El rey emérito, Juan Carlos I, ha coincidido este domingo con el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed Bin Salmán, en el gran premio de Fórmula 1 de Abu Dhabi. La CIA señaló a Salmán como el responsable de ordenar el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en la embajada saudí de Estambul.
La desaparición del periodista en el consulado saudí en Estambul conmocionó a la comunidad internacional. La investigación de la policía turca primero y de la CIA después concluyó que Kashoggi fue descuartizado y trasladado fuera de Turquía en bolsas mediante valija diplomática. Para despistar a los investigadores, otro hombre de aspecto similar al periodista y vestido con sus mismas ropas, se dejó grabar por las cámaras de seguridad abandonando el edificio.
Aunque las relaciones de amistad entre la Monarquía española y la Casa Real saudí son antiguas, la imagen del rey emérito con el príncipe saudí deja en una situación muy complicada tanto al rey Felipe VI como al Gobierno. Las relación entre ambas monarquías han sido históricamente relevantes para los intereses comerciales de ambos países: las exportaciones de España a Arabia Saudí superan los 2.000 millones anuales y España es el cuarto mayor proveedor de material de defensa.