Se llamaba “La desaparición del periodista saudí Jamal Khashoggi”. Pero tras los cambios de este lunes en el orden del día del Parlamento de Estrasburgo se llama “El asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el consulado saudí en Estambul”.
Es el nombre de la declaración que hará la Alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Mogherini, este martes en el Parlamento Europeo. Tras su discurso, habrá un debate en la Cámara, previo a la votación de una resolución sobre el caso, el próximo jueves.
La votación llega después de la aprobación, hace unas semanas, de otra declaración cuya ponente fue Bodil Valero (Verdes), en la se instaba a España, Francia, Alemania y el Reino Unido a que dejaran de vender armas a Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos.
La resolución del jueves será el fruto de la negociación entre los diferentes grupos, que este lunes por la noche estaban registrando cada uno la suya. Y, de momento, el tono de algunas es demoledor.
El texto del GUE, el grupo de la izquierda europea –al que pertenecen Podemos e IU–, acusa directamente a agentes saudíes del asesinato del periodista y deplora “profundamente” los efectos desestabilizadores de la venta de armas de algunos Estados miembros de la UE como España, Reino Unido, Alemania y Suecia al reino de Arabia Saudí. La propuesta de resolución, también, recuerda “los llamamientos reiterados” de organismos internacionales para el cese de la venta de armas.
El documento de los Verdes/ALE –donde se encuentran ICV, Equo, ERC y BNG– va en la misma línea. “Deplora los acuerdos de armas de Estados miembros, entre ellos España, Francia, Alemania, Bélgica y el Reino Unido, con Arabia Saudí” y apoya “la iniciativa de crear un régimen de sanciones de la UE contra a aquellos que violen los derechos humanos en el mundo”.
Los socialdemócratas, sin embargo, no piden de momento el fin de la venta de armas a Arabia Saudí, si bien reclama “una moratoria de la pena de muerte” en el país y condena el asesinato de Khashoggi.
Esta lunes, en la rueda de prensa diaria de la Comisión Europea, la portavoz de Exteriores del Ejecutivo comunitario, Maja Kocijancic, ha reconocido que las “consultas entre Estados miembros en este sentido” están teniendo lugar “a diferentes niveles y contextos”.
“Hubo un comunicado de la alta representante este fin de semana en el que tomaba nota de la investigación y animaba a que llegara hasta el final de todos los que hubieran tenido que ver con el asesinato”, ha dicho Kocijancic.
Durante el Consejo Europeo el asunto fue tratado brevemente, y “está habiendo consultas y las seguirá habiendo entre los Estados miembros y tenemos que seguir de cerca la investigación y mantener las consultas por como este caso puede afectar nuestras relaciones con Arabia Saudí, por eso hay que hablar con todos”, ha proseguido Kocijancic.
“Las consultas se están manteniendo en diferentes niveles y contextos. En relación con las armas, tenemos una posición común: la responsabilidad final es de los Estados miembros y está en sus manos”, ha destacado, si bien recuerda que las licencias de exportación deben denegarse “cuando exista un riesgo manifiesto de que el receptor previsto pueda utilizar la tecnología o los equipos militares para agredir a otro país”.
El Gobierno de Angela Merkel sí que ha pedido una “postura europea” ante el caso, después de que la canciller anunciase la suspensión de las exportaciones a Riad. El ministro alemán de Economía, Peter Altmaier, ha considerado “importante”, en declaraciones a la televisión pública ZDF, que los países miembros de la Unión Europea (UE) pudieran “llegar a una posición europea” conjunta para enviar un mensaje contundente a Arabia Saudí. “Sólo si todos los ministros europeos de Exteriores están de acuerdo, entonces eso impresiona al Gobierno en Riad”, ha afirmado. Altmaier añadió que no tendría ningún sentido ni efecto que Alemania suspendiese las ventas de armas a Arabia Saudí y que, “al mismo tiempo, otros países” del continente llenasen “ese vacío”.
Arabia Saudí es el tercer país del mundo que más dinero dedica a defensa y, según estimaciones del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI) citadas por la agencia Efe, obtiene el 61% de su armamento de Estados Unidos, el 23% de Reino Unido, el 3,6% de Francia y el 2,4% de España.