Desde hace ya 10 días, no hay novedades demasiado alentadoras sobre el posible acuerdo de paz que se atisbó en la última ronda de conversaciones presencial que Rusia y Ucrania celebraron en Estambul. El horror destapado en Bucha y otras ciudades al este de Kiev, donde se han documentado centenares de crímenes contra civiles por parte de las tropas rusas, ha apagado la llama del diálogo mientras que las palabras que se dirigen uno y otro bando son cada vez más encendidas.
Desde Rusia, acusan a Ucrania de “provocar” la ruptura del diálogo. Ucrania pide a Rusia que rebaje su “hostilidad”. Y uno de los mediadores más activos en el conflicto, Turquía, admite que las atrocidades cometidas contra civiles ucranianos son una losa sobre el objetivo de alcanzar un alto el fuego.
A finales de marzo, Turquía anunció que organizaría un encuentro entre el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y su homólogo ucraniano, Dimitro Kuleba. El ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, afirmaba que “en una semana o dos” podría producirse esta reunión de alto nivel. Por el momento no se ha vuelto a saber nada de esta cumbre.
Ibrahim Kalin, asesor principal del presidente de Turquía, Recep Tayip Erdogan, ha reconocido que los sucesos destapados en localidades como Bucha habrían afectado a la voluntad de Ucrania de continuar con las negociaciones, según informa el Financial Times.
“Los acontecimientos sobre el terreno, las imágenes de Bucha y de otros lugares hacen, por supuesto, que sea más difícil que las negociaciones prosigan como antes”, ha dicho Kalin al diario. “Los ucranianos están devastados, como todos nosotros (...) Estas son acciones realmente horribles, completamente inaceptables e inhumanas y quienquiera que haya hecho eso debe ser llevado ante la justicia”, ha asegurado el portavoz turco.
En su entrevista con el FT, Kalin ha reconocido que las informaciones sobre las masacres de civiles han puesto en riesgo las negociaciones, “especialmente en el lado ucraniano”, y ha señalado que es posible que “hagan una pausa por unos días” antes de que se retomen las conversaciones.
Rusia acusa a Ucrania de querer “abortar” las negociaciones
Mientras se suceden las condenas internacionales y se preparan nuevas sanciones contra Rusia a raíz de las masacres conocidas en Ucrania, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha acusado a Ucrania de querer “abortar las negociaciones”.
El martes Lavrov ya acusó a Occidente de utilizar la “provocación” sobre la matanza de Bucha, considerada por el Kremlin como un “montaje”, para torpedear las conversaciones de paz.
Este jueves, el ministro de Exteriores ruso ha cargado duramente contra Ucrania. Lavrov, que se había mostrado optimista el pasado 29 de marzo tras la reunión de Estambul, ha acusado a Kiev de cambiar partes que ya estaban acordadas en el texto que les presentaron el miércoles como base para el acuerdo de paz.
La incapacidad de llegar a acuerdos caracteriza una vez más a Kiev y a su política de alargar e incluso abortar las negociaciones renunciando a los acuerdos ya alcanzados
“La incapacidad de llegar a acuerdos caracteriza una vez más a Kiev y a su política de alargar e incluso abortar las negociaciones a través de la renuncia a los acuerdos ya alcanzados”, ha afirmado Lavrov en una rueda de prensa recogida por EFE.
Según el responsable de Exteriores ruso, Kiev ha cambiado de postura en varios puntos. “Los ucranianos formularon claramente que las futuras garantías de seguridad de Ucrania no se extenderían a Crimea y Sebastopol. En el proyecto de ayer esa clara afirmación está ausente”, ha asegurado.
En su lugar, “figura la idea de que los asuntos de Crimea y el Donbás se abordarán en la reunión de los presidentes de Rusia y Ucrania”, una postura previa a la acordada en Estambul, según anunció la propia delegación ucraniana.
