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La gran coalición de 'populares' y socialistas tendrá que buscar nuevas alianzas para gobernar Europa ante el empuje de liberales y Verdes

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —

Europa ya no es cosa de dos. Ya no se bastan socialdemócratas y populares. La foto de Europa es un retroceso del bipartidismo de 82 escaños, unos 40 cada uno, por el empuje de liberales y Verdes, que a partir de ahora tendrán que contar más para todo. Hasta ahora, los liberales habían sido acompañantes de las dos grandes familias, pero ahora, por el salto de La República en Marcha y Ciudadanos, entre otros, el grupo ALDE-Renaissance logra un resultado histórico, con 108 escaños. Y los Verdes, empujados por su éxito en Alemania y Francia, consiguen saltar hasta los 67 en unas elecciones con participación récord (50,5%).

Los datos facilitados por el Parlamento Europeo en la medianoche del domingo, una mezcla de primeros escrutinios y proyecciones sobre sondeos, evidencian que se tendrán que conformar nuevas alianzas en la Unión Europea. “Estoy contento de representar a la familia política más numerosa del Parlamento”, ha dicho el spitzenkandidat popular, Manfred Weber, “pero somos conscientes de que hemos retrocedido y de que ya no vale con la alianza con los socialistas. Hay que hablar de contenidos y programas, e invito a liberales y Verdes para ponernos de acuerdo sobre los próximos cinco años de Europa”.

El candidato socialista, Frans Timmermans, ha insistido en su idea de buscar “alianzas con otras fuerzas progresistas, Europa es dinámica, y hay que dar los pasos para el futuro de forma coordinada entre progresistas”. El problema es que no le salen las cuentas a Timmermans: la suma de socialistas, verdes, liberales y la Izquierda Unitaria serían 366 escaños, diez escaños por debajo de la mitad más uno de 751.

“No se puede hacer nada contra los populares, ni contra los liberales ni socialistas”, ha dicho Weber, quien también ha descartado acuerdos “con los extremistas de derechas o de izquierdas”.

“He trabajado contra los monopolios estos cinco años”, ha dicho la candidata liberal Margrete Vestagher, una de las triunfadoras de la noche y que ha reclamado seguir aspirando a presidir la Comisión Europea: “Ya no hay monopolios en Europa, hay que buscar nuevas coaliciones, con nosotros y los Verdes”. Vestager es la tercera, ¿podría hacer un Borgen? Parece difícil. Eso sí, sería la primera mujer presidenta de la Comisión Europea, algo que en algún momento debería ocurrir, en tanto que esta legislatura han sido hombres los presidentes de Comisión, Parlamento y Consejo.

“Hemos hecho campaña sobre acción por el clima, justicia social y mayor democracia”, ha dicho el candidato ecologista Bas Eickhout: “Sólo apoyaremos a los candidatos que han hecho campaña”, ha dicho, ante la posibilidades de que los líderes de la UE, que son los que tienen competencias para nominar al candidato, y pueden verse tentados de buscar alguien con más experiencia de Gobierno que el candidato de la familia más numerosa, Weber.

“No hemos recibido los resultados esperados”, ha reconocido el candidato de la Izquierda Unitaria, el sindicalista metalúrgico de origen asturiano Nico Cué: el GUE ha caído de 52 a 38 escaños.