Fue una de las sesiones del parlamento argentino más largas e intensas. Tras más de 22 horas en el recinto –donde se oyeron las voces y los argumentos de todos los diputados–, el Congreso dio el sí a la despenalización del aborto. Ahora este proyecto de ley propuesto presentado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto tendrá que ratificarse en el senado, una cámara que es todavía más conservadora.
La votación, muy reñida, acabó con 129 votos a favor y 125 en contra, más una abstención y hasta escasos minutos antes no se sabía con seguridad si el proyecto saldría adelante. En los últimos días, las activistas argentinas han seguido al minuto la voluntad de cada uno de los parlamentarios.
Con prácticamente la mitad de diputados a favor de legalizar el aborto, y mitad en contra, miles de personas a las puertas del Congreso siguieron el debate y la votación. Miles de pañuelos verdes se agitaron dentro y fuera del recinto para celebrar la aprobación de la ley, que pone a Argentina fuera del eje de países con las legislaciones más restrictivas en materia de derechos reproductivos.
Actualmente, bortar en Argentina es ilegal. Como en la mayoría de países sudamericanos, excepto Uruguay. La ley solo ampara a las mujeres que han quedado embarazadas tras una violación o si corre riesgo su vida. El resto de los abortos están prohibidos.
A diferencia de otras iniciativas parlamentarias en las que de antemano se intuye su resultado, en este caso las posiciones contrarias dentro del oficialismo y la oposición hacían que la votación tuviera un final imprevisible.
El proyecto, impulsado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, busca despenalizar cualquier aborto hasta la 14º semana de gestación y no solo en los actuales supuestos por violación y peligro de salud de la madre, que tienen como origen el código penal vigente, de 1921.
“La interrupción voluntaria del embarazo no se trata de una cuestión moral o ética, es un problema de salud pública, porque muere gente y (los abortos clandestinos) generan gravísimos daños en mujeres jóvenes y sanas”, dijo en la sesión la diputada Samanta María Celeste Acerenza, de Propuesta Republicana (PRO), del frente gobernante Cambiemos.
Según los datos que maneja Amnistía Internacional, cada año se producen en torno a 500.000 abortos clandestinos en Argentina y quienes más recurren a esta práctica son mujeres adolescentes, que apenas llegan a la mayoría de edad. El aborto, alertan, es la principal causa de muerte materna en el país. Cada año, nacen unos 3.000 bebés de niñas de entre 10 y 14 años, apunta Unicef.
Sin embargo, el oficialismo, al que el presidente Mauricio Macri, abiertamente contrario al aborto, dio libertad de conciencia para afrontar el debate, se mostró desde el principio fuertemente dividido, así como la oposición, encabezada por las varias vertientes del peronismo.
“El aborto no es un derecho humano. El derecho humano es el derecho a la vida, no a eliminarla y destruirla. No hay política más progresista que la de ser generoso con la vida y defenderla”, opinó Natalia Villa, también del PRO, partido al que pertenece el jefe de Estado.
¿Cómo es el proyecto de ley?
Entre otros aspectos el proyecto asegura, una vez transcurridas las 14 semanas de libertad para abortar, interrumpir legalmente el embarazo si es fruto de una violación, si está en riesgo la salud de la mujer y si se diagnostica la “inviabilidad” de vida“ extrauterina del feto.
Además, si la persona gestante es menor de 16 años, el aborto se debe realizar con su consentimiento y respetando el interés de la embarazada y su derecho a ser oída.
El texto, que exige que el Estado asegure políticas de educación sexual, vela por la objeción de conciencia del profesional de la salud que deba intervenir en el aborto pero solo si lo ha expresado previamente “de manera individual y por escrito”, y no la permite si la mujer requiere “atención médica inmediata”.
“Lo que estamos discutiendo acá, tarde o temprano va a ser legal en la Argentina, tenemos que escuchar la voz de la gente y hacerlo cuanto antes, porque si no va a seguir habiendo más muertes”, afirmó Daniel Filmus, diputado del Frente Para la Victoria, formación kirchnerista dentro del peronismo.