No hubo sorpresas. Los resultados preliminares de las elecciones de este domingo en El Salvador confirman lo que ya habían aventurado las encuestas: Nayib Bukele tendrá otro período como presidente.
Poco antes de las 19:00 (2:00, hora peninsular española), dos horas después del cierre de urnas y sin que el Tribunal Supremo Electoral hubiera oficializado resultados, Nayib Bukele se autoproclamó ganador de los comicios en su cuenta de X: “De acuerdo a nuestros números, hemos ganado la elección presidencial con más del 85% de los votos y un mínimo de 58 de 60 diputados de la Asamblea. El récord en toda la historia democrática del mundo”.
A las 23:00 de la noche del domingo, el órgano electoral salvadoreño sólo había contabilizado el 31% de las actas presidenciales y daba como vencedor al líder de Nuevas Ideas. Este lunes, a las 8:00 horas, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) ha actualizado los resultados después de que el sistema de transmisión de datos presentara fallos y, con el 70,25% escrutado, el partido de Bukele sigue encabezando el recuento, de lejos, con 1,6 millones de votos. Lo sigue Manuel Flores, candidato del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), con 139.025 votos.
El recuento de los comicios legislativos sigue, no obstante, al 5%. Un sondeo a pie de urna realizado por CID-Gallup —cuyos resultados retransmitió en vivo la misma Secretaría de Prensa de la Presidencia— pronosticaba a las 17:30 de la tarde que Bukele ganaría las elecciones con el 87% de los votos y que Nuevas Ideas lograría al menos 54 de los 60 escaños en el Congreso. Es un porcentaje incluso más elevado que el que daban algunos sondeos, que lo situaban con un 70,9% de intención de voto.
El mismo presidente sabía, desde que lanzó su candidatura, que no habría dudas de su victoria. Así lo demostró el día antes de las elecciones, al instalar un escenario frente al Palacio Nacional, y con su primer discurso como ganador, anunciado para las 9 de la noche y que finalmente comenzó a pasadas las 10 desde el mismo palacio.
“Este día El Salvador ha roto todos los récords de todas las democracias en toda la historia del mundo. Es el porcentaje más alto de toda la historia. (...) Hemos ganado la Asamblea Legislativa con 58 de 60 diputados, como mínimo. Es posible que sean más”, dijo ante cientos de personas, que coreaban su nombre y gritaban “¡Sí se pudo!”.
“Sería la primera vez que en un país existe un partido único en un sistema democrático. Toda la oposición junta quedó pulverizada. El Salvador este día ha vuelto a hacer historia”, dijo Bukele.
El presidente agradeció que desde 2021 cuenten con una mayoría en la Asamblea Legislativa que le permitió tomar decisiones como destituir a la Sala de lo Constitucional —que avaló su reelección— o aprobar el régimen de excepción. “La Asamblea no dejaba que hiciéramos nada bueno para el pueblo”, cuestionó.
“Ahora, en estos próximos cinco años, esperen a ver lo que vamos a hacer. Porque seguiremos haciendo lo imposible”, cerró su discurso.
Reelección presidencial inconstitucional
Tras el anuncio de Bukele en X, varios líderes de Latinoamérica lo felicitaron por la misma vía, sin esperar la confirmación del Tribunal Supremo Electoral.
Bernardo Arévalo, presidente de Guatemala, dijo que “el pueblo salvadoreño ha elegido y ha hecho escuchar su voluntad. Guatemala les tiende la mano para avanzar en paz y desarrollo para nuestras naciones hermanas”.
Xiomara Castro, presidenta de Honduras aseguró que “su firme compromiso con la seguridad del pueblo salvadoreño habló contundentemente en las urnas”.
“Felicito a El Salvador por la exitosa y pacífica jornada electoral y al presidente Nayib Bukele por su victoria”, celebró Alicia Bárcena, Secretaria de Relaciones Exteriores de México.
Ninguno de los mandatatarios que felicitó a Bukele hizo referencia a la inconstitucionalidad de su participación en las elecciones y de la renovación de su mandato.
Con su participación en estos comicios, el presidente hizo caso omiso de varios artículos de la Constitución salvadoreña, que impiden que el presidente del Ejecutivo esté en el cargo durante más de un período. Los magistrados de la Sala de lo Constitucional, impuestos por él, lo avalaron para presentarse. Algo que, a ojos de analistas, politólogos y abogados es un rompimiento constitucional.
También fue un paso clave para gestar el estado represivo en el que se encuentra desde hace dos años El Salvador, con un régimen de excepción que se planteó para desmantelar las pandillas, pero que ha violado derechos humanos y que todo indica que se mantendrá indefinidamente, con la revalidación de Bukele en el poder.
En una conferencia de prensa que dio después de pasar por las urnas —y en la que no permitió consultas de medios salvadoreños—, el presidente aseguró que estas elecciones habían servido para confirmar que la población salvadoreña valida sus decisiones y las acciones que llevó a cabo.
“Va ser un resultado que va a decir (...) si es verdad lo que dicen muchos medios internacionales, de que hay una dictadura o una autocracia que les obliga, o que están oprimidos por un régimen de excepción que ellos no desean; o, si la votación así lo demuestra, viven en un país democrático, libre”, dijo.
