Johan es un bebé hondureño de solo quince meses de edad que, por culpa de la política migratoria de Estados Unidos, ha pasado los últimos cinco meses -un tercio de su corta vida- separado de sus padres. Este viernes, cuando el bebé se reunió de nuevo con sus padres en Honduras, su madre confesó entre lágrimas que este no les reconocía.
Según ha informado The Guardian, la madre, Adalicia Montecinos, dijo que su hijo había “sufrido todo lo que ellos habían estado sufriendo” después de pasar cinco meses en un refugio en Arizona, en la frontera de Texas, separado de su padre, que fue deportado. “Yo decía, Johan, Johan y él empezó a llorar”, contó su madre respecto al momento en que volvió a ver a su hijo.
Sin embargo, Johan se entusiasmó rápido de nuevo con sus padres, riéndose mientras recibía besos fuera del centro donde tramitaron su documentación antes de volver a casa.
Pese a la alegría que expresó por volver a ver a Johan, Montecinos recordó que durante cinco meses tuvo que ver a su hijo crecer a través de una cámara de vídeo. “Nunca veré a mi hijo caminar por primera vez o celebrar su primer cumpleaños. Eso es lo que perdí, esos recuerdos que toda mamá aprecia y que les cuenta a sus hijos años después ”, dijo.
Por su parte, el padre del bebé, Rolando Antonio Bueso Castillo, de 37 años, confesó que nunca creyó que “podrían ser tan crueles”. Bueso se marchó a EEUU en busca de una vida mejor, para que sus hijos no sufrieran la misma pobreza que él.