Durante el conflicto de Kosovo, que terminó esta semana hace justo 20 años, su nombre de guerra era “La Serpiente”. Tras haber sido primer ministro y titular de Exteriores, Hashim Thaçi (1968) es desde 2016 presidente de Kosovo y como tal su campo de batalla se ha trasladado a la diplomacia.
Su principal objetivo: normalizar las relaciones de Kosovo con Serbia, integrar al país en las estructuras internacionales mediante un reconocimiento total de su soberanía, de grandes potencias como Rusia y China, pero también de España, uno de cinco países de la Unión Europea (UE) que siguen rechazando la independencia de Kosovo.
En una entrevista concedida en Pristina a Efe y al diario español La Vanguardia, Thaçi habla del futuro de su país como socio de la OTAN y de la UE, y reitera que el caso de la secesión kosovar de Serbia -declarada en 2008- fue único y no puede ser comparado con otras aspiraciones separatistas, en particular con la de la región española de Cataluña.
Pregunta: Kosovo ha impuesto aranceles especiales a los productos serbios en represalia contra acciones serbias contra la integración de Kosovo en instituciones internacionales. EEUU y otros dicen que esto obstaculiza el proceso de normalización con Serbia y exige que se vuelva a negociar lo antes posible. ¿Qué quiere hacer Kosovo?
R: Los aranceles son una decisión de un Estado soberano, son justos, legítimos y no se van a cancelar y hay que respetarlos. Los aranceles no deben servir de justificación a Serbia para que no participe, porque solo a través del diálogo se puede lograr un acuerdo definitivo entre Kosovo y Serbia de reconocimiento recíproco, un acuerdo legalmente vinculante, y un acuerdo que cierre todos los asuntos pendientes. Ahora es el momento en el que la UE debe actuar de forma unificada y coordinada con Estados Unidos para concluir el proceso este mismo año.
P: El año pasado surgió la idea de un intercambio de territorio y un cambio de fronteras entre Kosovo y Serbia. ¿Es una salida a la disputa?
R: Nosotros estamos trabajando para la consolidación interna e internacional de nuestro país. Nuestro objetivo es formar parte de la OTAN y de la UE y tener relaciones especiales con Estados Unidos. Nosotros no queremos cambios de las fronteras, pero la apertura (de fronteras) según el modelo europeo. No vamos a caer en la trampa de Serbia que habla de una “Gran Albania” o de un “Gran Kosovo”. Kosovo es país soberano.
P: ¿De quién fue la idea del intercambio de territorio?
R. No fue mía, fue de los escépticos y críticos, pero no de mí. nosotros debemos trabajar según valores estándar y visiones europeas. Yo estoy por la apertura de las fronteras y no por el cambio de las fronteras, porque el intercambio es regateo y yo no regateo el territorio de mi país.
P: Hace medio año Kosovo decidió la creación de un ejército propio, calificado por Serbia como una amenaza. ¿Por qué necesita Kosovo un ejercito propio?
R: Definitivamente es nuestro derecho como país soberano e independiente de formar el Ejército y ser miembro de la OTAN. Es un ejército multiétnico y muy profesional. Más del 10 % del ejército está compuesto por las minorías, la mitad serbia. Tras el ingreso (en la OTAN) de Albania y (en el futuro) de Macedonia del Norte toca el turno a Kosovo.
R: ¿Qué tamaño tendrá este ejército?
P: Es una fuerza simbólica, pero que llegará a 8.000. Es un Ejército nuevo, moderno, según los estándares de la OTAN. La agresión no es nuestro objetivo. El Ejército se invertirá en la paz, en la estabilidad local, regional y global. Actualmente participamos en algunas misiones de paz y humanitarias fuera del país.
P: El futuro éxito y desarrollo de Kosovo pasará por su reconocimiento internacional, incluyendo de países como España. ¿Por qué un Gobierno español debería arriesgar su propia estabilidad reconociendo a su país en medio de la actual crisis catalana ?
R: Invito a España que nos reconozca, ya que sería la decisión correcta. El caso de Kosovo es especial. En Kosovo ha ocurrido limpieza étnica y genocidio por parte del Estado de Slobodan Milosevic. Hemos librado una batalla por existencia. La intervención de la OTAN ha sido una intervención humanitaria para proteger a la población civil. España no es Serbia, no está gobernada por un Slobodan Milosevic, y tampoco Cataluña es Kosovo.
P: ¿Responde usted así a algunos políticos independentistas catalanes que comparan Cataluña con Eslovenia y Kosovo?
R: Es una invitación mía que España reconozca a Kosovo, que mire los argumentos positivos y no las dificultades.
P: En el contexto europeo, ¿qué importancia tendría el reconocimiento español?
R: Si España reconocería a Kosovo nuevos reconocimientos le sucederían. En cualquier circunstancia nosotros queremos y respetamos a España. Seremos juntos de jure parte de la misma familia, de la OTAN y de la UE.
P: ¿ Se refiere a reconocimientos en América Latina, por ejemplo de Argentina y Brasil ?
R: Hemos tenido y tenemos contactos con Brasil y Argentina. He visitado Brasil. El reconocimiento de la independencia de Kosovo por Brasil y Argentina es una cuestión de tiempo. Y un reconocimiento de parte de España ayudará a que otros países de América Latina nos reconozcan.