Noveno paquete de sanciones a Rusia. Es lo que ha presentado este miércoles la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, 48 horas después de que entrara en vigor la medida estrella del anterior: el tope de 60 dólares al petróleo ruso distribuido por barco a terceros países. El día 5 de diciembre también arrancó el embargo al petróleo ruso para el mercado comunitario aprobado en primavera.
“Proponemos añadir casi 200 personas y entidades adicionales a nuestra lista de sanciones”, ha anunciado Ursula von der Leyen: “Esto incluye a las fuerzas armadas rusas, así como a oficiales y empresas industriales de defensa, miembros de la Duma estatal y el Consejo de la Federación, ministros, gobernadores y partidos políticos, entre otros. Esta lista cubre figuras clave en los brutales y deliberados ataques con misiles de Rusia contra civiles, en el secuestro de niños ucranianos en Rusia y en el robo de productos agrícolas ucranianos”.
La presidenta de la Comisión Europea ha añadido que también están proponiendo “introducir sanciones contra otros tres bancos rusos, además de la prohibición total de transacciones en el Banco Regional de Desarrollo de Rusia con el fin de paralizar aún más los cajeros automáticos de Putin”.
“En tercer lugar”, ha proseguido Von der Leyen, “también queremos imponer nuevos controles y restricciones a la exportación, en particular para los productos de doble uso [civiles y militares]. Esto incluye productos químicos clave, agentes nerviosos, componentes electrónicos que podrían ser utilizados por la maquinaria de guerra rusa”.
Además, la jefa del Ejecutivo comunitario ha explicado: “Cortaremos el acceso de Rusia a todo tipo de drones y vehículos aéreos no tripulados. Proponemos prohibir las exportaciones directas de motores de drones a Rusia y la exportación a cualquier tercer país, como Irán, que podría suministrar drones a Rusia”.
Así mismo, la alemana ha señalado que también apuntan a “la máquina de propaganda rusa vetando cuatro nuevos canales y todas las demás plataformas de distribución”. Por otro lado, Bruselas propone “más medidas económicas contra el sector energético y minero ruso, incluida la prohibición de nuevas inversiones mineras en Rusia”.
“Este paquete se suma a la prohibición total de importación de la UE sobre el petróleo transportado por mar ruso que entró en vigor esta semana. Así como el tope del precio mundial del petróleo acordado entre el G7”, ha dicho Von der Leyen: “La cooperación internacional contra la guerra de Rusia nunca ha sido tan fuerte”.
“Después de la comida y el hambre, Putin ahora ha decidido convertir el invierno en un arma”, ha dicho el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell: “Quiere interrumpir el suministro de electricidad, calefacción y agua para millones de civiles en Ucrania. Estamos respondiendo con el noveno paquete de sanciones contra quienes son fundamentales en esta guerra brutal”.
Borrell, así, presenta “a los Estados miembros casi 200 personas y entidades nuevas para ser sancionadas. Esto incluye a los responsables de actividades militares, desinformación, saqueo de cereales ucranianos y deportaciones ilegales e inhumanas, así como secuestros de niños ucranianos”.
“Golpearemos duramente a las fuerzas armadas rusas, al sector militar y de defensa, a las empresas que producen equipamientos militares o a quienes planean los ataques con misiles contra civiles e infraestructura civil, en flagrante violación del derecho internacional”, ha dicho Borrell: “Estamos proponiendo medidas contra miembros del gobierno ruso, la Duma y el Consejo de la Federación; los llamados jueces que, en lugar de defender el estado de derecho, brindan una legitimidad falsa a los gobernantes rusos y sus decisiones ilegales”.
“Estamos imponiendo medidas restrictivas a los medios de comunicación, personas y organizaciones que atacan el espacio público con desinformación, tratando de desviar la culpa de Rusia y envenenando la mente de las personas”, ha proseguido Borrell: “Estamos decididos a actuar en apoyo de Ucrania el tiempo que sea necesario”.