Finlandia sospecha de un sabotaje en su gasoducto con Estonia tras una fuga
Finlandia y Estonia investigan el origen de una fuga en el gasoducto submarino Balticconector, que enlaza a ambos países a través del mar Báltico, tras detectarse un descenso de presión este domingo que obligó a cortar el flujo de gas.
El presidente de Finlandia, Sauli Niinistö, ha afirmado este martes que la fuga en el gasoducto se debe “probablemente” a un sabotaje. Además del gasoducto, también habría sufrido daños el cable submarino de telecomunicaciones que conecta ambos países.
“Es probable que los daños tanto en el gasoducto como en el cable de telecomunicaciones se deban a actividades externas. La causa de los daños aún no está clara y prosigue la investigación en cooperación entre Finlandia y Estonia”, ha dicho Niinistö en un comunicado.
El presidente finlandés ha añadido que Finlandia está “en contacto permanente” con sus aliados y socios sobre este asunto, entre ellos el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, quien le trasladó la disposición de la Alianza para ayudar en la investigación.
El operador gasístico finlandés Gasgrid y el estonio Elering cerraron el gasoducto Balticconector el domingo tras detectar un inusual descenso de presión que atribuyeron a una probable fuga de origen desconocido.
Tras las sospechas de sabotaje, los futuros del gas natural en Europa se han disparado un 14%.
Inaugurado en 2020, el gasoducto enlaza Paldisk (Estonia) con Inkoo (Finlandia) atravesando el Golfo de Finlandia y su tramo submarino tiene una extensión de 77 kilómetros.
El suministro es estable
El primer ministro finlandés, Petteri Orpo, ha confirmado las sospechas de un probable sabotaje y ha señalado a la prensa que la fuga del gasoducto se ha producido en la zona económica exclusiva de Finlandia. “Según la evaluación preliminar, los daños no podrían haberse producido debido al uso normal de la tubería ni a fluctuaciones de presión”, ha dicho Orpo.
El jefe de Gobierno ha subrayado que la situación del suministro energético de Finlandia es estable, a pesar de que el gasoducto podría tardar meses en ser reparado. “No se trata de un acto que pueda paralizar nuestro sistema energético, pero por supuesto, es preocupante que ocurran estas cosas”.
Según Orpo, el suministro de gas está garantizado gracias a la terminal flotante de gas natural licuado (GNL) ubicada en la costa de Inkoo (sur del país), cuya capacidad es suficiente para cubrir las necesidades para todo el invierno.
Respecto a la avería detectada en el cable submarino de telecomunicaciones, Orpo ha señalado que todo indica que se ha producido en la zona económica exclusiva de Estonia, por lo que la investigación de sus causas recaerá probablemente en las autoridades estonias.
La teleoperadora finlandesa Elisa detectó una interrupción en el flujo de datos del cable marítimo que conecta Estonia y Finlandia en la madrugada del pasado domingo, casi al mismo tiempo que se produjo la fuga en el gasoducto. Desde entonces, el cable que refuerza las conexiones de datos entre ambos países sufre interferencias, aunque las comunicaciones están aseguradas por otros medios, según la operadora.
Hace un año, el gasoducto Nord Stream, que transportaba gas desde Rusia hasta Alemania por el fondo del Báltico, sufrió un sabotaje que se está investigando.
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