España relaja la relación con Kosovo mientras la UE deja en el aire la ampliación hacia los Balcanes

Andrés Gil

Enviado especial a Brdo (Eslovenia) —
6 de octubre de 2021 22:07 h

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España se ha mirado a veces en el espejo de los Balcanes. El independentismo catalán ha invocado en alguna ocasión la vía eslovena, y ninguno de los inquilinos de La Moncloa desde 2008 ha reconocido la independencia de Kosovo, declarada unilateralmente, por temor a dar alas a las aspiraciones independentistas catalanas o vascas.

Pero 2021 no es 2008. Las selecciones de fútbol de España y Kosovo se han enfrentado en torneos internacionales; Belgrado y Pristina tienen abierta una mesa de diálogo; y en la rueda de prensa de este miércoles Pedro Sánchez ha terminando llamando “primer ministro” al jefe del Gobierno kosovar, Albin Kurti.

“Es importante estar en todos los foros. España tiene que estar en todos los foros”, ha dicho este miércoles Pedro Sánchez: “¿Se imaginan que el Gobierno se sale de una sala por Kosovo en la que sí está Serbia?”

No hace tanto, en 2018, el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se salió de una cumbre UE-Balcanes, en la que sí estaba el resto de líderes de la UE, para no reconocer a Kosovo su derecho a estar en la sala. Además de España, otros cuatro países de la UE no reconocen a Kosovo como Estado independiente: Grecia, Rumanía, Chipre y Eslovaquia.

El portavoz adjunto del Grupo Popular en el Congreso, Pablo Hispán, ha afirmado que la decisión de Sánchez “no es torpeza, es entreguismo”. Según Hispán, que Sánchez haya acudido a la cumbre con el resto de 26 jefes de Estado y de Gobierno de la UE supone “aceptar la declaración unilateral de independencia” de Kosovo.

La silla vacía de Rajoy

En mayo de 2018, Mariano Rajoy dejó vacía la silla de España en una cumbre entre la UE y los Balcanes celebrada en Sofía (Bulgaria) por asistir los dirigentes kosovares. El formato de 2018 era muy similar al de este miércoles. Y al de mayo de 2020, una cumbre que debía celebrarse en Croacia pero que se desarrolló por videoconferencia por la crisis del coronavirus, con Albania, Bosnia y Herzegovina, Serbia, Montenegro, la República de Macedonia del Norte y Kosovo.

Tanto en mayo pasado como ahora, el Gobierno español consiguió una serie de condiciones protocolarias para “sentirse cómodo” para garantizar la neutralidad de la UE en un reconocimiento de una soberanía que no es unánime. Así, lo pactado incluía que no hubiera símbolos nacionales.

“España no ha cambiado la posición sobre Kosovo”, explican fuentes diplomáticas, “seguimos estando en contra de las declaraciones unilaterales de independencia. Ahora bien, tampoco vamos a ser más papistas que el papa y, si Serbia llegara a algún acuerdo con Kosovo, nosotros lo apoyaríamos. Nosotros apoyamos el diálogo entre Belgrado y Pristina”.

Fuentes comunitarias explican que, al margen de las reservas de algunos países con respecto a Kosovo, la cumbre evidencia el compromiso de la UE con los Balcanes Occidentales. “Los Balcanes son también parte de Europa y España ha estado a favor de la ampliación europea para la integración de los estados de los Balcanes en la UE”, ha afirmado Sánchez.

En efecto, los países de los Balcanes Occidentales se encuentran en la cola para entrar en la UE. Serbia y Montenegro tienen negociaciones avanzadas, si bien el conflicto abierto con Kosovo –que se traspasa al día a día, como el problema por las matrículas– supone un freno en el caso de Belgrado. Por otro lado, Albania y Macedonia del Norte han hecho progresos en Estado de Derecho en los últimos tiempos, si bien el conflicto entre Bulgaria y Macedonia del Norte sigue siendo un escollo: Bulgaria está bloqueando el inicio de las conversaciones porque exige que Skopje reconozca que tienen una historia y una lengua común.

Ampliación congelada

Los 27 han reafirmado este miércoles en la declaración de Brdo su “compromiso” con el proceso de ampliación, al que no ponen fechas ni plazos. Además, se comprometen a “movilizar 30.000 millones de euros durante los próximos siete años, entre 9.000 millones de euros en transferencias y 20.000 millones en inversiones, a través de la nueva Garantía de los Balcanes Occidentales”.

En el documento, los 27 recuerdan que “la UE y sus Estados miembros han proporcionado 2,9 millones de dosis de vacunas a los Balcanes Occidentales”, y afirman que “habrá más en el futuro. La UE apoyará los planes de vacunación de todos los socios para ayudar a alcanzar tasas de vacunación similares a la media de la UE antes de que acabe 2021”.

“Por experiencia histórica”, ha dicho Sánchez, “no somos un país fundador de la UE y por eso nos mostramos favorables a los procesos de ampliación. Consideramos a los Balcanes Occidentales una región más de Europa, a sus estados miembros como estados hermanos que tienen que formar parte de la UE en el horizonte más cercano. Les animamos a resolver sus cuestiones internas, sus disputas, y a cumplir con la agenda de reformas vinculada con el Estado de Derecho”.

Sánchez ha afirmado que “los Balcanes Occidentales no es una zona ajena” a España: “Recibimos refugiados, hicimos el ejercicio de solidaridad tanto dentro de nuestra casa como en esos países para garantizar la paz y estabilizar la región históricamente muy convulsa”.

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha dicho tras la cumbre que algunas tensiones internas dificultan su integración en la Unión Europea. Macron afirmó que la relación entre Serbia y Kosovo “sigue siendo compleja y tensa”, y reveló que mantuvo una reunión los dirigentes de esos dos países y con la canciller alemana, Angela Merkel. También afirmó que han vuelto los problemas entre Macedonia del Norte y Bulgaria.

“Hay que avanzar en esos asuntos”, dijo Macron, quien apostó por “devolver una perspectiva de integración a corto plazo a los Balcanes, que están en el seno de Europa, no hay más que mirar un mapa para darse cuenta”.

A la UE sí pertenecen Eslovenia (desde 2004) y Croacia (2013).

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, aseguró por su parte que “la UE no está completa sin los Balcanes Occidentales”. Al mismo tiempo, pidió, en la línea de lo aprobado en la declaración de Brdo, que sigan las reformas en materia de Estado de Derecho, respeto a los derechos humanos, libertad de prensa y medidas económicas para avanzar en la ampliación.