El congresista republicano electo George Santos ha admitido que mintió sobre su experiencia laboral y estudios para “embellecer” su currículum durante su candidatura por un distrito de Nueva York, pero ha dicho que no piensa renunciar. Lo ha reconocido en una entrevista varios días después de que el periódico The New York Times publicara una investigación al respecto: “Mis pecados aquí están embelleciendo mi currículum. Lo siento”, dijo Santos el lunes al confesar que “nunca” había trabajado directamente para Goldman Sachs y Citigroup, como había dicho.
El latino, de 34 años, también ha admitido que nunca se graduó en ninguna universidad, a pesar de que anteriormente había afirmado que tenía un título de la neoyorquina Baruch.
“No me gradué de ninguna institución de educación superior. Estoy avergonzado y lo siento por haber embellecido mi currículum”, ha reiterado, y ha añadido que todos hacemos “cosas estúpidas en la vida”.
Mentiras sobre su herencia judía
Santos también fue acusado de mentir sobre su madre, al señalar que era judía y que sus abuelos escaparon de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Ahora dice que es “claramente católico”, pero ha dicho que su abuela contó historias sobre ser judía y luego convertirse al catolicismo, recogió el New York Post. “Nunca dije ser judío”, ha asegurado Santos. “Yo soy católico. Como me enteré de que mi familia materna tenía antecedentes judíos, dije que era 'judío'”.
La Coalición Judía Republicana (RJC) ha señalado que el congresista no será bienvenido en ningún evento de esa organización. “Estamos muy decepcionados (...), nos engañó y tergiversó su herencia (judía). En comentarios públicos y para nosotros personalmente, anteriormente afirmó ser judío”, ha manifestado Matt Brooks, presidente de la RJC.
Entre tanto, el congresista demócrata electo Daniel Goldman pidió a las autoridades electorales y a la Fiscalía de Nueva York que investiguen a Santos por “fraude financiero” al aludir a publicaciones del Washington Post sobre irregularidades al respecto.
Santos en principio tachó de “difamación” la investigación de The New York Times y después prometió que iba a contar su historia y responder a todas las preguntas, según mensajes en su cuenta de Twitter. Durante los últimos días se ha convertido en el blanco de comentarios y chistes en las redes sociales que ponen en duda todo lo que ha dicho.
Santos, sin embargo, quiere cumplir sus dos años de mandato como nuevo congresista estadounidense a partir de enero próximo al considerar que no es un “delincuente” y que sus mentiras no tienen que ver con sus propuestas de campaña.