El candidato ultraderechista a la presidencia de Francia Éric Zemmour ha sido condenado a pagar 10.000 euros por incitar al odio racial. El político declaró en la cadena CNews en 2020 que los menores acompañados eran “ladrones”, “asesinos” y “violadores”. Los comentarios propiciaron la denuncia de una treintena de asociaciones humanitarias ante el Tribunal Correccional de París, que este lunes ha confirmado su sentencia, la tercera de estas características para el candidato francés.
Zemmour no asistió al tribunal, al igual que en la vista oral de noviembre, sino que el político ha decidido emitir un comunicado en el que muestra su intención de recurrir. También ha acusado a los jueces de “ceder a los caprichos” de las asociaciones humanitarias. “Es una condena ideológica y estúpida”, ha expresado el ultra, que también a denunciado una pena “a un espíritu libre impuesta por un sistema judicial invadido por las ideologías”.
“Les envían sus padres a robar”
En declaraciones a la prensa, el líder del partido ultra Reconquista, ha considerado ridículo que se le condene por odio racial “cuando los menores acompañados no son una raza”. Además, incidió en que son “responsables del 96% de los robos de móviles en Francia”. “Creo que la mayor parte ni son menores, ni están aislados: les envían sus padres a robar”, sentenció Zemmour.
Pero estas no son las únicas declaraciones que ha hecho al respecto. Tras un atentado contra la antigua redacción de Charlie Hebdo en septiembre de 2020, el candidato a la presidencia de Francia ya cargó contra los menores no acompañados: “No tienen nada que hacer aquí, son ladrones, asesinos, violadores, es todo lo que son. Hay que expulsarles, no deberían ni venir (...) es una invasión permanente, hay un problema político con la inmigración”.
Ese tipo de declaraciones polémicas han ocupado buena parte de sus intervenciones públicas desde que a finales del año pasado anunció su candidatura a las presidenciales. El político francés es cuarto en las encuestas con el 15% de las intenciones de voto a tres meses de los comicios en el país, y se convirtió en el fenómeno de la primera parte de la campaña, ya que su candidatura despertó un gran entusiasmo entre los círculos de la extrema derecha, aunque posteriormente se ha ido enfriando.
Tras varias semanas en las que incluso se barajó con sus opciones de superar la primera vuelta, en los últimos días los sondeos le sitúan en cuarta posición, por detrás del actual presidente, Emmanuel Macron, que lidera los sondeos con más del 20% de los sufragios, y de la ultraderechista Marine Le Pen y la conservadora Valérie Pécresse, que empatan con el 16%.
Decena de acusaciones
Zemmour ha sido acusado en una decena de ocasiones por incitación al odio racial, delito por el que en dos ocasiones ha sido condenado.
El jueves próximo será de nuevo juzgado en apelación tras haber sido absuelto en primera instancia por negación de crímenes contra la humanidad, tras haber sostenido en su programa de CNews en 2019 que el mariscal Petain, que colaboró con el régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial, “salvó” a judíos franceses. En Francia, la negación de crímenes contra la humanidad vinculados al holocausto es delito.
Además, el próximo día 27 deberá comparecer por la denuncia de varios cineastas que le acusan de haber utilizado sin permiso imágenes suyas para el vídeo en el que anunció su candidatura a la presidencia. Zemmour acusó al resto de la clase política de querer “atemorizarle con la Justicia” porque es el “único que denuncia la situación de invasión” que vive Francia.