El grupo Wagner de mercenarios rusos sale de las sombras en la guerra de Ucrania

Pjotr Sauer

12 de agosto de 2022 22:47 h

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En la ciudad rusa de Ekaterimburgo, en la parte oriental de los Urales, tres vallas publicitarias arrojan luz sobre lo que solía ser una de las organizaciones más opacas de Rusia, el grupo contratista privado militar Wagner.

“Patria, honor, sangre, valentía. WAGNER”, dice una de las vallas en las afueras de la ciudad, la cuarta más importante del país. Otro de los carteles muestra a tres hombres en uniforme militar junto a las palabras 'Wagner2022.org'. Los vecinos dicen que apareció por primera vez a principios de julio. 

Los carteles, que pueden verse en varias ciudades del país, responden a los intentos de Wagner de reclutar combatientes para sus filas en Ucrania. También son una muestra de la transformación que ha sufrido el grupo desde que Moscú comenzó la invasión hace más de cinco meses: ha pasado de ser una organización mercenaria secretista y rodeada de misterio a convertirse en una extensión cada vez más pública del esfuerzo bélico ruso en Ucrania.

“Al parecer han decidido no tratar de ocultar su existencia; a estas alturas todo el mundo sabe quiénes son”, dice Denis Korotkov, un ex periodista del diario Novaya Gazeta que sigue desde hace tiempo las operaciones de Wagner. El grupo Wagner fue creado en 2014 para apoyar a los separatistas prorrusos del este de Ucrania. Según Estados Unidos y otros países, lo financia Yevgeny Prigozhin, un poderoso empresario sancionado por Occidente y muy vinculado a Vladímir Putin. Prigozhin niega tener ninguna relación con el grupo.

Wagner ha desempeñado desde entonces un papel destacado luchando en Siria junto al Ejército ruso en apoyo del presidente Bashar al-Asad. Los mercenarios también han sido vistos en varios países africanos donde Rusia tiene intereses estratégicos y económicos. En numerosas ocasiones los han acusado de cometer crímenes de guerra y abusos contra los derechos humanos.

Sin registro

Pese a tener alcance global, gran parte de su funcionamiento interno ha permanecido en secreto para el resto del mundo. Sobre el papel no existe en ningún registro de empresas, en ninguna declaración de impuestos y en ningún organigrama. Los altos dirigentes rusos, incluido Vladímir Putin, han negado una y otra vez que exista alguna relación entre Wagner y el Estado ruso.

En Rusia las empresas militares privadas están oficialmente prohibidas. El marco semilegal en el que opera Wagner ha supuesto que las familias de mercenarios fallecidos suelan recibir presiones para guardar silencio cuando buscan información sobre sus seres queridos.

Aunque Wagner ha avanzado gradualmente en una campaña de relaciones públicas. Empresas vinculadas a Prigozhin han financiado películas de propaganda donde se glorifican las hazañas de los “instructores militares” en África, pero cualquier mención en la esfera pública al grupo sigue siendo tabú. Periodistas como Korotkov han sido acosados por sus indagaciones sobre Wagner.

Pero la guerra de Rusia en Ucrania está sacando al grupo de la opacidad. Los servicios británicos de espionaje comunicaron a finales de marzo que unos 1.000 mercenarios de Wagner se habían desplazado a Ucrania. Desde entonces, la importancia del grupo en el conflicto parece haber crecido significativamente, con la reorientación hacia el este del esfuerzo bélico ruso tras el fracaso en la toma de Kiev.

Se cree que Wagner ha jugado un papel fundamental en la captura esta primavera de Popasna y de Lisichansk, dos ciudades ucranianas de importancia estratégica que Rusia prácticamente arrasó durante su invasión de la región oriental de Lugansk. Hace unos días, los servicios de espionaje británicos comunicaron que Wagner había intervenido en la toma de la gigantesca central eléctrica de Vuhlehirsk, en el este de Ucrania.

“La orquesta”

En Rusia, la imagen pública de Wagner crece a medida que aumenta su relevancia en Ucrania. En mayo, el grupo recibió el que parecía ser su primer reconocimiento en las noticias oficiales cuando durante una emisión para todo el país un corresponsal aludió a ellos diciendo que en Ucrania el Ejército ruso tenía su “propia orquesta”.

Los simpatizantes y miembros de Wagner suelen referirse al grupo mercenario como la “orquesta”, en referencia al compositor alemán Richard Wagner. Se dice que Dmitri Utkin, vinculado a la extrema derecha y presunto fundador del grupo mercenario, eligió el nombre por el compositor favorito de Adolf Hitler.

El empresario Prigozhin, que en abril fue fotografiado en el este de Ucrania, ha sido nombrado recientemente Héroe de la Federación Rusa en reconocimiento a la labor desempeñada por el grupo mercenario en la invasión, según los servicios británicos de espionaje.

A finales de julio, Wagner recibió su mayor reconocimiento hasta la fecha cuando el tabloide Komsomolskaya Pravda, el más leído de Rusia, llevó a portada un artículo sobre el asalto del grupo a la planta de Vuhlehirsk.

