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Guterres responde al embajador etíope en el Consejo de Seguridad de la ONU

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Naciones Unidas, 6 oct (EFE).- El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, en una actitud poco habitual en él, recurrió este miércoles a su derecho de réplica durante una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU en la que se abordaba la situación en Etiopía, para insistir al embajador del país africano que Adis Abeba no tiene “el derecho de expulsar” a miembros de la ONU.

“Creemos que Etiopía no tiene derecho a expulsar a estos miembros de la ONU”, dijo Guterres en respuesta al embajador de este país ante la ONU, Taye Atske, a quien aseguró que Etiopía está violando las leyes internacionales con la deportación de siete miembros de Naciones Unidas.

El Gobierno etíope expulsó a siete funcionarios de la organización multinacional tras declararlos “persona non grata” y haberles dado -el jueves pasado- un plazo de 72 horas para abandonar el país.

Entre los funcionarios destacan el representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Etiopía, Adele Khodr, y la directora de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Ayuda Humanitaria (Ocha) en el país, Marcy Vigoda.

En un primer discurso ante el órgano con más poder de la ONU, Guterres declaró que esta medida no tiene precedente y la calificó de “particularmente preocupante” en el contexto de “inmensa crisis humanitaria” que sufre el país.

Según el secretario general existe un “procedimiento formal y adecuado” para mostrar el descontento con los funcionarios de la ONU “que no fue seguido” por las autoridades del país africano.

“Si el Gobierno tiene algún problema específico con respecto a cualquier persona hay que llamar la atención a Naciones Unidas sobre la información pertinente para que el Secretario General pueda tomar una decisión sobre si se deben tomar medidas adecuadas”, dijo Guterres, que instó a las autoridades etíopes a posibilitar el trabajo humanitario de la ONU “sin trabas” y “con la urgencia que esta situación necesita”.

En su intervención ante el Consejo, el embajador etíope se enrocó en la postura de su Gobierno y defendió la decisión de declarar a los funcionarios de la ONU “persona non grata”, lo que provocó la respuesta de Guterres.

Tras la reunión y preguntado por la prensa sobre su inusual réplica, Guterres se limitó a contestar: “Es mi deber defender el honor de Naciones Unidas”.

Asimismo, insistió en que el organismo multinacional no tiene ninguna “agenda política” en Etiopía más allá de apoyar al pueblo etíope.