Carmen Claudín, analista senior del think tank CIDOB de Barcelona, está “muy preocupada”. En las últimas dos semanas de guerra, Ucrania ha seguido avanzando en su contraofensiva recuperando poblaciones clave como Limán, en Donetsk; Rusia ha ordenado una movilización que ha desencadenado protestas internas y que está experimentando serias dificultades; ha amenazado con el uso de armas nucleares; y se ha anexionado ilegalmente cuatro regiones –Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón– que ni siquiera controla por completo.
Entrevistada por elDiario.es menos de un mes antes del inicio de la guerra, Claudín pensaba que Rusia no llevaría a cabo una invasión militar completa. Más de siete meses después, señala que “el problema es que el próximo movimiento puede no ser la opción racional. Con los que están ahora en el poder, casi todo es posible”.
En primer lugar, ¿cómo interpreta los últimos movimientos de Putin en torno a la movilización y la anexión de territorios?
Por un lado, la movilización era una noticia anunciada. Lo que ha ocurrido es que ha sido empujada clarísimamente por una victoria ucraniana. Estamos en una situación de un agresor que dábamos por sentado que era potentísimo frente a un país que considerábamos débil en términos de 'poder duro'. Resulta que la confrontación ha demostrado que Rusia es un rey desnudo. Tanto en la dimensión de fuerza, lo que ha sido sido un descubrimiento importante para nosotros y dramático para los nacionalistas rusos, como en su capacidad de movilización interna.
Por otro lado, la anexión era un plato aún más anunciado que Putin tenía como reserva para un momento en que pudiera ser más necesario para consolidar su figura. Lo han acelerado todo por culpa del espectáculo de debilidad sobre el terreno. Ya no se puede ocultar.
Todos los analistas rusos independientes están de acuerdo en que este supuesto mensaje de fortaleza y línea dura no está destinado a los ucranianos, sino a mitigar y responder a la ola de críticas en su contra. No la crítica de los liberales, que les da igual, sino de lo que algunos llaman el 'partido de la guerra'. Es decir, todos aquellos que consideran que Rusia está siendo demasiado blanda.
Veremos qué réditos le da esta decisión y esta estrategia porque el problema es que Putin está en una huida hacia adelante, pero es que se está acercando a no se sabe qué meta y se le están acabando las salidas. Militarmente, ya prácticamente solo le queda en esta escalada lo nuclear. Ahí las cosas se complican mucho también para él. En lo político, tampoco puede hacer mucho más de lo que ya está haciendo tanto a nivel interno como sobre el terreno. Más si nos damos cuenta de que justo después de la parafernalia y la farsa de las consultas los ucranianos van y toman Limán, que es parte de lo que ahora Putin ya consideraría territorio ruso.
Volviendo al tema de las críticas internas que mencionaba antes, este lunes se han conocido las de dos importantes aliados de Putin: Ramzan Kadyrov, líder checheno, y Yevgueni Prigozhin, líder del grupo Wagner. Incluso en medios afines se escuchan mensajes que antes parecía imposible escuchar. Parece que ya no controla tanto el discurso.
Eso es la punta de un iceberg del que no sabemos lo que hay por debajo. Que Kadyrov hable así es normal. Es absolutamente el único en Rusia que se ha permitido estos tonos con Putin porque sabe que Putin lo necesita tanto como él a Putin. Además, es el único que tiene un ejército. No hay nadie más en Rusia que tenga un ejército propio de asesinos. Son una pandilla de asesinos y él es uno más. Tiene una fuerza armada muy peligrosa y muy capaz y lo han demostrado en Ucrania. Los peores daños hechos en Ucrania, también a nivel de trato con las personas, han sido en parte de esta gente.
Que Prigozhin se atreva también ahora a a criticar, aunque no sea de forma tan insolente, es más significativo porque se suponía que era uno de los grandísimos aliados de Putin y efectivamente es el papá de los siniestros Wagner. De Prigozhin se dice, además, que es testaferro del presidente. Eso demuestra que hay un malestar muy importante.
Por otro lado, y aunque tenemos menos indicaciones porque es el ejército y es más difícil que se pronuncien de forma clara, es evidente que los insultos que les han caído tras la contraofensiva ucraniana tienen que haber creado un profundo malestar, ira y cólera entre los altos mandos. Se ha dicho que son unos cobardes, vende-patrias, que tenían que ir al paredón... Lo que ocurre es que los militares en Rusia y en la Unión Soviética siempre han estado muy despolitizados y sometidos al poder.
Lo que preocupa es que parece que se está consolidando el malestar entre los que son aún peores que Putin o al menos igual de malos. No sé bien lo que puede pasar, teniendo en cuenta además que lo mejorcito del país se está yendo o está silenciado.
Hablando de la oposición interna, ¿pueden las protestas poner en apuros al Gobierno?
Podrían ponerlo en aprietos si hubieran tomado una dimensión mucho mayor, pero de momento no está ocurriendo. Ha tenido mayor envergadura en un par de repúblicas étnicas como Daguestán y Buriatia que, de las repúblicas no rusas, son de las que han salido más jóvenes al frente. En Daguestán lo saben también porque la información acaba llegando y tienen la experiencia de lo ocurrido en Siria, donde se mandó a muchas más fuerzas étnicamente no rusas. Se manda como carne de cañón a los no rusos o a rusos étnicos de los lugares más pobres. Y la gente sabe, además de eso, que los hijos de los de arriba no van a ir a la guerra.