“Ya han liberado Popasna, ¡únete a nosotros para liberar todo el Donbás! Haz tu primera campaña de combate con las leyendas vivas del sector”, decía Wagner en su página web, jactándose públicamente de participar en la invasión rusa a Ucrania.

Cuando The Guardian se puso en contacto con Wagner escribiendo a una dirección de correo electrónico publicada en su página web, una persona que aseguraba representar al grupo dijo, en referencia a la campaña de reclutamiento: “Hemos visto que el apoyo a nuestra empresa es colosal y hay muchos que quieren unirse”.

“Pero nada cambia, no hay Wagner y nunca lo hubo, es solo una leyenda, solo hay Robin Hoods que protegen a los pobres oprimidos por los ricos”, añadió la misma persona en un intercambio de correos electrónicos con el clásico tono burlón adoptado en público por la organización mercenaria.

Hostinger, un proveedor de dominios de Internet lituano que hospedaba su sitio web, lo dio de baja cuando descubrió quién estaba detrás, “camuflado” con pagos en criptomonedas, identidades falsas y VPN.

Reclutamiento

Wagner parece haber puesto en marcha centros regionales de reclutamiento en más de 20 ciudades, y ha publicado el número de teléfono de los reclutadores en canales populares de redes sociales relacionados con el grupo. En los anuncios se dice que el grupo ofrece más de 240.000 rublos (unos 3.900 euros) al mes a los mercenarios, es decir, varias veces el salario estándar de un soldado en el Ejército ruso.

The Guardian se puso en contacto con varios de los teléfonos de los reclutadores. Algunos usaban los símbolos del grupo mercenario para la foto de perfil en WhatsApp y en Telegram. Ninguno negó su asociación con Wagner.

Al ser preguntado por sus esfuerzos de reclutamiento en la región central rusa de Nizhny Novgorod, un reclutador que no quiso dar su nombre respondió con un listado de los documentos necesarios para alistarse. Entre ellos, varios certificados médicos y un pasaporte de cualquier país que “no sea de la OTAN o Ucrania”. 

También envió un listado de cosas a llevar en caso de ser aceptados por Wagner: desde gel de ducha hasta torniquetes, entre otros artículos médicos. “Nos vemos en Molkino”, terminaba el mensaje, en referencia a la ciudad del distrito ruso de Krasnodar donde se dice que está el cuartel general de Wagner, cerca de una importante base del Ministerio de Defensa.

Según voces expertas en asuntos militares, la dependencia de Rusia de grupos como Wagner es una demostración de las dificultades para lograr sus objetivos en Ucrania que está teniendo el Ejército regular ruso, que ha perdido hasta un tercio de sus efectivos de combate.

“Al parecer, los contratistas militares privados de Wagner han desempeñado un papel fundamental en los combates”, escribieron en un artículo para la web War on the Rocks los destacados especialistas en el Ejército ruso Michael Kofman y Rob Lee. “De hecho, habría que preguntarse si algunos destacamentos de Wagner son de hecho más de élite y más capaces que las unidades regulares rusas de infantería motorizada”.

La guerra en Ucrania y los fracasos militares del ejército regular también parecen haber acelerado la cooperación entre Wagner y el Ministerio de Defensa de Rusia. Según la entrevista del Guardian con el ex comandante de Wagner Marat Gabidullin (hecha antes de la invasión de Ucrania), en el conflicto de Siria sus tropas trabajaron en estrecha colaboración con las del Ministerio de Defensa de Rusia.

El rol en Ucrania

Desde que comenzó la invasión de Ucrania, esa relación parece haberse profundizado. Según una investigación del medio independiente Meduza, el Ministerio de Defensa de Rusia se ha hecho prácticamente con el control de las redes de reclutamiento que solía usar Wagner. 

Según el periodista experto en Wagner Denis Korotkov, es difícil distinguir entre los soldados que luchan para Wagner y los que forman parte del ejército regular. “El Ministerio de Defensa ha cooptado en gran medida a Wagner, y ahora se parece más a un grupo coordinado”, dice. Ese nivel de cooperación es también, según Korotkov, el que dificulta un cálculo exacto del número de soldados de Wagner en Ucrania.

El papel de Wagner en la invasión de Ucrania ha vuelto más popular al grupo, pero hay quien dice que sus últimos intentos de reclutamiento podrían afectar a su desempeño militar. Según el medio de investigación iStories, Wagner ha recurrido a las cárceles para ofrecer a los prisioneros salarios altos y posibles amnistías a cambio de seis meses de servicio.

“Wagner está bajando sus estándares de reclutamiento y contratando a convictos y a personas que antes formaban parte de la lista negra, algo que podría afectar al desempeño militar ruso”, dijo hace unos días el Ministerio de Defensa británico durante un briefing de inteligencia.

“Menos del 30% de los soldados de Wagner eran verdaderos profesionales incluso antes del conflicto”, dice Marat Gabidullin, el excomandante de Wagner. “Y ahora el grupo estará formado en su mayoría por un grupo de aficionados... El circo que es Rusia continúa”.

Traducción de Francisco de Zárate