El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, reiteró este martes su apoyo a la reintroducción de la pena de muerte en su país con el argumento de que “el pueblo lo quiere”, y defendió las masivas detenciones y despidos llevadas a cabo en su país desde el fallido golpe militar del 15 de julio.
Así lo expresó en una entrevista concedida a la televisión pública alemana ARD. “No soy un rey, sólo un presidente” y para ser un mandatario fuerte “no hay que actuar en contra de la Constitución”, admitió sobre la necesidad de que la decisión sobre la pena capital pase por el Parlamento.
Eso sí, explicó que sí es su función “escuchar al pueblo”, y puesto que éste quiere la pena de muerte, consideró necesario plantear el tema en la Asamblea General. “Si estamos en un Estado democrático, el pueblo tiene la última palabra. Y la gente, ¿qué dice ahora? Quiere que se reintroduzca la pena de muerte”, subrayó.
La revalidación de la pena de muerte es un inconveniente para la entrada de Turquía en la UE, en un momento en el que las relaciones con Bruselas no pasan por su mejor momento. Este lunes el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, advertía al líder turco de que la reinstauración de la pena de muerte supondría el cese “inmediato” de las conversaciones para la adhesión.
Erdogan ha mantenido su pulso con las autoridades comunitarias alegando que Europa es el único continente donde no hay pena de muerte. “En el resto del mundo, hay en casi todas partes”, ha defendido. “Es por eso que debe plantearse en el Parlamento”.
Además, varios líderes europeos, entre ellos la canciller germana, Angela Markel, han mostrado su preocupación por la oleada de despidos y detenciones arbitrarias que se han sucedido en el país con motivo de la intentona golpista. Solo el 16 de julio, apenas 24 horas después del levantamiento, más de 6.000 personas fueron detenidas y cerca de 3.000 jueces suspendidos so pretexto de ser aliados del predicador islamista Fethullah Gülen.
“Debido a que se conocen (los seguidores de Gülen), hemos sido capaces de responder rápidamente”, dijo Erdogan.
Crítico con Europa por los refugiados
Durante la entrevista también ha habido tiempo para los reproches por parte del presidente turco hacia sus socios europeos. Si desde Bruselas reprenden a Erdogan sobre la “la merma de los derechos fundamentales y la ley”, Erdogan ha acusado a las autoridades europeas de “no ser sinceras”. El presidente afirma que la UE no ha cumplido lo pactado en el acuerdo migratorio suscrito en Ankara el pasado marzo, en el que su país se comprometió a aceptar de vuelta a los refugiados que lleguen desde su terreno a las islas griegas de forma ilegal.
“Se comprometieron a enviarnos 3.000 millones, pero a Ankara sólo han llegado sumas simbólicas”, en concreto de uno a dos millones, ha puntualizado.
Además de en lo económico, el acuerdo con Bruselas incorporaba un apartado para aprobar la exención de visados a los ciudadanos turcos. La medida, pendiente de aprobación desde el pasado mes de junio, no llegó a ratificarse en el calendario previsto al no cumplir Turquía los requisitos que marcaba la UE en materia de lucha antiterrorista.
“Mantenemos nuestra promesa. Pero los europeos han mantenido su promesa?”, preguntó a la emisora alemana.