El expresidente argentino Alberto Fernández ha sido denunciado por su expareja, Fabiola Yañez, por violencia de género. La noticia ha generado perplejidad en Argentina. Desde Madrid, Yañez hizo la presentación judicial por videollamada ante el juez Julián Ercolini, quien investiga a Fernández en una causa por presunta corrupción. El político peronista, que estuvo al frente de la Casa Rosada entre 2019 y 2023, negó las acusaciones.
En su testimonio, Yañez manifestó estar padeciendo “terrorismo psicológico” por parte del expresidente. Conversaciones y fotos que están en poder de la Justicia probarían la comisión del “delito de lesiones leves en un contexto de violencia de género”, según el escrito.
Para resguardar la seguridad de la denunciante, el juez ordenó la prohibición de que Fernández se acerque a la ex primera dama a una distancia inferior a 500 metros y todo tipo de contacto -ya sea físico, virtual o por cualquier otro medio- y, además, le prohibió al expresidente salir de Argentina.
Fernández publicó en sus redes sociales un comunicado en el que dice: “Enterado por los medios de comunicación de la denuncia de Fabiola Yañez en mi contra, quiero expresar que la verdad de los hechos es otra. Solo voy a decir que es falso y que jamás ocurrió lo que ahora me imputa”. Luego agrega: “Por la integridad de mis hijos, de mi persona, y también de la propia Fabiola, no voy a hacer declaraciones mediáticas, sino que aportaré ante la justicia las pruebas y testimonios que dejarán en evidencia lo que realmente ocurrió”.
Yañez es madre del segundo hijo de Fernández, Francisco, que tiene dos años. Desde hace meses Yañez vive con su madre y Francisco en Madrid, mientras que el expresidente reside en Buenos Aires.
Los chats
Según información judicial filtrada al diario Clarín, todo surgió en base a los chats que Yañez mantuvo con la secretaria personal de Fernández, María Cantero. El celular de la secretaria está siendo peritado por la justicia en el marco de una causa vinculada a supuestos delitos mediante la contratación de seguros durante la gestión de Fernández. El juzgado de Ercolini descubrió que había diálogos entre Cantero y Yañez en los que ella le mandaba a la secretaria fotos, videos, audios y mensajes de texto en los que relataba episodios de violencia sufridos, supuestamente, por parte de Fernández en la Quinta de Olivos cuando ambos vivían allí.
Tal información se envió a la oficina de género de la Corte Suprema y luego volvió al despacho de Ercolini. El juez se comunicó con el abogado de la familia, Juan Pablo Fioribello, y se acordó que haría un zoom con Yañez El 26 de junio, el magistrado notificó a la ex primera dama sobre las imágenes y los chats y le consultó si quería realizar una denuncia penal. Ella dijo que no y la causa fue archivada. Más allá de eso, Ercolini le dejó en claro a Yañez que, si se arrepentía, podía realizar la denuncia en cualquier momento.
Finalmente, este martes Yañez decidió comunicarse con el juzgado. Según contó el abogado Fioribello a un canal de televisión, Yañez lo llamó y le dijo que “no aguantaba más”, que estaba “desbordada por la situación”, y que ella misma había denunciado a Fernández ante Ercolini.
La expareja de Fernández expresó que en la audiencia anterior no había denunciado porque “se le había solicitado que no inste la acción penal en contra de su presunto agresor a quien identificó como Alberto Ángel Fernández”, y manifestó estar padeciendo “acoso telefónico, de manera diaria” por parte del exmandatario
El abogado, que era de ambos, deberá definir a quién representará para evitar un conflicto de intereses. Ante las consultas periodísticas Fioribello expresó: “Si ella recibió golpes va a tener todo mi apoyo y ya se lo dije al expresidente”. Y aclaró que “hasta ahora lo que hay es el comienzo de una denuncia”.
Conquistas en materia de género
La noticia de la denuncia causó un shock en la militancia feminista y en el peronismo. Es que durante la presidencia de Alberto Fernández se lograron conquistas en materia de género. Se aprobó la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, se desarrolló el Programa Nacional de Educación Sexual Integral en los centros educativos y se creó el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad. Asimismo, se redujo la mortalidad materna adolescente con un plan modélico en América Latina.
La senadora de Unión por la Patria, Juliana di Tullio, que se define feminista, dijo desde su cuenta de X a interlocutores libertarios: “Dejen la hipocresía. A ustedes les importa tres almendritas si Alberto Fernández es un golpeador o no. A mí sí y mucho. Los y las que caranchean tienen un único interés: que él es peronista. Si fuese de otro espacio político dormirían como bebés”.
Dentro del movimiento de mujeres piden celeridad en el esclarecimiento del caso y, además, hay preocupación porque no quieren que esta denuncia sea utilizada por el oficialismo para atacar las políticas de derechos que el movimiento logró durante los últimos años de gobierno de peronismo de centro-izquierda. El actual vocero presidencial, Manuel Adorni, apuntó contra el Colectivo Ni una menos señalando un supuesto silencio ante esta denuncia.
En ocho meses de gobierno, el ultraderechista Javier Milei cerró el Ministerio de Mujeres e hizo recortes en áreas clave, como en la línea telefónica 144 de atención gratuita a las víctimas de violencia machista.