El alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, afirmó hoy a Efe que el mundo “se ha vuelto ciego y sordo ante las tragedias humanas”, como la que está ocurriendo en Guta Oriental, el principal bastión rebelde a las afueras de Damasco
Grandi, que hoy concluye una visita de tres días a Líbano, insistió en que Guta, donde las fuerzas gubernamentales están inmersas en una ofensiva militar, es “símbolo del fracaso de la solución militar” y agregó que “las organizaciones humanitarias tratan de influir al máximo para poner fin a la colosal tragedia humana en Siria”.
“Sin embargo, hoy el mundo se ha vuelto ciego y sordo ante las tragedias humanas. Con anterioridad, las cosas se movían cuando se mostraban imágenes de muertos y destrucciones, pero en la actualidad se ha convertido en una rutina. Es decir, la lógica militar prevalece sobre la lógica política”.
A pesar de la insensibilidad mostrada por la comunidad internacional, el responsable de ACNUR insistió en que continuarán “contando al mundo las consecuencias del miedo, el terror, el sufrimiento y el hambre que provoca la guerra”.
“Conocí el país antes (de la guerra) y a uno se le parte el corazón al ver como está. La gente come hierba, lo he visto en Yarmuk, Homs, Alepo y ahora en Guta”, declaró.
Para Grandi, a pocos días del séptimo aniversario del comienzo de la guerra civil siria, el próximo día 15, “la situación política es más complicada por el número de los actores que intervienen en el conflicto”.
“Es necesaria una solución política al conflicto, porque Guta oriental es el símbolo del fracaso de la solución militar”, agregó.
Desde el 25 de febrero, Guta Oriental sufre una ofensiva terrestre del ejército sirio y de sus aliados, que fue precedida de una escalada de los bombardeos de la aviación siria y de la rusa, y de disparos de artillería de las fuerzas gubernamentales, que se han cobrado las vida de casi un millar de civiles, según la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
“Todo lo que hemos visto estos últimos meses muestra la complejidad y complicación de este conflicto que hace que su solución sea más difícil. Por nuestra parte continuaremos ayudando a los civiles de ambos lados”, concluyó.
En un comunicado difundido hoy, ACNUR apuntó que en estos siete años de contienda, cientos de miles de personas han perdido la vida, mientras que 6,1 se han desplazado dentro de Siria y 5,6 millones han buscado refugio en países vecinos.
La agencia de la ONU consideró que las condiciones que afrontan los civiles que permanecen en el territorio sirio son “peores que nunca”, ya que el 69 % languidece por la pobreza extrema.
El 90 % de las familias gasta más de la mitad de sus ingresos anuales en comida en un país donde los precios de los alimentos son ocho veces mayores que antes del conflicto.
Además, 5,6 millones de personas viven en condiciones que suponen una amenaza para sus vidas en términos de seguridad y derechos básicos o estándares de vida, y requieren de asistencia humanitaria urgente, dice el texto.