El comercio de armas volvió a batir un nuevo récord y las exportaciones aumentaron un 5,5% a nivel mundial durante el periodo 2015-2019, según los datos recopilados por el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI). El recuento vuelve a poner en primera posición a Arabia Saudí como principal importador de armas mundial: el régimen de Riad aumentó un 130% la compra de armamento durante los últimos cuatro años.
A pesar de que algunos países europeos como Alemania, Dinamarca y Países Bajos han optado por suspender la venta de armamento a Arabia Saudí, el régimen sigue liderando el gasto militar hasta el punto que el 12% de las compras de material militar en todo el mundo las hace este país.
Los bombardeos sobre posiciones civiles y las reiteradas violaciones de derechos humanos cometidas por el régimen saudí desde 2014 en Yemen -ampliamente documentadas por la ONU- junto a otros episodios controvertidos como el asesinato del columnista del Washington Post, Jamal Khasshoggi, no han impedido que algunas potencias occidentales siguieran comerciando con este país. Según los datos del SIPRI, el 73% de las importaciones de armas de Arabia Saudí procedieron de los EE.UU y del Reino Unido.
La inestabilidad en distintos países de Oriente Medio durante la última década también ha hecho aumentar las exportaciones a la región. Desde 2010, las exportaciones a países de esa zona han aumentado un 61% y representaron el 35% del total de las importaciones globales de armas de los últimos cuatro años.
España ha reducido significativamente sus exportaciones al régimen saudí, tradicionalmente uno de los mejores clientes de la industria armamentística española. Según los datos remitidos por el Gobierno al Congreso el pasado 27 de febrero, España ha pasado de ser en 2017 el segundo país del mundo que más exportaba a Arabia Saudí (546 millones de euros) a ser el decimotercero durante el primer semestre de 2019 (23,5 millones).
El Gobierno debe trasladar a la Cámara Baja los datos de exportaciones de armamentos cada semestre, pero el largo periodo en funciones había demorado la rendición de cuentas del Ejecutivo en las exportaciones de armamento. Los datos remitidos a finales de la semana pasada suponen los primeros que se tienen desde que Pedro Sánchez está en La Moncloa.
El intento de cancelar la entrega de 400 bombas láser a Riad, previamente vendidas y autorizadas por el Ejecutivo de Rajoy, supuso una de las primeros desacuerdos internacionales de Sánchez. Tras ese conflicto, el Gobierno paralizó durante 2018 las nuevas autorizaciones de exportaciones y logró reducir las ventas de armas a este país.
Esta reducción, sin embargo, podría tener los días contados. Los mismos datos aportados por el Gobierno muestran que durante el primer semestre de 2019 se autorizaron nuevas exportaciones por valor de 216 millones. Tampoco figuran en estos datos el contrato firmado por Navantia para vender cinco corbetas por 1.800 millones a Arabia Saudí. Durante la primera mitad de 2019, España exportó armamento por valor de 2.413 millones de euros a todo el mundo.
España es el séptimo exportador mundial
EE.UU. sigue siendo el primer exportador de armas del mundo, seguido de Rusia, Francia, Alemania y China. España está en la séptima posición de este ránking. A pesar de que Rusia se mantiene en segundo puesto, sus exportaciones disminuyeron un 18% respecto al periodo 2010-2014, una reducción que según Alexandra Kuimova, investigadora del SIPRI, se debe a la pérdida de terreno en India, durante años su principal cliente armamentístico.
Destacan también la pujanza de las industrias alemana y francesa. Las exportaciones desde Francia durante estos últimos cuatro años han aumentado un 72% y han llegado al nivel más alto de su historia. Según los investigadores del SIPRI, esta pujanza se debe a la demanda de Egipto, Qatar e India, convertido en este último periodo de cuatro años en el segundo importador de armas del mundo.
Alemania, por su parte, aumentó las exportaciones de material militar un 17% respecto al periodo 2010-2014 mientras que Turquía, uno de los principales clientes de la industria, redujo sus importaciones un 48% respecto al mismo periodo.