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Borrell, sobre la respuesta de la UE a Putin: “Las cosas no patinan tanto, Rusia ingresa un 18% menos por petróleo y gas”

Josep Borrell defiende la respuesta de la UE ante la invasión rusa de Ucrania. “Las cosas no patinan tanto”, ha dicho el jefe de la diplomacia europea ante el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo. Y ha añadido: “Si comparamos de enero a agosto de este año con el mismo periodo del año pasado, el presupuesto del Estado ruso ha ingresado un 18% menos por las ventas de petróleo y gas”.

Además, el Alto Representante para la Política Exterior, ha argumentado en respuesta al eurodiputado italiano Fabio Castaldo (M5S): “Y el gran superávit que tenía, se está fundiendo porque en los últimos meses los ingresos por las ventas de hidrocarburos han caído mucho, un 18% de caída hasta agosto”.

“Hasta ahora”, ha dicho Borrell, “las menores cantidades vendidas estaban compensadas por mayores precios, porque el precio del gas se ha multiplicado. Pero ahora no ocurre eso, porque las cantidades han bajado tanto que la subida de precio ya no compensa el producto, porque no aumenta”.

El Alto Representante ha proseguido: “Hoy los europeos importamos cinco veces menos gas ruso que al principio de la guerra. ¿Por qué no somos un poco más conscientes de lo que hemos conseguido hacer en tan poco tiempo? Cuando decimos que tenemos que dejar el 100% del gas ruso, resulta que ya importamos cinco veces menos, es mucho en muy poco tiempo”.

“Por tanto, hay que seguir haciendo más de lo mismo: reducción del consumo, buscar suministradores alternativos, más renovables... no hay más secretos. Cuando hace unos meses dije que había que reducir un grado la calefacción, que es el equivalente del 7% el consumo, me dijeron cosas muy amables. Recibí una gran cantidad de amabilidades. Pues no era tan estúpida, porque ahora estamos todos planteando reducir más de un grado, y lo vamos a hacer, porque a lo mejor es el precio de nuestra independencia energética. Y lo estamos haciendo”.

Fuentes de la Comisión han recalcado este martes que las sanciones están funcionando y están pasando una gran factura a Rusia. “Esta guerra está durando y va a durar, las sanciones están afectando a sectores claves de la economía rusa como el transporte o la alta tecnología. Debilitar una economía lleva su tiempo pero los síntomas de debilitamiento son manifiestos”. Para ejemplificar tal debilitamiento, aportan algunos datos que manejan: se espera que el PIB de Rusia caiga un 11% y que la inflación aumente un 22% en 2022 y la producción de automóviles se ha desplomado un 97% respecto a 2021.

Según indican, Moscú “tampoco tiene más remedio que importar muchos productos de alto valor añadido que no fabrica -para todas las tecnologías avanzadas, depende en un 45% de Europa, en un 21% de Estados Unidos, frente a un 11% de China”. El país, sostienen fuentes de la Comisión Europea, “no puede reparar sus aviones -el 64% de los aviones civiles rusos se fabrican en el extranjero (unos 700 de los 1.100 aviones civiles de Rusia son de origen extranjero). También estiman que más de 1.000 empresas que representan alrededor 40% del PIB ruso ”están reduciendo voluntariamente sus operaciones en Rusia“.

“Me preocupa cómo se acabe la guerra”

Durante el pleno del Parlamento, Borrell también ha respondido a quienes han pedido más esfuerzos diplomáticos.

La alemana Özlem Demirel (Die Linke/The Left), le ha preguntado: “¿Qué están haciendo ustedes para promover un alto el fuego? ¿No hay ninguna estrategia de salida? ¿Qué hace la UE aparte de entregar armas e imponer sanciones?”.

Y el jefe de la diplomacia ha replicado: “Usted y yo queremos que la guerra se acabe cuanto antes, pero a mí me preocupa cómo se acabe. Quiero que se acabe cuanto antes, pero no soy indiferente a cómo se acaba la guerra. Cuanto antes sí, pero no de cualquier manera. Si dejamos de ayudar a Ucrania, puede que la guerra acabe antes. Estoy seguro que no quiere que Rusia triunfe en su agresión contra Ucrania. Y en este momento lo que hacemos para construir la paz es ayudar a Ucrania a defenderse. Es un paso necesario para conseguir una paz que merezca este nombre”.

En este sentido, Borrell ha anunciado que quiere “pasar al sexto tramo de ayuda militar” por el que la UE financia el armamento de Ucrania –el llamado Instrumento para la Paz ya ha canalizado 2.500 millones de euros–. “Las guerras se ganan con armas”, ha afirmado: “Al principio de la guerra, nadie se planteó siquiera movilizar el Instrumento Europeo de Paz. Lo propusimos nosotros. No coordinamos, sino que pusimos sobre el tapete una propuesta concreta y en los próximos días voy a hacer otro tanto para pasar al sexto tramo de ayuda militar a través del Instrumento Europeo de Paz”. 

Fuentes de la Comisión Europea consideran que la “victoria inicial” de Kiev durante su rápida e inesperada respuesta -que ha recuperado miles de kilómetros cuadrados de territorio ocupado en el noreste del país, en Járkov, y ha forzado la retirada de las tropas rusas- se debe “a la potencia de fuego que tienen los ucranianos gracias al apoyo occidental”. Remarcan que, en términos cuantitativos, la potencia de fuego de Moscú sigue siendo mucho mayor, pero las tropas de Putin “han agotado prácticamente sus municiones de precisión y están haciendo la guerra a la antigua usanza: bombardeos ciegos, que son crueles y destructivos y afectan a la población civil, pero no son eficaces”. “Es mucho más eficaz el bombardeo selectivo con armas de precisión que apuntan y destruyen centros neurálgicos”, dicen.

Las mismas fuentes explican que en estos momentos Ucrania “no puede lanzar una ofensiva masiva, porque eso sería muy costoso en vidas”, pero está usando una estrategia que implica la utilización de armas de precisión y “ha debilitado logísticamente la capacidad logística y de mando del Ejército ruso”. A su juicio, la guerra “está entrando en una nueva fase, en la que la capacidad selectiva de hacer daño al adversario ha decantado del lado de Ucrania”.

Según su análisis, Kiev tiene ahora que tener la capacidad logística de mantener la guerra y prevén que los combates van a continuar, aunque “llegará el mal tiempo y se ralentizarán”, dado que el avance de las tropas mecanizadas puede encontrar dificultades en condiciones lluviosas. “Y dentro de poco, los combates tendrán que parar porque el tiempo no va a permitirlo”.

“Lamentablemente esta es una guerra de mucho desgaste. El coste material y humano que está soportando Ucrania es enorme. Las cifras que tenemos sobre las pérdidas materiales y humanas de Rusia son estremecedoras. La proporción de tanques, artillería y blindados que Rusia ha perdido son increíbles. Hablamos de pérdidas que rondan el 50% de sus capacidades militares. El número de bajas, entre muertos y heridos, no tienen comparación con lo que se perdió en Afganistán”, dicen. “En ningún momento pudo imaginar Putin que seis meses después iba a estar en la situación en la que está ahora: con decenas de miles de muertos y a la defensiva, y habiendo fracasado en su ofensiva en Kiev”.