El candidato del centroderecha a las elecciones presidenciales francesas, François Fillon, ha sido citado a declarar ante la justicia por los supuestos empleos ficticios que dio a su familia con dinero público. Lo ha comunicado él mismo en una rueda de prensa este miércoles, en la que se ha quejado de que se está cometiendo un “asesinato político” contra él.
Fillon, que deberá comparecer ante los jueces el próximo 15 de marzo, considera que está sufriendo una persecución injusta: “No he sido tratado como los demás. Se ha violado sistemáticamente el Estado de derecho”. Ha negado que vaya a renunciar a su candidatura: “No voy a ceder. No me voy a retirar”.
La Fiscalía había abierto una investigación para determinar si su mujer, Penelope Fillon, se embolsó cientos de miles de euros como asistente parlamentaria de su marido sin llegar a ejercer realmente dicho cargo y como colaboradora de la revista La Revue des Deux Mondes, como publicó el medio francés Le canard enchaîné.
También se está investigando los trabajos asignados como asesores a los dos hijos del matrimonio. Entre los delitos que se examinan está el de desvío de fondos públicos, el de tráfico de influencias y el de ocultación de actividades.
Antes de su rueda de prensa, François Fillon había suspendido a última hora un acto de campaña sin avisar ni siquiera a gran parte de su equipo. Esto ha provocado especulaciones sobre una posible renuncia a su candidatura, que él ha desmentido en la comparecencia.
Aunque en un primer momento aseguró que si fuese imputado abandonaría su carrera hacia la presidencia, Fillon cambió después de postura argumentando que la justicia no lo está tratando de forma justa. A raíz del escándalo, su posición en las encuestas ha caído y sus posibilidades de ganar las elecciones son cada vez más lejanas.