Estados Unidos y los talibanes rubricaron este sábado un histórico acuerdo de paz para Afganistán en la capital catarí en presencia de observadores internacionales y dignatarios de diversos países, entre ellos los ministros de Exteriores de Turquía y Pakistán, además de una amplia delegación insurgente.
El pacto fue firmado por el representante especial de Estados Unidos para la paz, Zalmay Khalilzad, y, el líder talibán mulá Abdul Ghani Baradar.
Si se cumple el acuerdo, Estados Unidos reducirá a 8.600 soldados su destacamento militar en Afganistán, que actualmente cuenta con unos 14.000, en un periodo de 135 días tras la firma, y en 14 meses todas las tropas extranjeras saldrán del país.
El documento, al que ha tenido acceso Efe, continúa diciendo que las fuerzas militares extranjeras restantes se irán reduciendo “proporcionalmente durante un periodo equivalente, sujeto al cumplimiento por parte de los talibanes de sus compromisos en virtud del acuerdo” de paz.
No obstante, mientras sus tropas sigan en el país, EEUU continuará “realizando operaciones militares en Afganistán con el consentimiento de su Gobierno para interrumpir y degradar los esfuerzos de al-Qaeda, Estado Islámico y otros grupos terroristas internacionales”.
De cara a alcanzar un “acuerdo de paz integral”, ambos gobiernos coinciden en que se deben dar cuatro condiciones: “garantías para evitar el uso del suelo afgano por parte de grupos o individuos terroristas”; el calendario de retirada de las fuerzas extranjeras; el alcance de un acuerdo político intra afgano y “un alto el fuego permanente e integral”.
Tanto Estados Unidos como Afganistán se comprometen además a mantener discusiones con los talibanes con objeto de “liberar un número significativo de prisioneros de ambos bandos” como medida para “crear las condiciones para llegar a un acuerdo político” en las negociaciones intra afganas que seguirán al pacto de paz entre EEUU y los insurgentes.
El Gobierno afgano se compromete además “a iniciar un compromiso diplomático” en la ONU, cuando comiencen las negociaciones intra afganas, “para eliminar a los talibanes de la lista de sanciones antes del 29 de mayo de 2020 y, en cualquier caso, a más tardar 30 días después de finalizar un acuerdo marco y un alto el fuego permanente e integral”.
Mientras, Estados Unidos promete “buscar fondos anualmente que apoyen la capacitación, el equipamiento, el asesoramiento y el mantenimiento de las fuerzas de seguridad afganas”, para que pueda defenderse de forma independiente de “amenazas internas y externas”.
“Estados Unidos se abstendrá de la amenaza o el uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de Afganistán o de intervenir en sus asuntos internos”, dice la declaración conjunta entre el Ejecutivo afgano y el estadounidense.
Por último, indica que la primera potencia mundial contribuirá “ara construir un consenso regional e internacional” que dé apoyo a las negociaciones intra afganas para que resulten en un acuerdo político que termine con la guerra en Afganistán.
La contienda empezó tras el desalojo del poder de los talibanes en 2001, tras la invasión estadounidense del país.