Las elecciones de este domingo en Colombia no arrojaron sorpresas con respecto a lo pronosticado por las encuestas, que están entre las ganadoras de la jornada junto con los candidatos de la segunda vuelta: Iván Duque, del partido uribista Centro Democrático, y la izquierda que representa Gustavo Petro.
Con el 100% escrutado, Duque obtuvo 7.569.693 votos (39,14%), un primer lugar que le permite ir a segunda vuelta el 17 de junio con una ventaja de 2,7 millones de papeletas sobre Petro pero que tendrá que acrecentar con alianzas para las cuales ya empezó a emitir las primeras señales. “Mis contendientes nunca han sido ni serán mis enemigos”, manifestó esta noche Duque en su discurso, en el que dedicó palabras para cada uno de los candidatos comenzando por Sergio Fajardo, tercero este domingo con 4,5 millones de votos (23,73%).
Petro, por su parte, consiguió 4.851.254 votos (25,0%) pero ya dejó claro que a pesar de la desventaja con la que parte para la nueva campaña de tres semanas está seguro de que puede dar la vuelta al tablero porque cree que Duque “parece tener un techo” mientras él avanza “con paso firme, constante, siempre adelante”.
El resultado de hoy es un reflejo de la polarización que vive la sociedad colombiana principalmente frente a asuntos como el acuerdo de paz con la antigua guerrilla de las FARC y el temor a que Colombia se convierta en una segunda Venezuela. En estos dos asuntos, las posiciones de Duque y Petro están en las antípodas y quien logre atraer al menos parte del electorado de Fajardo y del exvicepresidente Germán Vargas Lleras, cuarto con 1.407.840 votos (7,28%), llevará las de ganar.
En la decisión del electorado pesarán no solamente la afinidad con el proyecto político del uno o del otro sino también factores como el índice de rechazo, porque hay ciudadanos que no se sienten cómodos votando por ninguno de los dos. La última encuesta antes de la primera vuelta, de la firma Invamer para la revista Semana y otros medios, mostró que Duque tiene una imagen positiva para el 54% de los consultados y negativa para el 31%, mientras que en el caso de Petro hay un empate pues el 43% lo ve con buenos ojos y el 44% lo rechaza.
Sea como fuere, la votación obtenida por ambos es récord puesto que la de Duque es la mayor de una primera vuelta desde 1994, cuando empezó a regir el sistema de dos rondas, y la de Petro marca un hito para la izquierda, que nunca había volado tan alto pues casi duplica los 2,6 millones de votos (22%) obtenidos por el magistrado Carlos Gaviria en 2006.
Lo expresado hoy en las urnas por los colombianos había sido pronosticado en los tres últimos meses por todas las encuestas de intención de voto, que no solo acertaron las posiciones de los candidatos sino que también estuvieron cerca de los porcentajes obtenidos. La excepción estuvo con Fajardo, a quien los sondeos le daban de media el 15%, casi nueve puntos menos de los que finalmente obtuvo, producto en parte de una campaña de última hora para remontar los pronósticos que le dejó a las puertas de la segunda vuelta. De esta forma, las encuestadoras, muy criticadas por recientes fracasos como el del plebiscito por la paz de octubre de 2016, o a nivel internacional por el del Brexit, recuperan en parte su credibilidad en Colombia.
También resultó ganadora la democracia colombiana, que en las elecciones más tranquilas que recuerda el país logró reducir la abstención a menos del 50%, concretamente al 46,62%, algo que no ocurría desde las de 1998.
Igualmente salió triunfante la Registraduría Nacional, entidad que organiza las elecciones, que no solo mostró que eran infundadas las denuncias de supuesto fraude hechas por Petro sino que además mostró eficiencia y rapidez en el escrutinio, hasta el punto de que menos de una hora después del cierre de los colegios ya se sabía quiénes irían a la segunda vuelta.
Entre los perdedores queda el presidente Juan Manuel Santos, porque pese a que no apoyó expresamente a ningún candidato tendrá como sucesor a Duque o a Petro, con quienes no tiene cercanía, y porque Vargas Lleras, el más afín a su Gobierno tras ser ministro de varias carteras y vicepresidente, se hundió en el cuarto puesto. Seis horas después del cierre de los colegios, Santos no había enviado ningún saludo a los dos primeros y su única manifestación sobre los comicios fue una reiteración en Twitter de que fueron “las elecciones más seguras, más transparentes, con mayores garantías, más observadas y con el mayor número de electores”.