El asedio de Israel al Hospital Al Shifa, en la Ciudad de Gaza y el principal de la Franja, comenzó el 18 de marzo. Y el documental 'Hospital Al Shifa. Los crímenes enterrados', arranca con el relato de ese día fatídico. Grabado después de la retirada de las tropas israelíes el 1 de abril, el film recrea los 14 días de cerco, incursiones y ataques indiscriminados al complejo hospitalario, donde había cientos de pacientes y personas que se habían refugiado en sus instalaciones después de haber abandonado sus hogares por los bombardeos.
Para ello, se empleó la única cámara que había en el barrio donde se encuentra Al Shifa –que también fue arrasado por los bombardeos, los disparos de artillería y las excavadoras israelíes–, además de algunos vídeos e imágenes captadas con los teléfonos móviles de algunos de los protagonistas del documental. Una enfermera, un médico ortopedista, el hijo de un paciente, un vecino y otros testigos dan cuenta del terror, la violencia, la humillación y la desesperanza que vivieron en sus propias carnes durante esas dos semanas. No todos sobrevivieron para contarlo, como el padre de Bashir Jaradah, cuyo cuerpo fue enterrado en una de las fosas comunes que los soldados excavaron en el patio de Al Shifa.
El relato de los supervivientes
“No había escuchado testimonios tan dramáticos”, afirma el director del documental, Obada Al Baghdadi, que desde Turquía dirigió la producción de la cinta contando con un equipo de periodistas palestinos sobre el terreno. Al Baghdadi ha viajado esta semana a España para estar presente en una proyección especial de 'Hospital Al Shifa. Los crímenes enterrados' en los cines Capitol de Madrid. Explica a elDiario.es que dirigir el documental “fue una experiencia muy difícil desde el punto de vista humano y sentimental, además de las dificultades de producción en medio de la guerra”. Entre ellas, la falta de medios técnicos o las malas comunicaciones con el norte de Gaza para coordinarse con los periodistas, que se enfrentaban al peligro de las bombas, que siguieron cayendo en la zona después de la retirada de las tropas y los tanques.
“Esta película fue grabada con una sola cámara, hicimos las entrevistas con los testigos una y otra vez en los lugares donde vivieron los acontecimientos, y eso dificultó también la fase del montaje y la posproducción”, dice Al Baghdadi. “Mientras grabábamos el film, fueron descubiertas las fosas comunes” en el exterior de Al Shifa y los periodistas pudieron capturar esos momentos, así como el momento en el que Bashir Jaradah descubrió el cuerpo de su padre: “Lo encontró pero le faltaban pedazos y los perros habían comido partes del cadáver”. Fotos del difunto fueron incluidas en el documental junto al desgarrador testimonio de su hijo, que no reconocía a su padre.
El director explica que eligieron los testimonios de personas diferentes, que habían presenciado o experimentado varios tipos de abusos, como ejecuciones en el patio de Al Shifa, y un vecino cuya casa fue bombardeada y su familia murió. “Hay distintos testigos presenciales para que la visión sea completa, sus relatos se complementan. La enfermera vio lo que les pasó a los hombres detenidos; un detenido vio lo que les pasó a las enfermeras; y sus testimonios coinciden, lo cual es una prueba más de su credibilidad”, afirma.
“Unas horas después de que las tropas se retiraran, decidimos hacer esta película para documentar lo que había hecho Israel y empezamos enseguida a contactar a los periodistas en Gaza, y ellos a grabar las entrevistas”, recuerda Al Baghdadi. La producción duró unos veinte días, agrega, porque el objetivo era hacerlo lo más rápido posible para inmortalizar las pruebas y también los sentimientos y sensaciones de los testigos, algunos de los cuales aparecen ante la cámara aún en un estado de shock e incredulidad por haber sobrevivido.
Un documental frente a “las mentiras de Israel”
“Queríamos asegurarnos de grabar el relato verdadero, antes de que salieran las mentiras de Israel y antes de que murieran los hechos”, asegura. Prueba de que existía un plan para manipular lo sucedido –según Al Baghdadi– es que la enfermera Sarah Abu Hatab relató cómo los militares le pidieron que dijera en un vídeo que había combatientes de Hamás en el hospital y que tenían armas, pero ella rechazó aparecer en ese vídeo propagandístico en el que sí participaron otros presionados por los soldados, tal y como afirma ella misma en el documental.
En la proyección del film este jueves, que contó con la colaboración de Casa Árabe, el embajador palestino en España, Husni Abdel Wahed, denunció precisamente que Israel había empleado el “pretexto” de que en Al Shifa había almacenes de armas para atacar y destruir “el hospital más grande de Gaza y el segundo de toda Palestina”. Abdel Wahed recordó que el hospital fue construido incluso antes “del invento del Estado de Israel [en 1948]” y en 1983 se dotó de locales subterráneos, en los que Israel alegó que Hamás se escondía. El embajador afirmó que el objetivo de Israel con la destrucción de Al Shifa, así como de otros muchos hospitales, escuelas e infraestructuras civiles, es “hacer de Gaza un lugar no apto para la vida humana”, en el marco de sus políticas de “limpieza étnica” en Palestina. Abdel Wahed lamentó el “ensañamiento constante contra los centros sanitarios del Ejército de ocupación israelí”, que ha dejado fuera de servicio 33 hospitales y 64 centros de salud de la Franja en estos ocho meses de guerra (según los últimos datos del Gobierno gazatí).
Para el director, el documental es una prueba de lo que ocurrió y espera que sea aceptada como tal por los tribunales internacionales que están investigando las violaciones del Ejército israelí en Gaza. “Si no escuchan a las víctimas, ¿a quién van a escuchar? ¿Escucharán el relato del asesino que mató a los que estaban en las fosas comunes que fueron descubiertas en Al Shifa?”, se pregunta Al Baghdadi. “Las imágenes hablan, pero el mundo está ciego”.
Con este documental, el director quiere conservar esas imágenes “para que el mundo no se olvide de los crímenes que cometieron los israelíes en este complejo médico, que está bajo la protección [del derecho] internacional y que era un refugio para los civiles y un lugar de cura para los heridos y los enfermos”. “Israel ha cometido un genocidio y masacres, y no quiere que el mundo lo sepa, por lo que prohíbe cualquier cobertura informativa, aparte de atacar a los periodistas”, denuncia Al Baghdadi, quien cree que sacar a la luz las atrocidades “es una forma de resistencia” frente a la ocupación israelí de Palestina.
Para cumplir con el cometido de “dar a conocer la verdad”, el documental se puede ver gratuitamente desde el pasado 12 de junio en el canal de YouTube de Al Jazeera 360, perteneciente a la cadena de televisión qatarí que ha sido la única que ha tenido corresponsales sobre el terreno en Gaza desde el comienzo de la guerra, varios de los cuales han sido asesinados en ataque de Israel en sus casas, junto a sus familias en algunos casos. Al Baghdadi es claro respecto a la finalidad de su trabajo: “El objetivo de la película es hacer llegar el mensaje y la voz de las víctimas, para que no mueran dos veces: una vez, con su asesinato, y otra vez, ocultando su historia”.