Es manifiestamente contraria al aborto. Pero la candidata de los populares europeos, Roberta Metsola (San Julián, Malta, 1979), es la mejor colocada para ganar la votación para la presidencia del Parlamento Europeo el próximo martes en Estrasburgo. Una vez que los socialistas renunciaron a presentar candidato propio a mediados de diciembre, los populares europeos tienen el camino expedito en virtud del pacto del verano de 2019 que dejaba la primera mitad de la legislatura para el socialista David Sassoli, fallecido este martes de madrugada, y la segunda mitad para los populares.
Los liberales ya han anunciado su voto a favor de Metsola, mientras que los socialistas, de momento, sólo han dicho que no presentarán un candidato propio y que mantienen las negociaciones abiertas con los populares. El apoyo final de los socialistas a la candidata maltesa de los populares europeos dependerá de esas negociaciones en las que los socialistas reclamarán líneas políticas, pero también poder institucional: pueden pedir prioridades legislativas al principal grupo de la Eurocámara, más vicepresidencias –ahora tienen cuatro los populares y ellos tres, más la presidencia–, presidencias de comisiones o, incluso, el relevo en la poderosa secretaría general del Parlamento Europeo, un puesto clave que está en manos de un alemán, Klaus Welle (CDU), desde 2009.
Todo eso está sobre la mesa y los socialistas negociarán hasta el final antes de decidir si hay un acuerdo que, en todo caso, tiene una disciplina relativa en tanto que el voto de los eurodiputados es secreto, y está por ver el efecto que tiene el fallecimiento de David Sassoli, un referente de defensa de la justicia social y la democracia que pugnó hasta el final por una candidatura socialista a la presidencia de la Eurocámara, a la hora de votar a o no a una candidata antiabortista en pleno 2022.
De momento, los eurodiputados socialistas, a falta de candidato propio, tienen ante sí dos tentaciones: por La Izquierda, Sira Rego (IU), quien este martes ha tendido la mano a socialdemócratas y Verdes en sendas reuniones con los dos grupos para tejer alianzas progresistas como las que han hecho posible el fondo de recuperación, la emisión de deuda comunitaria o la apuesta del Parlamento Europeo por la liberación de las patentes, por ejemplo.
Una mano tendida que, según fuentes presentes en las reuniones, ha sido bien acogida por unos y por otros. No obstante, los Verdes han terminando decidiendo presentar una candidata propia, después de semanas de especulación sobre la posibilidad de que terminaran apoyando a Metsola. Pero lo cierto es que por una amplia mayoría la bancada ecologista ha decidido que sea la ex ministra sueca de Cultura Alice Bah Kuhnke quien se presente como candidata a presidir el Parlamento Europeo.
Este movimiento garantiza que, como mucho, Metsola contará con los votos populares, socialistas y liberales. Pero no serán todos ellos en bloque, pues habrá fuga hacia la izquierda y los Verdes como ya la hubo en la anterior votación de julio de 2019, y entonces los socialistas sí presentaron candidato.
Metsola, además, tendrá un rival por su derecha, el ultraconservador polaco Kosma ZÅotowski, quien en abril de 2018 fue excluido por el Parlamento Europeo, junto con otros dos eurodiputados de ECR –grupo derechista de Conservadores y Reformistas–, de toda misión como observadores electorales después de viajar a Azerbaiyán sin mandato y hacer comentarios positivos del proceso electoral, en el que no participó la oposición por falta de garantías y que culminó con la reelección del presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev –en el poder desde 2003–.
Posteriormente, ZÅotowski se sumó a una campaña para pedir a Amazon que deje de vender ropa y objetos con símbolos soviéticos o con la hoz y el martillo. “La URSS era un Estado totalitario y criminal. Una empresa como Amazon debería saberlo”, dijo. ZÅotowski también fue el anfitrión del primer acto de Vox en el Parlamento Europeo, en marzo de 2019, antes de las elecciones europeas, con Javier Ortega Smith y Jorge Buxadé.
Las votaciones de Metsola
Durante la actual legislatura del Parlamento Europeo, Roberta Metsola se ha pronunciado en más de una ocasión contra el aborto y los derechos reproductivos de las mujeres.
En noviembre pasado, la candidata popular se opuso a una resolución del Parlamento Europeo, de 11 de noviembre de 2021, sobre el primer aniversario de la prohibición de facto del aborto en Polonia. Meses antes, en junio, votó en contra de garantizar a las mujeres una atención sanitaria adecuada y asequible, el respeto universal de sus derechos sexuales y reproductivos (resolución del Parlamento Europeo de 24 de junio de 2021 sobre el 25º aniversario de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo).
Así, en junio pasado, Metsola votó en contra de un texto que decía que “las leyes de aborto restrictivas (..), la poca disponibilidad de servicios, los altos costes, el estigma, la objeción de conciencia de los proveedores de atención médica y los requisitos innecesarios (...) se encuentran entre las principales barreras para abordar la salud materna y contribuyen a abortos inseguros y muertes de madres”.
El texto contra el que votó la maltesa pedía “un enfoque integral en el paquete esencial de salud sexual y reproductiva, que incluya medidas para prevenir y evitar los abortos inseguros y la atención posterior al aborto, que debe integrarse en las estrategias, políticas y programas nacionales de salud”.
La candidata del PPE también votó en contra, en diciembre de 2020, de condenar el uso de la pandemia como pretexto para que algunos gobiernos retrocedan en derechos fundamentales de los trabajadores y de las mujeres, recordando el derecho inalienable al acceso a la asistencia sanitaria, así como el derecho a la libre determinación sobre el propio cuerpo (Resolución del Parlamento Europeo, de 17 de diciembre de 2020, sobre una Europa social fuerte para las transiciones justas).
Previamente, en julio de 2020, Metsola también había votado en contra de pedir a los Estados miembros que promuevan y garanticen el acceso a los servicios de derechos sexuales y reproductivos, incluido el acceso a la anticoncepción y el derecho al aborto seguro, así como de garantizar una educación sexual integral, el fácil acceso de las mujeres a la planificación familiar y la gama completa de servicios de salud reproductiva y sexual, incluidos los métodos anticonceptivos modernos y el aborto seguro y legal, también en tiempos de crisis (Resolución del Parlamento Europeo, de 10 de julio de 2020, sobre la estrategia de salud pública de la UE posterior a la COVID-19).