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La Comisión Europea pide a los Gobiernos que eviten restricciones unilaterales a los viajes ante la nueva ola de coronavirus

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —

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Hace casi un año los 27 Estados miembros fueron cerrando sus fronteras interiores al resto de socios. Uno tras otros, como reacción a la irrupción de la pandemia del coronavirus. Un año después, la Comisión Europea, como guardiana del mercado interior comunitario, pugna con los Estados miembros por que se atengan a las normas coordinadas adoptadas, a las directrices que recientemente se actualizaron tras las mutaciones aparecidas, y tomaron forma en unos mapas con un nuevo color, rojo oscuro, para las zonas más críticas –entre ellas casi toda la Península Ibérica–.

Para Bruselas, la movilidad interior, de personas y bienes, es uno de los pilares fundamentales de la Unión Europea, y se está viendo duramente afectado desde el inicio de la pandemia.

Este lunes, el Ejecutivo comunitario ha anunciado que el comisario de Justicia, Didier Reynders, está pidiendo por carta a los 27 Estados miembros que huyan de las decisiones unilaterales que puedan causar “disrupciones en la movilidad”.

La Comisión Europea no los cita directamente, pero se está refiriendo a Bélgica y Alemania. El Gobierno belga ha dado una vuelta de tuerca para quien entra y sale del país, decretando la prohibición de los “viajes no esenciales”, independientemente del color de la región de la que se vaya o venga como indicaban las directrices de la Comisión Europea. Pero, claro, las competencias sobre fronteras son nacionales.

En el caso de Alemania, el Gobierno de Angela Merkel, ha endurecido las normas de entrada al país para viajeros procedentes de Austria, República Checa y Eslovaquia por el avance de la variante británica en estos países.

“La recomendación que adoptamos todos debe ser la brújula en este contexto y contiene orientaciones y definiciones claras sobre cómo deben ponerse en marcha restricciones en la práctica”, ha explicado el portavoz de Justicia del Ejecutivo comunitario, Christian Wigand: “Aunque consideramos que los Estados miembros deben desincentivar firmemente los viajes no esenciales a zonas que estén en rojo oscuro, se debe evitar el cierre de fronteras o las prohibiciones de viaje unilaterales”.

Según Wigand, Bruselas está estudiando las medidas introducidas por Alemania y Bélgica que generan “preocupación”, y ha alertado de que la descoordinación provoca “fragmentación” y “disrupción” dentro de la UE: “Esperamos que todos los Estados miembros sigan estas recomendaciones”.

El Ejecutivo comunitario ha contactado con gobiernos belga y alemán para recibir “aclaraciones” sobre las medidas que han adoptado ante la tercera ola del coronavirus.