de Exteriores analizarán en la reunión de este lunes la agenda que Borrell ha preparado para la reunión del Consejo de Asociación UE-Israel que decidieron convocar ante el incumplimiento de la sentencia que emplazaba a Tel Aviv a parar el ataque sobre Rafah. Lo que sostiene Borrell es que no pueden abordar la relación como siempre ante una situación que ha dejado más de 40.000 personas asesinadas en Gaza y más de 17.000 niños huérfanos. “Tenemos que hablar de lo que pasa en Gaza y Cisjordania”, ha expresado antes de referirse a otras cuestiones, como las trabas a la recaudación de impuestos por parte de la Autoridad Palestina o el bloqueo de la ayuda humanitaria.

Sin embargo, lograr la unanimidad de la UE de cara a esa reunión no es sencillo dado que los países más alineados con Israel, como Alemania, no quieren elevar demasiado el tono bajo la premisa de que no se puede afrontar esa reunión como un “tribunal”. Tras la cita, el jefe de la diplomacia europea no ha dado detalles, pero se ha mostrado confiado en que la reunión tendrá lugar, aunque ha reconocido que la división en la UE respecto al conflicto en Oriente Medio le “hace no ser un actor fundamental” en la solución.

Respecto a la misión de la UE en la frontera de Rafah que se acordó en la última cita, Borrell ha asegurado que está “lista” para comenzar, pero que no se dan las condiciones en el terreno. “Estamos listos para ir, tenemos la gente, el capital humano. Tenemos la capacidad de situar a nuestra gente en la frontera y controlar el paso de personas, entre ellos muchos heridos que esperan ser evacuados a Egipto; pero no puedo mandar a los funcionarios de la UE si no sé qué van a hacer y con quién y quién garantiza su seguridad”, ha dicho sobre la complicada situación en la zona.

A la reunión ha acudido la presidenta del Banco Europeo de Inversiones, Nadia Calviño, para abordar las necesidades financieras respecto a la política exterior. “El BEI ha firmado un préstamo para la Autoridad Palestina que se devolverá por valor de 200 millones. Tiene que ser reembolsado pero en condiciones beneficiosas”, ha señalado.

Reprimenda a Hungría

Los ministros de Exteriores, a excepción del eslovaco, han reprendido a su colega húngaro por los viajes del primer ministro ultraderechista, Vikctor Orbán, a Rusia y Pekín en la autodenominada “misión de paz” y por las declaraciones de su Gobierno contra la posición de la UE respecto a Ucrania. Como castigo “simbólico” el alto representante, Josep Borrell, que es a quien corresponde convocar a los titulares de Exteriores, ha decidido que la reunión informal que iba a celebrarse en Budapest a finales de agosto tenga lugar en Bruselas. Polonia había propuesto que se celebrara en Ucrania, pero para hacerlo fuera de un país del club tiene que haber unanimidad y Hungría lo ha rechazado.

“Escuché a todo el mundo. Intenté hacer converger los argumentos. No ha sido posible”, ha explicado el jefe de la diplomacia europea tras la cita en la que había ministros que no querían acudir y otros que era él quien tenía que decidir. “Me corresponde a mí decidir dónde se celebran las reuniones. Después de escuchar a todo el mundo, considero que 25 estados miembros [a excepción de la propia Hungría y Eslovaquia que va ahora de la mano] estaban en contra de estas afirmaciones”, ha dicho en referencia a las críticas que ha hecho Orbán a la UE por la posición respecto a Ucrania.

“Entiendo que tenemos que mandar una señal incluso si es simbólica, pero estar en contra de la política exterior de la UE tiene que tener algunas consecuencias, formales o simbólicas”, ha afirmado Borrell, que ha sido muy duro contra Orbán por sus acusaciones sobre la posición de la UE respecto a la guerra e incluso ha afirmado que incumple el artículo de los tratados de la UE que exige “lealtad” a las posiciones comunes de la UE en materia de política exterior.

Por su parte, el ministro de Exteriores húngaro, Péter Szijjártó, ha acusado a sus socios de tener un “ataque histérico y coordinado contra las políticas húngaras por la paz que ignoran en absoluto los hechos” por rechazar al autodenominada 'misión de paz' que ha defendido Orbán ante Putin, Xi Jinping y Volodímir Zelenski, a quien visitó en Kiev por primera vez desde la invasión rusa al comenzar el semestre al que a Hungría le corresponde la presidencia rotatoria del Consejo de la UE.

Borell se ha mostrado pesimista respecto al desbloqueo del Fondo Europeo para la Paz (EPF, según sus siglas en inglés) que bloquea precisamente Hungría. “Es vergonzoso”, ha clamado.

La UE sigue, además, atentamente cómo evoluciona la campaña electoral en Estados Unidos tras la decisión de Joe Biden de retirarse. No obstante, los ministros mantienen hasta cierto punto la ecuanimidad públicamente, a pesar de que la relación con Donald Trump fue muy delicada durante su mandato.

“Espero lo mejor para quien asuma su papel”, ha dicho Borrell sobre el sucesor de Biden en la carrera presidencial y, aunque ha reconocido que no será lo mismo quién esté en la Casa Blanca en el caso de que gane Trump, ha evitado pronunciarse: “Es una decisión de los ciudadanos”.

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