Como se demostró con la llamada al hijo de Peskov, el portavoz de Putin...
Exactamente. Además, es una idea tremendamente arraigada en la sociedad, igual que el militarismo y el pseudopatriotismo.
¿A qué se refiere con pseudopatriotismo?
Considero que puede haber un patriotismo 'laico' frente al patriotismo fundamentalista talibán ruso. Hay un culto a la patria y a la madre Rusia en una dimensión totalmente religiosa. Su historia, además, los lleva a ser ahora gente muy peligrosa
¿Cómo podría afectar la movilización rusa a la contraofensiva ucraniana?
No lo sabemos todavía. El Kremlin puede estar dispuesto a poner miles y miles de chicos por delante para que los vayan matando y retrasar e impedir el avance de los ucranianos. El valor de la vida humana es mínimo para esta gente 'tan patriótica' y 'tan preocupada' por el bien del pueblo ruso.
Rusia no controla al completo las zonas anexionadas. Incluso el portavoz de Putin, Dmitri Peskov, ha dicho este lunes que Moscú consultará con las poblaciones de Jersón y Zaporiyia para establecer las fronteras. ¿Qué puede suponer esta falta de control para el devenir del conflicto?
Que consulten, discutan y debatan es retórica. Ya no es solo que no controlen todo el territorio de las zonas anexionadas, sino que otro factor importante es la población civil de esos lugares y cómo puede reaccionar más allá de lo que nos dicen los rusos que hacen, que es votando a lo norcoreano al 99%. Se están dando atentados de partisanos.
Lo que está diciendo Peskov es 'vamos a decidir qué será frontera'. ¿Eso que quiere decir? Por ejemplo, para no perder la cara dirán que Limán, que acaban de recuperar los ucranianos, no era Rusia. Es una manera de poner la frontera donde les sea más conveniente para no perder la cara.
Esto lo han hecho también con los objetivos. Los objetivos de la guerra han ido adaptándose a la realidad sobre el terreno. Su objetivo inicial era ocupar toda Ucrania y derrocar al Gobierno de Zelenski. Ahora dice Putin que se han cumplido todos los objetivos y que el Donbás ha vuelto a casa, que se ha avanzado hacia el sur, que hay continuidad territorial con Crimea y que esto era el el objetivo. Mentira. Eso no era el objetivo, sino que se ha convertido en objetivo cuando han visto que no conseguían el primero.
Cada vez parece más difícil que una de las dos partes pueda ganar. ¿Será inevitable una negociación?
Las negociaciones acaban siendo inevitables, pero yo no veo que haya llegado aún el momento. Afortunadamente, los ucranianos están en fase victoriosa y, por supuesto, no se van a sentar en la mesa de negociación. Ya lo ha dicho Zelenski y además la población, por muy cansada que esté de la guerra, le apoya.
A lo mejor dentro de un tiempo de repente los ucranianos renuncian a Crimea, pero el Donbás no lo pueden dejar. Mientras, los rusos consideran que el Donbás ya es suyo. Es decir, no hay aliciente para la negociación por parte de ninguna de las partes.
Además, la razón de la agresión es política y solo política. No es, como aún oigo decir en España y otros lugares, por culpa de la agresividad de la OTAN y sus ampliaciones. No es verdad. El concepto de la amenaza a Rusia ha sido siempre un instrumento en manos del Kremlin que lo ha utilizado a su conveniencia porque, durante muchísimos años, el Kremlin ha estado muy cómodo con la etiqueta que le daba la OTAN de “aliado estratégico”. Uno no es aliado estratégico de alguien que lo estaría amenazando.
Incluso Zelenski se mostró dispuesto a renunciar a la entrada en la OTAN en el primer mes de guerra.
Exacto. Y no hubo ni una sola reacción por parte del Kremlin. Ni siquiera dijeron: 'Esto no nos basta'. Ni siquiera se comentó porque les da igual y porque no es eso lo que quieren.
Temen mucho más a la UE que a la OTAN, aunque no en el aspecto militar, evidentemente. Les preocupa el hecho de que Ucrania pueda convertirse algún día en un Estado de derecho y que eso lo pueda alejar de la órbita rusa. Esto es lo que quieren evitar y esta es la razón de fondo de absolutamente todo. Lo dicen constantemente y no tenemos que perderlo de vista porque todo lo demás son juegos malabares para ir justificando lo que hacen, pero la razón principal es que no quieren una Ucrania democrática y consideran que la gran potencia rusa no puede perder su influencia sobre Ucrania y Bielorrusia.
La amenaza nuclear cada vez está más presente, ¿cuál es su análisis?
No me siento autorizada para dar una opinión propia, pero lo que más me cuadra es lo que dice un analista moldavo del Instituto de Estudios de Seguridad de París. Este analista sostiene que ve más probable un uso limitado con un arma táctica lanzada por ejemplo sobre la Isla de las Serpientes, que es como el Perejil de Ucrania, para impresionar, dar miedo y enviar un mensaje.
Usar el arma nuclear no es que Putin vaya a apretar un botón, sino que es un procedimiento complejo y no creo que todos estén dispuestos a hacerlo. El problema con la situación que tenemos ahora, y con la cultura y mentalidad rusa, es lo que Putin y el Kremlin son capaces de hacer. El próximo movimiento puede no ser la 'opción racional'. Con la gentuza como la que está ahora en el poder, casi todo es posible.