“Nosotros no estamos sustituyendo la democracia, porque El Salvador jamás tuvo democracia. Esta es la primera vez en la historia que El Salvador tiene democracia”, respondió, ante la pregunta de un periodista a las declaraciones del vicepresidente Félix Ulloa en The New York Times, en las que dijo que “a esta gente que dice se está desmantelando la democracia. Mi respuesta es sí. No la estamos desmantelando, la estamos eliminando, la estamos sustituyendo por algo nuevo”.
Horas después, Bukele dedicó varios minutos de su discurso frente al Palacio Nacional a increpar a este periodista, español, dejando entrever que sus preguntas eran parte de la injerencia extranjera.
Cuestionamientos por incumplir la ley electoral
Durante el fin de semana de las elecciones, hubo varios señalamientos a Nayib Bukele y su partido Nuevas Ideas, por haber incumplido el Código Electoral, al hacer campaña en la jornada de reflexión. La ley establece que los partidos políticos no pueden hacer propaganda durante los tres días previos a las elecciones ni el mismo día.
Sin embargo, desde primera hora de la mañana del domingo, miembros de Nuevas Ideas se presentaron a los centros de votación con camisetas con los colores del partido y el eslogan “Nayib Bukele 2024” e instalaron toldos, lonas plásticas y publicidad de algunos de sus candidatos.
El candidato a diputado Christian Guevara incluso llegó al centro de San Salvador en una caravana del partido. Un par de horas antes de que cerraran las urnas, Bukele fue recibido con banderas de Nuevas Ideas en el centro en el que votó, mientras por los altavoces sonaba repetidamente It’s the end of the world as we know it, de R.E.M., la misma canción que reprodujo al terminar su discurso frente al Palacio Nacional.
El mismo Bukele, en la conferencia de prensa que dio después de votar, hizo un llamado a garantizar una mayoría de su partido en el Congreso. Pidió que la gente fuera a votar “para que podamos garantizar una Asamblea Legislativa que pueda continuar aprobando el régimen de excepción y podamos seguir combatiendo las pandillas”. “Ahora tenemos el país más seguro del hemisferio occidental”, aseguró.
Falta de transparencia y poco acceso a los centros de votación
Varios ciudadanos que habían sido elegidos para integrar las Juntas Receptoras de Votos protestaron porque no les dejaron ingresar a sus centros de votación alegando que “estaban completos”.
Dora Esmeralda Martínez, presidenta del Tribunal Supremo Electoral, se limitó a compartir un memorándum a través de su cuenta de X en el que ordenaba que se permitiera la entrada de las personas integrantes de las juntas.
Algunos partidos políticos de oposición también señalaron que no los dejaron participar como apoderados.
Consultado por los medios de comunicación este domingo, Óscar Ortiz, secretario general del FMLN, aseguró que estas habían sido las elecciones más desordenadas y con mayor “violencia institucional” del período democrático.
“Han sido unas elecciones sin reglas. Son miles de credenciales que no se les han dado a los partidos. En muchos lugares no hay miembros de las Juntas Receptoras de Votos porque no llegaron las credenciales y cuando llegaron se las han rechazado. El Tribunal cambió los nombres”, señaló.
“Se aprovechó todo el aparato público para tratar de beneficiar (...) al partido oficial —denunció—. Nos estamos jugando las reglas básicas de la democracia”.
Miembros del partido Nuestro Tiempo asignados como representantes denunciaron que no les habían dejado entrar en varios centros de votación. “Alegan sobre nuestras credenciales, cuando todas tienen impreso nuestro distintivo partidario (revés y derecho) y mi firma de autorización como representante legal del partido”, aclaró en su cuenta de X Andy Failer, presidente del partido.
El sábado, el medio de comunicación salvadoreño Focos.tv publicó una investigación en la que reveló que al menos 9 de las 81 personas contratadas por el Tribunal Supremo Electoral para dirigir el proceso de votación en el extranjero eran líderes de Nuevas Ideas. Según un audio filtrado al medio, habrían recibido instrucciones del mismo partido para facilitar una “votación masiva” para Bukele y sus candidatos a diputados.
“La presencia de Nuevas Ideas es abrumadora”, dijo a elDiario.es Juan Francisco Meléndez, director ejecutivo del Instituto Holandés para la Democracia Multipartidaria (NIMD) en El Salvador. “No hay vigilantes ni autoridades de otros partidos políticos. Vimos a gente de Nuevas Ideas acaparando las mesas. Fue impresionante y se nota que el aparato del gobierno fue puesto en función de la elección”.
La prensa también tuvo dificultades para acceder a los centros de votación. El personal de las Juntas Electorales anunció desde la mañana que los periodistas no podrían estar dentro de los mismos una vez se cerrara la votación, durante el conteo de votos, algo que se había permitido en anteriores comicios, para verificar el procedimiento.
La Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) denunció que antes de las 11 de la mañana ya se habían registrado 37 agresiones a periodistas. Según la periodista Angélica Cárcamo, presidenta de la APES, la mayoría de estas se dieron en el centro de votación de la Avenida Olímpica, donde votaron varios de los miembros de Nuevas Ideas, entre ellos Nayib Bukele. “Hemos tenido casos de periodistas a quien le restringieron su labor periodística”, denunció Cárcamo en una transmisión de X.
Mientras tanto, el escritor salvadoreño Carlos Bucio Borja fue sacado de un centro de votación por la Policía y capturado por leer los artículos de la Constitución de la República que prohíben la reelección presidencial.