Crecen las voces críticas con Putin en público tras el avance de Ucrania en la guerra

“Estamos en un punto en el que tenemos que entender una cosa: es totalmente imposible derrotar a Ucrania utilizando esos recursos y esos medios o guerra colonial con los que Rusia intenta librar la guerra”, dice el exdiputado Boris Nadezhdin en un debate sobre la guerra en el canal ruso NTV difundido por Russian Media Monitor.

En los últimos días han empezado a sonar voces críticas como respuesta a la contraofensiva y al avance ucraniano, que en los últimos días ha recuperado más de 3.000 kilómetros cuadrados y ha expulsado a las fuerzas rusas de decenas de poblaciones, según ha informado Kiev.

Nadezhdin continúa su exposición: “Un ejército fuerte y con todo el apoyo de los países más poderosos se está oponiendo a las fuerzas armadas rusas”. Cuando el presentador le pregunta si está sugiriendo una mayor movilización de tropas, el analista responde: “Lo que estoy sugiriendo es conversaciones de paz para parar la guerra y abordar los asuntos políticos”.

Cuando uno de los contertulios señala que Rusia todavía no ha empezado realmente su ofensiva y que lo hará cuando sea necesario, el analista Viktor Olevich pregunta: “¿A qué estamos esperando?”. “Dices que todo va según el plan, pero ¿realmente alguien cree que hace seis meses planeábamos abandonar Balaklia y estar repeliendo una contraofensiva cerca de Járkov?”, afirma.

Las reacciones al avance ucraniano no solo se han dado en medios de comunicación. Ramzan Kadyrov, líder de Chechenia y aliado cercano de Vladimir Putin, criticó el domingo la actuación del ejército ruso en su canal de Telegram. “Han cometido errores y creo que llegarán a las conclusiones necesarias. Si no hay cambios de estrategia hoy o mañana, me veré forzado a hablar con la cúpula del Ministerio de Defensa y del país para explicarles la situación real sobre el terreno”. Varias unidades de Chechenia están participando en la guerra.

Por otro lado, al menos 84 concejales de distritos de las ciudades de Moscú, Kolpino y San Petersburgo han firmado un comunicado exigiendo la salida de Putin, según ha informado The Moscow Times. “Nosotros, los diputados municipales de Rusia, creemos que las acciones del presidente Vladimir Putin dañan el futuro de Rusia y sus ciudadanos. ¡Exigimos la renuncia de Vladimir Putin al cargo de Presidente de la Federación Rusa!”, señala el documento. La revuelta de los ediles comenzó en San Petersburgo, donde incluso acusaron al presidente de traición.

El sábado, Moscú celebró el 875 aniversario de la fundación de la ciudad, lo que no gustó a muchos dada la situación en el campo de batalla. “No puede ser que nuestros chicos estén muriendo hoy y nosotros hagamos como si no pasase nada”, denunció Sergei Mironov, líder del partido Rusia Justa, que se ha mostrado cercanos a Putin en varias ocasiones. En esa línea se ha expresado también un canal ruso de Telegram que apoya la guerra y que cuenta con 400.000 seguidores: “No apoyaremos a este Gobierno en las elecciones de 2024. Venía desde hace tiempo, pero esta ha sido la gota que ha colmado el vaso”.

Como respuesta al avance ucraniano del fin de semana, las fuerzas rusas han respondido atacando infraestructuras críticas en Járkov,  obligando a cortar la electricidad y el agua en la segunda mayor ciudad ucraniana el domingo y el lunes. Según la inteligencia militar ucraniana, el general ruso encargado de las fuerzas occidentales ha sido expulsado tan solo 17 días después de asumir el cargo.El portavoz del Kremlin, Dimitry Peskov, no ha hecho referencia este lunes a las pérdidas territoriales y se ha limitado a afirmar que “la operación militar continúa y lo hará hasta que los objetivos establecidos al principio se cumplan”.

En los últimos días, varios presentadores del canal de televisión pública Rusia-1 se han referido a la dificultad de la situación. “Deseamos valentía a nuestros guerreros, que están haciendo un trabajo muy importante y están resistiendo a una gran horda entrenada en Occidente”, decía Evgeny Popov.

En esa misma línea se expresó otro conocido presentador del mismo canal, Vladimir Solovyov: “Se entiende que la situación es difícil. Es una operación especial y no puede ser fácil. Por último, Olga Skabeeva dijo: ”Las Fuerzas Armadas de Ucrania han pasado a la ofensiva. Como resultado de batallas difíciles, hay información de que unidades rusas han abandonado Balaklia. La información es preocupante“.

“No todo el mundo se da cuenta de la paradoja de esta situación”, decía en un debate de Rusia 1 el profesor Vitaly Tretyakov. “Hay una gran confianza en la victoria, pero como respuesta debería haber logros reales. Cuando confías en la victoria y ves estos traspiés, pueden surgir tensiones sociales”, añadía.

Solovyov era firme en su respuesta al profesor: “Responderé a todos los que están nerviosos, esperemos a la declaración de nuestro Ministerio de Defensa. Esta operación militar especial es un trabajo difícil. Nuestros héroes están haciendo lo que pueden y nada es sencillo. El frente de batalla puede moverse de un lado a otro, pero lo que importa es cómo acaba. Déjenme recordarles que Iósif Stalin pidió que se disparase a todos los que entraban en pánico”.

Los expertos del think tank Instituto para el Estudio de la Guerra, con sede en Washington, calculan que las fuerzas ucranianas han recuperado más territorio en cinco días de lo que Rusia ha capturado en todas sus operaciones desde abril, y creen que la contraofensiva ucraniana en Járkov “está desbordando a las fuerzas rusas y colapsando el eje ruso del norte” del Donbás. 

En un discurso nocturno este domingo, Zelenski pareció confirmar la recuperación de la ciudad de Izium, en la que vivían 40.000 habitantes antes de la guerra. Se trata de una localidad estratégicamente importante que fue capturada por Rusia en primavera, situada al sureste de Járkov –la segunda ciudad más grande de Ucrania, duramente castigada por los bombardeos–. Su recuperación puede ser el logro militar más importante para Ucrania en el campo de batalla desde la retirada rusa de Kiev en marzo, según los analistas occidentales.