El número de muertos en la Franja de Gaza desde que comenzó la guerra ha superado este domingo los 35.000, según los datos del Ministerio de Sanidad gazatí. En las últimas 24 horas han muerto 63 personas en el devastado enclave palestino, lo que lleva el total de fallecidos desde octubre a 35.034. Al menos 114 han resultado heridas, elevando el total de heridos desde que comenzó la ofensiva a 78.755.
Las cifras se conocen mientras el Ejército israelí expande sus ataques en Rafah, en el extremo más meridional de la Franja, de donde se estima que han huido unas 300.000 personas ante la amenaza de los constantes bombardeos. El ejército también ha vuelto al norte del territorio donde, según el medio palestino Wafa, doce cadáveres han llegado al hospital Kamal Adwan, en la localidad de Beit Lahia.
La mayoría de las tropas israelíes abandonaron la zona norte del territorio palestino hace un mes y operaban solo en el corredor que une el norte y el sur de Gaza, pero en los últimos días han regresado. En particular al campo de refugiados de Yabalia, donde dicen que el grupo islamista se está reagrupando.
El campamento fue uno de los primeros lugares donde entró el Ejército en octubre, y desde entonces cientos de personas han muerto en ataques aéreos y gran parte de su infraestructura ha quedado devastada.
Mientras, Israel continúa con sus ataques en Rafah, en el extremo más meridional de la Franja, donde ha ordenado evacuar a miles de personas de diferentes barrios mientras lleva a cabo una “operación precisa contra Hamás”, según el principal portavoz del ejército, Daniel Hagari.
Se estima que en los últimos días unas 300.000 personas han abandonado la zona, donde más de un millón de palestinos acudieron a refugiarse tras el comienzo de la guerra. Además, miles de cuerpos se encuentran todavía bajo los escombros, sin que las autoridades locales puedan acceder a ellos.
Según datos públicos de la ONU, apenas seis camiones con ayuda humanitaria han entrado en la Franja de Gaza desde el 5 de mayo, cuando Israel cerró el cruce de Kerem Shalom -ahora reabierto- tras un ataque con cohetes de Hamás que dejó cuatro soldados muertos. El Ejército israelí aseguró este sábado haber permitido la entrada de unos 200.000 litros de combustible a través del paso de Kerem Shalom y haber ayudad a coordinar la apertura de un hospital de campaña en el centro de Gaza.
El jefe de derechos humanos de la ONU ha advertido de que un ataque israelí a gran escala contra la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, “no puede tener lugar”, y ha afirmado que no puede conciliarse con el derecho internacional.