Se han batido todas las previsiones. El día después de la coronación de Donald Trump, 500.000 personas, según tanto las autoridades de la capital como la organización, que estimaba 250.000, marcharon desde el Capitolio para protestar contra el nuevo presidente. Las mujeres eran las protagonistas de una de las manifestaciones más multitudinarias de la historia del país y las que llevaban la voz cantante, pero todo el mundo estaba invitado a participar.
Desde primera hora del sábado, las estaciones del metro que dan servicio a Washington y su área metropolitana estaban abarrotadas de personas que iban a acudir a la marcha. Desde las cuentas oficiales de Women's March han informado de que muchas de las calles por donde acceder a la marcha estaban colapsadas.
Uno de los datos que se usan para valorar el éxito de una convocatoria en Washington es la cifra de viajeros del metro: al mediodía de este sábado 470.000 habían tomado ese transporte, una cifra récord en un fin de semana.
Además, hay una cifra que enfrenta su éxito al del magnate solo un día antes: a las 11.00 (hora local) habían usado el metro -lo más recomendable con el centro urbano cortado al tráfico- 275.000 personas, frente a las 193.000 que habían viajado a la misma hora el viernes para la investidura de Donald Trump.
La marcha ha transcurrido desde el Capitolio por el National Mall para concluir ante el Monumento a Washington, frente a la parte sur de la Casa Blanca. Debido a la gran afluencia de gente, ha habido confusión respecto a si este recorrido debía modificarse, pero finalmente terminará en la Elipse, parque situado al sur de la residencia presidencial.
A diferencia de las protestas anti-Trump del viernes, con más de 200 arrestos y algunos episodios violentos, la Marcha de las Mujeres concluyó sin incidentes ni detenciones, según informó la Policía de la ciudad.
Donald Trump ha hablado ante los medios en la sede de la CIA de Virginia, a las afueras de Washington, pero no se ha referido a la multitudinaria marcha. Eso a pesar de que ha tenido mucha más afluencia que su 'inaguration day', como se puede comprobar a simple vista comparando las fotos.
La actriz America Ferrera ha sido una de las muchas mujeres que han subido al escenario para manifestar su rechazo al nuevo presidente de EEUU. Ferrera ha asegurado que, después de que “la plataforma del odio y división” asumiese ayer el poder, el presidente Donald Trump no es América. “Nosotros somos América”, ha dicho. “Estamos reunidos aquí, en todo el país y alrededor del mundo para decir no al señor Trump. Rechazamos la demonización de nuestros hermanos y hermanas musulmanes. Condenamos el asesinato sistémico y el encarcelamiento de nuestros hermanos y hermanas negros. No pediremos a nuestras familias LGBT que retrocedan. No pasaremos de ser una nación de inmigrantes a una nación de ignorancia”.
Por el Capitolio también han pasado otras celebridades que eran impulsoras de la marcha, como la activista Gloria Steinem, Katy Perry, Julian Moore, Madonna, Alicia Keys o la actriz Scarlett Johansson. Esta última ha llamado a la gente a no desanimarse (“no dejéis que esto os arrastre hacia abajo”) y ha proclamado el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo.
A través de su cuenta de Twitter, la excandidata presidencial demócrata Hillary Clinton, quien perdió las elecciones del pasado noviembre ante Trump, dio las gracias a los manifestantes por, en sus palabras, “hablar y marchar por nuestros valores”.
En los carteles y los cánticos se podía leer o escuchar lemas como “en las mujeres confiamos”, “no puedes pararnos, tenemos a Meryl Streep”, “el futuro es de la mujer” o “el amor y no el odio hace América grande”. También se han oído muchos “gracias, Obama”.
Réplicas por todo el mundo
El movimiento no se limita a Washington, sino que estará arropado por 616 “marchas hermanas” en todo Estados Unidos y en el resto del mundo.
“Podemos lloriquear o podemos luchar”, ha dicho la senadora demócrata Elizabeth Warren en Boston. “Y por eso creo que estamos aquí hoy. Cientos de miles de personas. Estamos aquí para luchar, hombro con hombro, por lo que creemos. Para luchar por la dignidad y el respeto hacia todos. Por la igualdad de oportunidades. Porque creemos en el cambio climático. Y porque no vamos a construir ningún estúpido muro. Porque creemos que la homofobia, la xenofobia y el sexismo no tienen cabida en nuestro país. Porque sabemos que igualdad significa igualdad: en el matrimonio, en el trabajo y en todo”.
Marchas 'hermanas' de las de EEUU han recorrido ciudades como Buenos Aires, Lima, Bogotá, Madrid, Barcelona o Granada, además de Ciudad de México y otras 16 localidades mexicanas.
La marcha surgió del impulso feminista de un grupo de jóvenes que no podían creer que un candidato, Trump, que había sido acusado de acoso sexual por varias mujeres y pronunciado comentarios denigrantes sobre ese género ganase las elecciones de noviembre pasado.
Pero desde entonces el movimiento ha crecido hasta abarcar un abanico de demandas progresistas, con una plataforma que va desde la igualdad de salario y el derecho a abortar hasta la defensa de los derechos de los inmigrantes, los homosexuales y los musulmanes, unidas a proclamas ecologistas y sindicalistas.