El pasado viernes, el presidente de EEUU, Donald Trump, explicó que había hablado con el hermano de George Floyd, el ciudadano americano asesinado la semana pasada por la policía en Minneapolis, para transmitirle “su pena” por un acto “horrible”.
En cambio, el hermano de Floyd, Philonise, da una versión muy diferente de esa llamada. Según explicó a la cadena estadounidense MSNBC un día después, Trump no le dejó hablar: “Fue tan mal, no me dio la oportunidad para hablar. Estaba tratando de hablar con él pero seguía como diciéndome 'no quiero escuchar lo que me estás diciendo”.
En la conversación, también le pide al presidente “justicia”, “le dije que no me podía creer que cometieran [los agentes de policía] un linchamiento en plena luz del día. Uno de los agentes, ahora detenido y acusado de asesinato en tercer grado, asfixió a Floyd presionándole el cuello con su rodilla durante varios minutos hasta que murió ahogado ante la mirada impasible de otros tres policías.
En un comunicado, la familia ha pedido que el policía sea acusado de asesinato en primer grado para “reflejar la verdadera responsabilidad de este agente”. Además, han pedido también que sus compañeros sean detenidos. “El dolor que siente la comunidad negra por este asesinato y lo que refleja sobre el trato a las personas negras en Estados Unidos es crudo y se está extendiendo por las calles de todo el país”, concluye el comunicado.
Desde que se produjera el asesinato el pasado lunes, las protestas se han ido extendiendo por todo el país y han trascendido más allá de una respuesta por la muerte de Floyd, ahora piden que se termine con la brutalidad policial y la impunidad que goza la policía para cometer estos crímenes.
Las manifestaciones, que en algunos casos han tornado violentas, han obligado a varios estados a solicitar el despliegue de la Guardia Nacional y a decretar en una decena de ciudades el toque de queda, aunque muchos manifestantes continuaron con sus reivindicaciones.
Mientras tanto, Trump pide más mano dura a la policía para reprimir el estallido social en el país. Ha llegado incluso a decir que “cuando empiezan los saqueos, empiezan los disparos”. Un tuit que se interpretó como una amenaza velada a los “matones” que se manifestaban en Minneapolis. En las últimas horas, el presidente ha anunciado que declarará al movimiento Antifa como organización terrorista, al que culpa de estar detrás de las protestas violentas.