Los primeros datos del escrutinio anuncian una victoria espectacular para Alexis Tsipras, quizá muy por encima de sus propias expectativas y desde luego que lo que indicaban los sondeos. Con el 89,48% escrutado, el 61,46% de los griegos ha votado no y el 38,54% de los griegos ha votado sí. La participación es del 61,81%.
Ha sido una constante de este escrutinio. Desde el primer dato conocido, en torno al 7%, el no se ha colocado en el 60% y no ha bajado de allí. En las zonas más pobladas, por ejemplo en el distrito de Atica, el porcentaje de escrutinio es mucho más bajo, pero esa es una zona en la que Syriza obtuvo muy buenos resultados tanto en las elecciones locales de 2014 como en las generales de 2015.
Incluso en el distrito electoral del exprimer ministro conservador Samarás, el no vence con claridad, en este caso con un 55%.
Los griegos han votado contra el memorándum de la troika. El discurso hegemónico en las instituciones europeas y en los dirigentes comunitarios de que la salida de la crisis pasa por la senda de la troika seguirá sin ser el único. Y, a partir de ahora, volverán las negociaciones sabiendo Tsipras que ha ganado holgadamente el referéndum y, Europa, que Grecia quiere una salida a su crisis que pase por reestructurar la deuda, que alcanza el 177% de su PIB.
El primer ministro griego planteó una consulta sobre la última propuesta de los acreedores hace una semana. Y la jugada le ha salido bien de momento. Aunque por el camino se ha visto con un país con los bancos cerrados y el cierre de capitales tras cortarles la liquidez el Banco Central Europeo a las 24 horas de anunciar el referéndum, algo que le escrutinio revela que no le ha perjudicado en las urnas. Y, también, aunque por el camino se esté viendo en la lista de morosos del FMI por no pagar el último vencimiento, de 1.500 millones de euros, el martes por la noche. Y, también, aunque esta semana se haya agudizado la fractura política interna en Grecia.
A partir de ahora, se volverá a negociar. Hay fuentes que indican que el acuerdo entre Grecia y las instituciones europeas podría concretarse en los próximos días. ¿Por qué? Porque el Gobierno griego no quiere salir del euro; porque Tsipras reconocía en una carta enviada este martes que está dispuesto a aceptar la mayoría de las propuestas de la troika si se consigue una línea de crédito al margen del FMI y se hace algún tipo de quita de su deuda. Y, este punto, vital para el Gobierno griego, también ha sido reconocido por el propio FMI en un informe conocido este viernes, y que será utilizado por Tsipras en futuras negociaciones.
El ministro de Finanzas heleno, Yanis Varufakis, ha sido el primer miembro del Gobierno de Syriza en dirigirse oficialmente a los griegos. Varufakis ha asegurado que “desde el primer momento los acreedores querían cerrar nuestros bancos y humillarnos”, y que “no tenía otra opción que decir no al Eurogrupo” y ahora “el pueblo griego ha dado una respuesta muy clara y ha enviado el ultimátum de vuelta”.