Fuerzas militares de Estados Unidos han lanzado esta madrugada decenas de misiles crucero contra un aeródromo en Siria en lo que es el primer ataque directo estadounidense contra el Gobierno del presidente Bachar Al Asad desde que comenzó la guerra civil en ese país.
El bombardeo se produce en represalia del ataque con armas químicas a la localidad de Jan Shijún al norte de Siria, en el que fallecieron 84 civiles y otras 546 personas resultaron heridas, según datos de la OMS.
Decenas de misiles Tomahawk han sido disparados contra la base aérea de Shayrat, en la ciudad siria de Homs, desde la que el Gobierno estadounidense cree que partieron los aviones que ejecutaron los ataques aéreos. La base, que es la segunda más importante de las fuerzas gubernamentales sirias, ha quedado “prácticamente destruida”, según un comunicado difundido por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Fuentes del Gobierno sirio apuntan que en el ataque han fallecido siete personas y otras nueve han resultado heridas.
El Pentágono comunicó que en el ataque, producido a las 4.40 hora de Siria, se lanzaron 59 misiles Tomahawk desde los destructores Ross y Porter situados en la zona oriental del Mediterráneo. Los objetivos fueron “aviones, hangares, depósitos logísticos, de combustible y de munición, sistemas de defensa antiaérea y radares” de la base.
El ataque no fue una sorpresa. Unas seis horas antes, varios medios norteamericanos informaron de que la Administración de Trump estaba estudiando llevar a cabo una acción de represalia contra un objetivo militar sirio. El presidente se encontraba en su residencia de Florida en Mar-a-Lago, donde había iniciado una cumbre con el presidente chino, Xi Jinping. Trump autorizó el ataque tras una reunión con sus asesores en la que los responsables del Pentágono participaron a través de una videoconferencia y después se fue a cenar con Xi.
Esta ha sido la primera orden militar directa de Trump para hacer uso de la fuerza desde que llegó a la Casa Blanca, ya que otras operaciones en Siria, Yemen e Irak se llevaron a cabo bajo autorización delegada a sus mandos militares.
Acusaciones directas a Asad
Trump justificó la operación militar en una comparecencia posterior. Acusó a Asad de haber autorizado el ataque con armas químicas y de causar la muerte a “hombres, mujeres y niños inocentes”.
“Es de vital interés de seguridad nacional de Estados Unidos la prevención y disuasión de la propagación y el uso de armas químicas mortales. No hay duda de que Siria utilizó armas químicas prohibidas, violó sus obligaciones bajo la Convención de Armas Químicas e ignoró las peticiones del Consejo de Seguridad de la ONU”, dijo Trump.
El Consejo de Seguridad de la ONU aún no se ha pronunciado sobre el ataque con armas químicas.
Trump se refirió al Gobierno de Asad en términos muy distintos a los utilizados en la campaña electoral y desde que fue elegido presidente. A diferencia de ocasiones anteriores en que centró su preocupación sobre Siria en la guerra contra ISIS, ahora acusó directamente al Gobierno sirio de ser responsable de la situación del país y de las consecuencias de la guerra en toda la región.
“Años de intentos de cambiar la conducta de Asad han fracasado y lo han hecho de forma dramática. Como resultado, la crisis de refugiados continúa ampliándose y la región continúa desestabilizándose amenazando a EEUU y a sus aliados”, dijo en el breve discurso.
Hace sólo una semana, el portavoz de la Casa Blanca había indicado que la permanencia de Asad en el poder no era algo que se pudiera evitar. “Con respecto a Asad, hay una realidad política que tenemos que aceptar”, dijo Sean Spicer, que destacó que era la lucha contra ISIS la principal prioridad del Gobierno norteamericano.
Debate en la ONU
El ataque se produjo poco más de un día después de que se celebrara una sesión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, donde la embajadora de EEUU, Nikki Haley, amenazó con una intervención militar.
“Cuando Naciones Unidas de forma reiterada no cumple con su deber, hay momentos en que los estados se ven obligados a actuar por su cuenta”, afirmó la embajadora estadounidense para cerrar su intervención.
Poco antes de la ofensiva estadounidense, Rusia había advertido a Estados Unidos de las “consecuencias negativas” que tendría una acción militar en respuesta al ataque químico. “Hay que pensar en las consecuencias negativas. Toda la responsabilidad, si hay una acción militar, estará sobre los hombros de aquellos que la inicien”, dijo a los periodistas el embajador ruso ante la ONU, Vladimir Safronkov.
Pese a no haber esperado a un acuerdo en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Estados Unidos alertó a las fuerzas militares rusas de su intención de efectuar un ataque contra la base aérea siria, según informó el portavoz del Pentágono, Jeff Davis. Las autoridades norteamericanas también informaron al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, antes de perpetrar el bombardeo.
Las críticas de Putin
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha calificado el ataque como una “agresión contra un Estado soberano” y ha advertido de que la decisión unilateral de Estados Unidos dañará de forma considerable las relaciones entre ambos países, según han afirmado fuentes del Kremlin.
