El potente himno feminista chileno “El violador eres tú”, que se ha hecho viral en todo el mundo, enfrentó este domingo en Nicaragua a una hijastra y a un hijo del presidente del país, Daniel Ortega.
Todo comenzó con la publicación de un tuit de Zoilamérica Ortega Murillo, hijastra del presidente Ortega e hija de su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, en la que, haciendo eco del himno feminista, recordó la denuncia de violación que hizo contra su padrastro hace 21 años.
“La impunidad no te absuelve. Hoy todos lo saben... estoy en ese coro de Mujeres... te lo digo más acompañada que nunca: EL VIOLADOR ERES TÚ!”, escribió en sus redes sociales la hijastra de Ortega, quien en agosto de 1998 acusó al mandatario de haberla violado de forma constante desde que tenía 9 años, caso que fue archivado por la justicia de Nicaragua.
“Luego extendiste tu crimen a toda Nicaragua y entonces también lo nombramos juntas: EL ESTADO OPRESOR, ES UN MACHO VIOLADOR”, anotó Ortega Murillo, quien vive en el exilio, en Costa Rica, dirigiéndose al mandatario, que lleva 12 años consecutivos en el poder.
La hijastra del gobernante observó que hoy es otro tiempo y los actos de las feministas “harán la diferencia” y que “silencio nunca más”.
A la vez agradeció a las mujeres que crearon esa proclama de libertad y poder, en alusión al himno “El violador eres tú”.
Uno de los hijos de la pareja presidencial, el periodista y empresario Juan Carlos Ortega Murillo, respondió el tuit de su media hermana, y la señaló de mentirosa y de hacer la acusación contra su padre “un modus vivendi”.
“La mitomanía es una enfermedad. Hay doctores especialistas que te pueden ayudar a tratar ese mal que llevás ya encima por demasiados años y del que, miserablemente, has hecho un Modus Vivendi. Los mejores deseos para vos”, señaló el hijo de los mandatarios, quien recién creó el denominado Movimiento Sandinista 4 de Mayo, con perfil antiempresarial.
El caso de Zoilamérica, que huyó al exilio tras considerarse perseguida por el Estado nicaragüense, fue archivado en 2001 por la justicia nicaragüense aduciendo que había prescrito.
La hijastra de Ortega, que intentó sin éxito cambiarse el apellido por el de su padre biológico, Narváez, decidió en septiembre de 2008 retirar una demanda internacional contra el Estado nicaragüense por negación de justicia relacionada con su acusación por abusos sexuales contra su padrastro.
Ese es uno de escándalos que ensombrecen la figura pública del mandatario, que retornó al poder en enero de 2007, tras coordinar una Junta de Gobierno de 1979 a 1984 y gobernar por primera vez el país de 1985 a 1990.
Entonces Ortega recibió el apoyo de su madre, Lidia Saavedra, ya fallecida, y de Murillo, y finalmente apeló a su inmunidad parlamentaria y la jueza del caso, Juana Méndez, ahora magistrada de la Corte Suprema, consideró que había prescrito y lo archivó.