La portada de mañana
Acceder
16 grandes ciudades no están en el sistema VioGén
El Gobierno estudia excluir a los ultraderechistas de la acusación popular
OPINIÓN | 'Este año tampoco', por Antón Losada

Los eurodiputados salvan a la segunda el reparto de poder de los 28 que coloca al frente de la Eurocámara al socialdemócrata Sassoli

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —

Los 28 líderes de la UE pactaron el martes por la tarde, después de tres días seguidos negociando un reparto de poder. Que no atiende a las reclamaciones de la Eurocámara –que la Comisión sea presidida por un spitzekandidat–; que consolida el eje francoalemán por encima de una nueva mayoría que arrebatara el liderazgo a los populares europeos después de 15 años; y que supone un trágala en el que incorpora como pieza de cambio hasta aquella que parecía más técnica: el BCE.

Consecuencia de ese pacto que coloca al frente de la comisión europea a Ursula Von der Leyen, ministra de Angela Merkel; a Christine Lagarde en el BCE; a Josep Borrell en la diplomacia europea y a Charles Michel en el Consejo Europeo; es que los socialdemócratas presidirán el Parlamento Europeo en la primera mitad de la legislatura.

Y el elegido es el italiano del Partido Democrático David Sassoli, si bien el Consejo habría preferido al búlgaro Sergéi Stanishev, pero sus sombras de corrupción disgustaban al PPE y a parte de los socialistas, que también reivindicaban la soberanía del grupo parlamentario para elegir a su candidato a presidente.

Hasta tal punto la candidatura de Sassoli emana de la cumbre de jefes de Gobierno que liberales y populares no han presentado candidato propio. Y ese ha sido uno de los principales ejes de los discursos de Ska Keller (Verdes) y Sira Rego (Izquierda Unitaria Europea, GUE), que se ha visto reflejado en las votaciones, en el rechazo a Sassoli en primera ronda como rechazo al pacto de los 28 en Bruselas.

En la primera votación, a las 10.30, han participado 735 eurodiputados, con 73 blancos o nulos y 662 votos emitidos. Por lo que la mayoría absoluta necesaria era de 332.

Y Ska Keller obtuvo 133 votos –cuando su grupo, Verdes/ALE, es de 74 escaños–; Sira Rego, 42 –uno más que los 41 del GUE–; David Sassoli, 325 votos – más de un centenar menos de los 444 que suman PPE, S&D y Renew Europe–; y Jan Zarahdil, 162 votos –100 más que los 62 de su grupo, el ECR–.

Así que la confirmación tuvo que venir en la segunda ronda. El resultado fue: 704 votantes, con 37 votos en blanco o nulos. Por lo tanto, hubo 667 votos emitidos, con una mayoría absoluta de 334 necesaria. Keller llegó a 119 votos; Rego, 43 votos; Sassoli, 345 votos; y Zarahdil, 160 votos.

En su discurso tras el resultado final, Sassoli ha querido dar las gracias “al presidente Antonio Tajani por su dedicación”. El nuevo presidente de la Eurocámara ha afirmado: “Empieza una legislatura cargada de responsabilidad, no podemos conformarnos con mantener las cosas como están. Hay que recuperar el espíritu de los padres fundadores, que dejaron de lado el nacionalismo y la guerra para presentar un proyecto de paz, democracia e igualdad. Muchos han apostado por el declive de ese proyecto, pero los ciudadanos han demostrado que siguen creyendo en este proyecto extraordinario que da respuesta a los desafíos globales”.

“En Europa nadie le puede impedir a la oposición que se pronuncie”, ha dicho Sassoli, “no se puede condenar a nadie por su religión o ideología, no se puede humillar por la orientación sexual en el espacio europeo. La protección social forma parte de nuestra identidad, nuestro modelo de economía social de mercado debe relanzarse, protegiendo el medio ambiente y luchando contra la pobreza”.

Durante su intervención, la verde alemana, Ska Keller, ha reclamado que “el proyecto europeo está vivo, los votantes han dado respuesta a la retórica de odio de la extrema derecha” y ha llamado a “reforzar el Parlamento, eligiendo una persona que no sea moneda de cambio en las bambalinas del Consejo”, porque no sería “la señal que hay que transmitir a los ciudadanos”.

Keller ha afirmado que “la UE es más importante que nunca, por las desigualdades y la crisis climática”.

