El viaducto desplomado este martes a mediodía sobre la autopista A-10 que une Génova con Savona, en Italia, y cuyo derrumbe ha causado más de una treintena de víctimas mortales y un número todavía indeterminado de heridos, estaba siendo sometido a tareas de consolidación, según ha informado en un comunicado la empresa gestora de la vía, Autostrade.
“En relación con el colapso de una parte del viaducto de Polcevera en la A-10, Autostrade per l'Italia informa que en la estructura, que data de la década de 1960, se estaba trabajando para consolidar la losa del viaducto y que, tal como estaba previsto, se había instalado una grúa para permitir que las actividades de mantenimiento se llevasen a cabo. El trabajo y el estado del viaducto estaban sujetos a la constante observación y supervisión por la Gerencia del Tramo de Génova. Las causas del colapso serán objeto de análisis en profundidad tan pronto como sea posible acceder de forma segura a los lugares”, señala el comunicado.
Autostrade es una filial del grupo Atlantia, cuyas acciones se han desplomado este martes al mediodía en la Bolsa de Milán tras conocerse el derrumbamiento. Poco después, la cotización ha quedado suspendida de manera indefinida.
Hacia las 15:50 horas, las acciones de esta gestora de autopistas perdían más de un 5,35%, a un precio de 23,55 euros por acción. Si bien, tras conocerse el accidente, los títulos de la compañía han llegado a desplomarse más e un 10%.
Atlantia es uno de los grandes grupos de infraestructuras europeos. En nuestro país ganó fama el pasado año, cuando lanzó una opa por su rival Abertis, entonces cotizada en el Ibex 35, y la principal operadora de carrerteras y autopistas en España. Finalmente, tras otra oferta presentada por Hotchief, filial alemana de ACS, la compañía presidida por Florentino Pérez, ambas multinacionales se repartieron el accionariado. La operación tuvo una valoración final que superó los 14.000 millones de euros.