Boris Johnson renunció a una prórroga para tener más tiempo para negociar el acuerdo comercial entre Reino Unido y la UE tras el Brexit. Unas negociaciones que arrancaron el 1 de febrero en año de pandemia, y que ya tendrían que haber concluido. Pero que están estancadas. Ha habido acuerdos comerciales que, después de 20 años, como el de la UE y Mercosur, sigue sin cerrarse. Otros, como ha recordado el negociador jefe de la UE este lunes en Bruselas, han durado al menos cinco años de negociaciones –el de Canadá, Japón, Vietnam...–, y no eran acuerdos con países con los que la relación cultural, histórica y comercial sea tan estrecha como con un país que deja de ser miembro de la UE.
“Es nuestra responsabilidad dar a las conversaciones todas las posibilidades de éxito. Nunca antes se había negociado un acuerdo tan amplio (comercio, energía, pesca, transporte, cooperación policial y judicial, etc.) con tanta transparencia y en tan poco tiempo”, ha afirmado Barnier: “Los próximos días son importantes si queremos tenerlo para el 1 de enero de 2021. La competencia justa y una solución sostenible para nuestros pescadores y mujeres son fundamentales para llegar a un acuerdo”.
Las negociaciones entre Barnier y su homólogo británico, David Frost, se reanudan esta mañana en Bruselas después de que el negociador comunitario haya informado a los embajadores de los 27 ante la UE y a la comisión del Brexit del Parlamento Europeo.
“El final será cuando logremos un acuerdo tanto sobre la libre competencia como justa y segundo sobre el acceso recíproco a las aguas”, ha dicho Barnier al llegar al edificio Europa del Consejo de la UE: “Solo llevamos nueve meses negociando, hemos necesitado al menos cinco años para todos los acuerdos anteriores, vamos a darle todas las posibilidades a este acuerdo, que aún es posible. Queremos un acuerdo bueno y equilibrado, pero hay dos condiciones que aún no se cumplen: competencia libre y justa, un acuerdo que garantice el acceso recíproco a los mercados y las aguas. Y es en estos puntos donde no hemos encontrado el equilibrio adecuado con los británicos. Seguimos trabajando”.
Según las fuentes diplomáticas citadas por Sky, “ha habido algunos avances en las negociaciones durante los últimos días”, pero, como ha explicado Barnier, a pesar de esos avances limitados en la gobernanza –mecanismo de aplicación del acuerdo–, persisten los desacuerdos sobre las ayudas estatales y pesca. “Hay un camino estrecho hacia el acuerdo”, insiste Barnier, a quien los 27 han respaldado de nuevo en esa búsqueda a través de un “último esfuerzo”.
En el caso de que se logre el acuerdo, será necesaria una tramitación parlamentaria urgente, tanto en Londres –donde otras tramitaciones del Brexit en el pasado tumbaron el Gobierno de Theresa May– y en Bruselas, donde los eurodiputados siguen de cerca las negociaciones. “El Parlamento Europeo está listo para respaldar un acuerdo de relación ambiciosa y equilibrada con el Reino Unido, pero debe proteger la integridad del mercado interior de la UE y nuestras normas comunes”, decía el presidente del grupo de coordinación con el Brexit, el eurodiputado David McAllister (CDU/EPP).
Sin embargo, el presidente de la comisión de Comercio, Bernd Lange, (SPD/S&D), era más crítico: “La ratificación se está volviendo cada vez más imposible”, tuiteó: “Juego sucio”.