“Nací en un país dividido por el telón de acero”, ha recordado la verde alemana, “he visto qué significa cuando Europa supera las fronteras en las cabezas y en el territorio. Tengo una responsabilidad personal para defender ese patrimonio europeo. Para poder defender Europa hay que hacer gala de valentía. Como la única institución electa, el Parlamento es clave. Durante muchos años ha luchado por aumentar sus competencias. Ese trabajo debe seguir”.

Sira Rego, la eurodiputada de IU candidata a presidir la Eurocámara por parte de la Izquierda Unitaria (GUE) también ha pedido rechazar el pacto de los 28 jefes de Gobierno en el Consejo Europeo: “Mientras unos han mercadeado, millones dependen de nosotros. ¿De qué lado va a estar la persona que presida esta Cámara?”, se ha preguntado Rego, “¿de los lobbys y multinacionales, de la Europa de los muros y el neofascismo, o del lado de los pueblos y las trabajadoras?”

Rego ha reclamado que la UE “deje de progresar por el camino de la explotación de las trabajadoras y el planeta, hacia una vida sin futuro y sin esperanza en lo económico y con crisis ecosocial. El barniz verde no va a solucionar el problema, apoyen crear la comisión de emergencia climática”.

La número dos de la lista de Unidas Podemos ha denunciado que en la Eurocámara están sentados “la extrema derecha y los que asumís el discurso del odio y la violación de los derechos humanos”. “Fue detenida Carola Rackete”, ha recordado, “por eso proponemos que el Parlamento proporcione amparo y cobertura legal a quien quiere salvar vidas”.

Rego ha reivindicado sus raíces geográficas y políticas: “Vengo del país del 8M, del país que para cuando paran las mujeres; el feminismo es el gran antídoto para parar al fascismo. Somos nosotras quienes sostenemos las sociedades y sabemos en qué bando estamos: en el de la gente que se gana la vida con su trabajo, en el de la Resistencia francesa en París, en el de Manolis Glezos quitando la bandera nazi de la Acrópolis; en el del 25 de Abril y la Vila-Morena, en el de los partisanos que pusieron boca a bajo a Mussolini. Pero también reivindicamos el presente: el Sea Watch, el Open Arms, las jóvenes que se movilizan por un planeta vivo y la Europa del feminismo”.

El candidato apoyado por populares, socialistas y liberales, el socialdemócrata italiano David Sassoli ha hecho un discurso institucional, defendiendo la “unidad respetando nuestra diversidad para ejercer el control y dirección política”, en la línea del acuerdo de los 28 líderes de la UE que le va a permitir presidir durante dos años y medio el Parlamento Europeo: “Deseo ser el representante de nuestras diferencias. Todos tenemos que invertir nuestros esfuerzos en construir la casa de la democracia europea. Hay que restaurar la confianza entre ciudadanos e instituciones y abordar los grandes desafíos del cambio climático y la justicia social, del crecimiento del trabajo y las políticas migratorias”.

“Si confían en mí”, ha dicho el eurodiputado del Partido Democrático, “libraremos la batalla por un Parlamento más accesible, ecosostenible, que sea respetado por Estados e instituciones. Ustedes representan la esperanza, la rabia y las emociones de los pueblos. Estaré siempre a su disposición”.

Y ha concluido con una cita de Jean Monnet, hombre de negocios y banquero francés que, junto con Konrad Adenauer, Robert Schuman y Alcide De Gasperi, es considerado fundador de la UE como primer presidente de la CECA: “Nada es posible sin personas, nada dura sin instituciones”.

El cuarto candidato, el ultraconservador polaco Jan Zahradil, del ECR, grupo de Vox, refractario a la integración europea y adalid del soberanismo patriótico, se ha reclamado como candidato a presidente “imparcial, igualitario, equitativo, con respeto, que recuerde que tiene que representar a la Cámara en su conjunto, para recuperar el equilibrio entre el nivel europeo y el nivel nacional, y también entre el Parlamento, el Consejo y la Comisión. Tiene que finalizar la lucha para pasar a la cooperación”.

Zahradil ha recordado que “desde 2004 se han sumado 13 nuevos Estados, 11 países del Este y Centro de Europa. Soy el único que opta a presidir una institución de la UE que viene de ahí, y también de la tercera parte que no forma parte de la zona del euro. Eso tiene que ver con el equilibrio, con naciones medianas y pequeñas, y salvo Bélgica [Charles Michel presidirá el Consejo Europeo], soy el único que se presenta a presidir una institución europea. Necesitamos ese tipo de equilibrios”.