“El presidente Putin considera que los ataques estadounidenses en Siria son una agresión contra un Estado soberano y una violación del derecho internacional, por si fuera poco, con un pretexto inventado”, ha explicado en declaraciones a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
El mandatario ruso ha agregado que “ve en los ataques un intento por parte de Estados Unidos de desviar la atención de la comunidad internacional de las múltiples víctimas entre la población civil en Irak, donde tropas estadounidenses lideran una operación militar contra el Estado Islámico” (en la ciudad de Mosul).
El Kremlin ha insistido en que “el Ejército sirio no dispone de arsenales de armas químicas, cuya destrucción fue supervisada y confirmada por la Organización para la Prohibición de Armas Químicas”. “Además, Putin opina que ignorar totalmente las pruebas sobre el uso de armas químicas por parte de los terroristas no hace sino empeorar la situación”, ha concluido Peskov.
Rusia, que junto con China ha vetado previas resoluciones de la ONU contra Al Asad, ha comunicado su intención de solicitar una reunión de urgencia en el Consejo de Seguridad de este organismo para abordar el ataque estadounidense. El Kremlin también ha anunciado la suspensión del acuerdo con Estados Unidos para la prevención de incidentes en el espacio aéreo sirio, según ha informado AFP.
Le Pen, en contra
En el mismo sentido se ha expresado Irán, quien también ha condenado la ofensiva estadounidense. En un comunicado, el ministro de Exteriores iraní ha calificado el ataque de “peligroso y destructivo”, al tiempo que ha subrayado que la acción unilateral de Trump “viola todos los principios de la ley internacional”.
La candidata de la extrema derecha a la Presidencia francesa, Marine Le Pen, también ha criticado la decisión de la Administración estadounidense de atacar la base aérea siria.
“¿Es demasiado pedir esperar los resultados de una investigación internacional independiente antes de efectuar este tipo de ataques? Estoy un poco sorprendida porque el señor Trump había dicho varias veces que no pretendía hacer de Estados Unidos el gendarme del mundo y es exactamente lo que hizo ayer”, ha afirmado.
Por su parte, el Gobierno chino no ha criticado abiertamente la acción militar de Washington, aunque ha defendido que a nivel internacional Pekín se opone al uso de la fuerza. “China defiende que el problema sirio debe ser resuelto a través de la vía política. Tal y como están las cosas, China espera que las partes involucradas mantengan la calma y actúen con moderación para prevenir una mayor escalada de tensiones”, ha manifestado la portavoz del Ministerio de Exteriores del país, Hua Chunying.
Respaldo de Reino Unido
Reino Unido, Alemania, Francia, Australia, Japón, Israel, Turquía, Nueva Zelanda o Arabia Saudí son algunos de los países de la comunidad internacional que han respaldado el ataque lanzado esta madrugada por Estados Unidos.
El Gobierno británico ha sido, de hecho, uno de los primeros en reaccionar a la ofensiva militar norteamericana. En una comparecencia, un portavoz de la primera ministra de Reino Unido, Theresa May, ha afirmado que la acción militar es “la respuesta apropiada” a la “salvaje” agresión perpetrada por el Ejército sirio contra civiles con armas químicas.
Desde Londres confían en que el bombardeo ordenado por el presidente Trump sirva para “impedir otros ataques” en el futuro de Damasco, a quien Occidente acusa de dirigir un ataque con armas químicas contra la población civil.
No obstante, Downing Street ha señalado que no contempla la implicación de Reino Unido en la respuesta militar al régimen de Al Asad. “No nos hemos comprometido a una acción militar contra Siria. Nuestro parlamento lo consideró en 2013 y lo descartó”, ha explicado el ministro británico de Defensa, Michael Fallon.
“Debe continuar a nivel internacional”
Esta mañana, el presidente de Francia, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, han mantenido una conversación telefónica en la que han abordado la situación en Siria. En un comunicado conjunto, ambos líderes han descargado sobre Al Asad la “total responsabilidad” del ataque químico y la posterior reacción estadounidense: “Su uso continuado de armas químicas y crímenes masivos no podía quedar sin castigo”, recoge el texto.
Hollande también ha trasladado que la “respuesta” estadounidense debe continuar a nivel internacional en el marco de la ONU. “Creo que esta operación es una respuesta que debe ser continuada a nivel internacional en el marco de Naciones Unidas, en el caso de que sea posible, para que podamos ir hasta el final de las sanciones contra Bachar al Asad e impedir que haya nuevo uso de armamento químico”, ha indicado en una breve declaración ante la prensa.
Poco antes, el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Sigmar Gabriel, ha calificado de “comprensible” el bombardeo estadounidense, al tiempo que ha tachado de “fracaso” el hecho de que el Consejo de Seguridad no reaccionara al ataque con armas químicas del régimen sirio.
Ante la falta de respuesta del Consejo de Seguridad, “es comprensible que Estados Unidos haya reaccionado ahora con un ataque contra estructuras militares del régimen de Al Asad, del que partió este atroz crimen de guerra”, ha declarado Gabriel, desde Bamako.