Biden, el primer presidente católico desde Kennedy: fan de Francisco y defensor del matrimonio igualitario
Joe Biden lleva un rosario en el bolsillo, el que perteneció a su hijo mayor Beau, que murió en 2015. El día de las elecciones fue a misa, como también hace todos los domingos.
En su discurso de victoria, citó un pasaje del Eclesiastés: “La Biblia nos dice que para todo hay una estación; un momento para construir, otro para cosechar y otro para sembrar. También hay un momento para cerrar las heridas. Éste es el momento de cerrar las heridas en Estados Unidos”.
Cuando Biden tome posesión y se convierta en el presidente número 46 del país será solo la segunda vez en la historia de Estados Unidos que un católico ocupe la Casa Blanca. Es un hombre de profunda fe que ha prometido restaurar el “alma de la nación” después de cuatro años de rencor.
A su lado, ejercerá una vicepresidenta que, además de ser la primera mujer de color en ocupar el cargo, procede de una familia que ha abrazado los credos baptista, hinduista y judío.
El papa Francisco también felicitó por teléfono esta semana a Biden. Los obispos católicos de Estados Unidos se apresuraron a felicitar al presidente electo, señalando que se trata sólo del segundo presidente católico del país, después de John F. Kennedy, primero en lograrlo.
José Gómez, arzobispo de Los Ángeles y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, dijo al respecto que “en este momento de la historia de Estados Unidos, los católicos tienen el deber especial de ser pacificadores, de promover la fraternidad y la confianza mutua y de rezar por un espíritu renovado de verdadero patriotismo en nuestro país”.
Estilo de gobierno
El catolicismo de Biden es parte central de su vida y es probable que contribuya a dar forma a su estilo de gobierno una vez asuma la presidencia.
“Mi catolicismo es tan cultural como teológico”, escribió Biden en su libro Promises To Keep. “Mi idea de mí mismo, de la familia, de la comunidad, del mundo en general, viene directamente de mi religión. No tanto de la Biblia, las bienaventuranzas, los Diez Mandamientos, los sacramentos o las oraciones que aprendí. Se trata de la cultura”.
Hace menos de dos semanas, en un artículo publicado por el Christian Post, Biden escribió: “Mi fe católica me inculcó una verdad fundamental: que todas las personas de la tierra son iguales en derechos y dignidad, porque todos somos hijos amados de Dios”.
Como presidente, añadió: “Esos serán los principios que darán forma a todo lo que haga, y mi fe seguirá sirviendo como mi ancla, como lo ha hecho toda mi vida.”
Fan de Francisco
Varios de los anuncios de la campaña de Biden mostraron imágenes de sus reuniones con el papa Francisco. En una entrevista de 2015, Biden dijo que Francisco es “la encarnación de la doctrina social católica con la que fui criado. La idea de que todos tienen derecho a la dignidad, que a los pobres se les debe dar una preferencia especial, que tienes la obligación de transmitir ejemplo y ser inclusivo”.
En la convención demócrata de agosto, cuando Biden fue proclamado oficialmente como candidato del partido en la carrera por la presidencia, su amigo y sucesor como senador de Delaware, Chris Coons, dijo que la fe de Biden no es “un apoyo o una herramienta política”.
Y ahondó: “La fe de Joe tiene que ver con nuestro futuro, con un mundo con menos sufrimiento y más justicia en el que seamos mejores representantes de la creación, tengamos una política migratoria más justa y donde podamos llamar por su nombre y confrontar los pecados originales de esta nación como la esclavitud y el racismo. Joe sabe que estos son temas centrales en estas elecciones. Y para él, están arraigados en la fe”.
Algunas organizaciones católicas conservadoras instaron a sus seguidores a no votar por Biden debido a su postura pro-elección sobre el aborto, aunque la mayoría de los católicos de Estados Unidos dicen que el aborto debería ser legal en todos o la mayoría de los casos, según una investigación reciente del Pew Research Center.
Biden ha dicho que él personalmente cree que la vida comienza en la concepción pero reconoce que no todos comparten su punto de vista. En una entrevista con America Magazine, una publicación jesuita, dijo en 2015: “Lo que no estoy dispuesto a hacer es imponer a otras personas un punto de vista que se base en mi fe”.
Biden no siempre ha sido un defensor de los derechos de las personas LGBT+, pero ahora apoya el matrimonio entre personas del mismo sexo y se ha comprometido a promulgar la Ley de Igualdad en los primeros 100 días de su presidencia. Será el “presidente más pro-igualdad que hayamos tenido nunca”, según el activista de los derechos LGBT Chad Griffin.
Su catolicismo y sus raíces irlandesas parecen haber atraído a los votantes en estados de mayoría católica del Medio Oeste como Pensilvania. Poco más de la mitad de los católicos de Estados Unidos (51%) votaron por Biden la semana pasada, en comparación con el 45% que votaron demócrata en 2016; y el 47% votó por Trump esta vez, en comparación con el 52% de hace cuatro años, según los sondeos a pie de urna.
Biden ha dicho frecuentemente que su fe le ha ayudado a hacer frente a tragedias personales, entre ellas la muerte de su primera esposa e hija en un accidente de coche en 1972 y, de nuevo, en 2015 cuando su hijo, Beau, murió de cáncer.
Anthea Butler, profesora de estudios religiosos en la Universidad de Pensilvania, dijo que el lenguaje de esperanza y “cerrar heridas” de Biden “habla mucho de su fe católica”. En declaraciones a un programa dominical de la BBC explicó: “Creo que quiere mantener un tono que no sólo sea conciliador sino que esté basado en la fe”.
Kamala Harris, que será la vicepresidenta de Biden a partir de enero, se identifica como baptista negra, con antecedentes familiares de hinduismo y cristianismo. Está casada con un hombre judío.
“Esto es muestra de que la religión es fluida en Estados Unidos, y de cómo funcionan los matrimonios y las familias de varias religiones”, dijo Butler.
Traducido por Alberto Arce
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