El mandatario ruso asegura que se acordó también que cualquier ejercicio militar con participación de “contingentes extranjeros” solo podría celebrarse con el acuerdo de “todos los países garantes, incluido Rusia”. Según Lavrov, ahora Ucrania pide que para celebrar maniobras el beneplácito de Rusia no sea necesario.
Lavrov considera estos cambios una “provocación” y ha anunciado como respuesta, y “continuando con el proceso negociador”, que Rusia presentará su propio proyecto: “En el que queden plasmadas de manera clara y completa nuestras posiciones claves iniciales y nuestras demandas”.
Por su parte, el portavoz del presidente turco ha dejado entrever en su conversación con el FT que Rusia está tan preocupada por las sanciones como por la evolución de las operaciones militares y que esto puede ser un punto clave en las negociaciones. “Sufrieron muchas pérdidas allí [en Ucrania], pero las pérdidas económicas están comenzando a tener un impacto en la situación económica general y política”, ha dicho. “Tendría que haber un gesto mutuo y gradual para gestionar el paquete de sanciones. Desde el punto de vista ruso, esa es la única forma de que probablemente hagan concesiones”, ha dicho Kalin.
Ucrania pide a Rusia que rebaje el tono
El asesor de Zelenski Mikhailo Podoliak ha respondido a las acusaciones de Rusia asegurando que son “pura propaganda”. El miembro de la delegación de negociadores ucranianos ha dicho en un comunicado remitido a la agencia Reuters que Lavrov no participa directamente en las negociaciones, que sus declaraciones son un “ejercicio puramente propagandístico” y que lo que pretenden es “desviar la atención de los acontecimientos sucedidos en Bucha”.
Sobre el curso de las negociaciones, Podoliak se ha pronunciado en Twitter: “Los propagandistas rusos no son menos responsables de las atrocidades cometidas en Ucrania que los militares. Han estado generando odio hacia Ucrania en los medios durante años. Ahora la audiencia rusa quiere sangre y no acepta excusas. Si Moscú quiere demostrar su disposición para el diálogo, debe reducir el grado de hostilidad en los medios”.
Podoliak se refiere no solo al relato que se da desde el Kremlin en sus medios oficiales de la masacre de Bucha (“fue un montaje”, “fueron los ucranianos”), sino también a un artículo publicado recientemente en el medio estatal ruso RIA Novosti que acusaba “a la mayoría de la población ucraniana” de ser “cómplice del nazismo” y contemplaba como solución la “reeducación” de la sociedad y el borrado de la identidad ucraniana.
Diálogo para prevenir “otros Buchas”
También ha respondido a Lavrov su homólogo ucraniano, Dimitro Kuleba. En una rueda de prensa después de entrevistarse en Bruselas con representantes de los países de la OTAN, Kuleba ha apostado por el diálogo para “prevenir otros Buchas”.
¿Cómo es posible hablar con Rusia después de todo lo que está pasando? No les entiendo, pero también entiendo que para prevenir otros "Buchas" debemos hablar y ver cómo acabar con esta guerra
“Estás haciendo la pregunta correcta”, ha dicho a uno de los periodistas. “¿Cómo es posible hablar con Rusia después de todo lo que está pasando? Yo solo tengo una pregunta para los rusos: ¿Quiénes son ? ¿De dónde vienen? ¿Allí no existe la compasión, la empatía por los niños o las mujeres a los que violan y matan, o por la población civil, o por la gente mayor, o incluso por las mascotas? No entiendo quiénes son (...) Pero también entiendo que para prevenir otros ”Buchas“ debemos hablar y ver cómo acabar con esta guerra”.
Sobre las palabras de Lavrov aseguró “no tener sentimientos personales en su contra” y estar dispuesto a tener una reunión con él. Sin embargo, le ha acusado de ser “cómplice de los crímenes” por las declaraciones que realiza sobre Bucha u otros lugares como Mariúpol.