La crisis de la derecha francesa se profundiza. El Tribunal de Justicia de París ha suspendido este viernes la expulsión de Éric Ciotti como presidente del partido Los Republicanos (LR), votada el martes en una reunión de urgencia de la ejecutiva del partido, después que el líder de Los Republicanos anunciase un pacto electoral con la extrema derecha de Marine Le Pen.
Ciotti no solo no acató la decisión sino que interpuso un recurso ante la justicia, al considerar que, de acuerdo con los estatutos del partido, solo el presidente puede convocar dicha reunión. Una jueza de París le ha dado la razón y ha declarado inválida la decisión de la ejecutiva.
El tribunal precisa que esta suspensión solo es válida “hasta que se dicte una resolución definitiva sobre el fondo”.
Con esta decisión, el tribunal evita pronunciarse de momento sobre el fondo de la cuestión, es decir, establecer cuál es la dirección legítima en el partido. Sin embargo, a efectos prácticos significa que Ciotti podrá mantener el control de la formación, al menos en los próximos días, con acceso no sólo a las oficinas del partido, sino también a los archivos de sus miembros y a las decisiones sobre las candidaturas a las elecciones legislativas del 30 de junio y el 7 de julio, cuya fecha límite de presentación es el próximo domingo 16.
“Era evidente lo que iba a pasar, yo no tenía ninguna duda, porque lo que han hecho [la ejecutiva] ha sido muy burdo”, ha declarado Éric Ciotti a la cadena BFMTV, minutos después de conocerse la decisión. “Ahora es momento de centrarse en la campaña y en esta alianza de la derecha que yo he querido, para que mañana podamos vencer a la extrema izquierda”, añade.
“Nos mintió”
En realidad la secuencia que ha fracturado el que fuera el partido de Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy se inició la noche del lunes. Las principales figuras de la formación conservadora, incluido el presidente del Senado, Gérard Larcher y los líderes de los grupos en las dos cámaras del Parlamento, se reunieron para discutir los próximos pasos de cara a la preparación de la campaña electoral para las legislativas. Éric Ciotti también estuvo presente en una cita en la que se acordó mantener la autonomía de la derecha gaullista ante posibles ofertas de pacto procedentes de Macron o de la extrema derecha.
Un día después, el presidente del partido pillaba a todo el mundo por sorpresa anunciando haber cerrado un acuerdo electoral con la extrema derecha, reconociendo además haber mantenido conversaciones con Jordan Bardella y Marine Le Pen a lo largo del lunes. “Nos mintió”, dijo minutos después el líder de Los Republicanos en el Senado, Bruno Retailleau. “Sin duda por razones personales con respecto a su circunscripción de Niza y también para ponernos en una situación en la que no pudiéramos dar marcha atrás porque teníamos candidatos a punto de entrar en campaña”.
Si Ciotti esperaba que sus compañeros de partido aceptasen la decisión como hecho consumado se equivocaba. Horas después, tras una avalancha de duras críticas, se convocó una reunión de la ejecutiva del partido en la que se votó la inmediata destitución del presidente. Ciotti, que no acudió a la cita, no acató la decisión al considerar que la ejecutiva era “contraria a los estatutos”. Se abrió así un pulso que ha conducido a las dos partes a los tribunales, donde el Ciotti ha conseguido una primera victoria.