El 16 de octubre de 2017, fecha del asesinato de la periodista de investigación Daphne Caruana Galizia, quedaba menos de un mes para la publicación de los 'Papeles del Paraíso'. En la casa de los Caruana Galizia trabajaban a destajo. Matthew compartía la mesa del comedor con su madre para trabajar. Él, miembro del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, trataba de desenmarañar los 1.400 gigas de nombres y cuentas bancarias. Ella trabajaba en sus investigaciones sobre corrupción en el Gobierno.
“Creo que esa mañana ni desayuné”, recuerda Matthew Caruana Galizia. Era lunes y estaba hasta arriba de trabajo. “Mi mamá puso el café en la mesa y no me di cuenta ni del paso del tiempo”. Llegó la hora de comer, pero Matthew no paró de trabajar. Entonces Daphne hizo un plato rápido que le gustaba mucho: tomate picado, queso mozzarella, aceite de oliva, sal y pimienta. “Me puso el plato en la mesa a ver si comía algo”.
Daphne Caruana Galizia tenía una cita en el banco porque una demanda del ministro de Economía había bloqueado sus cuentas. Se movía con un coche alquilado y antes de salir le dijo a Matthew que no iba a tardar mucho y que luego podría utilizar el coche para ir a la playa o quedar con los amigos. Salió de casa, pero volvió dos minutos después porque se había dejado algo. Volvió a salir. Matthew seguía trabajando en la mesa del comedor: “Unos minutos después escuché el sonido de la bomba”. Inmediatamente supo que era ella.
Un año antes, madre e hijo habían trabajado activamente en los 'Papeles de Panamá', la mayor filtración de la historia que destapó una enorme red de fraude y que golpeó a las más altas esferas del Gobierno del entonces primer ministro de Malta, Joseph Muscat, dimitido en diciembre. En su investigación de los 'Papeles de Panamá', la empresa Electrogas aparecía como vehículo para depositar fondos propiedad de Konrad Mizzi, exministro de energía, y de Keith Schembri, exjefe de gabinete del primer ministro.
Dos años después del asesinato de Daphne Caruana, el pasado noviembre, el caso dio un vuelco tras la detención de uno de los empresarios más ricos del país y accionista de Electrogas, Torgen Fenech. Fenech fue detenido cuando intentaba huir en yate por el Mediterráneo. Tras ser interrogado dio el nombre de Schembri y afirmó que el entonces jefe de Gabinete estaba relacionado con el asesinato. Schembri fue detenido, interrogado y posteriormente puesto en libertad. Los nuevos progresos en la investigación acabaron con la dimisión de Schembri, de Mizzi, de Chris Cardona (ministro de Economía) y del propio Muscat. Este lunes, el laborista Robert Abela ha sido nombrado nuevo primer ministro del país.
¿Está relacionado el asesinato de su madre con la investigación de los 'Papeles de Panamá'?
Sí, totalmente. En este tiempo hemos cerrado el círculo. Cuando yo estaba trabajando junto a mi mamá en la investigación de los Papeles de Panamá y lo de ElectroGas, yo pensaba eran casos separados de corrupción, pero no. Ahora sabemos que es lo mismo y la mataron por eso. Porque ellos sabían que se iba a dar cuenta que las mismas compañías secretas en Panamá de Keith Schembri y de Konrad Mizzi iban a recibir dinero de uno de los dueños de ElectroGas.
En ese momento que mataron a mi madre, muy poca gente sabía eso. Los investigadores y mi madre, nada más. Entonces Yorgen Fenech, junto a Schembri, creo, decidió matar a mi madre. Ellos sabían que podían controlar a los investigadores y a la policía, pero no podían controlarla a ella. Se dieron cuenta de que las amenazas y las demandas contra mi madre no estaban funcionando, por eso la mataron. Mi mamá no tenía miedo.
A día de hoy, ¿qué opina de esas investigaciones? ¿Tiene algún sentimiento de arrepentimiento?
No, para nada. Para nada. Desde ese mismo día que mataron a mi madre, nunca he estado tan orgulloso de ella. Fue la única forma en que ellos podían pararla.
¿Hasta dónde llega la responsabilidad del Gobierno?
Es total. Si el Gobierno hubiese hecho su trabajo, mi mamá todavía estaría viva. Es 100% culpa del Gobierno de Joseph Muscat. Ellos dejaron que mataran a mi madre
¿Por qué?
Porque no estaban haciendo su trabajo para prevenir el crimen, especialmente el crimen organizado. Si hay pruebas materiales de que un político es corrupto, entonces la Policía y la Fiscalía debería juzgar a esa persona, pero no lo hicieron. Y no solamente no lo hicieron, sino que el Gobierno de Muscat estaba protegiendo a esa gente corrupta.
Y han salido a la luz nombres de miembros del Gobierno que podrían estar implicados
Sí, Keith Schembri [jefe de gabinete del exprimer ministro], Konrad Mizzi [exministro de Energía], Christian Cardona [ministro de Economía]... Yo no tengo ni una sola duda que Schembri, estaba involucrado y es imposible que el primer ministro Muscat no supiese que Schembri tenía un plan para matar a mi madre. Es imposible. Imposible. Y si no sabía, entonces también es culpable por no echar a su jefe de gabinete por corrupción. ¿Qué clase de primer ministro no echa sus empleados si hay pruebas que demuestran que son corruptos?
¿Alguna se imaginó que podía pasar algo así? ¿O ella le dijo que tenía miedo?
Yo pensaba que seguro que había alguien que estaba monitoreando a mi madre y pensaba que habían puesto algo debajo del coche como para seguirla, pero nunca pensé que iban a poner una bomba en su carro. Yo sí tenía miedo. Cuando esta gente quiere matar a alguien, lo hace.
Además, como en los dos años anteriores al asesinato de mi madre hubo seis ataques de este tipo con bombas de gente involucrada en el crimen organizado, especialmente en el tráfico de drogas. Y es que la gente que hacía esto también lo ofrecía como un servicio si alguien quiere matar a alguien. La impunidad era tan grave que todo el mundo sabía que esta gente estaba haciendo eso, pero la Policía no estaba haciendo nada. Es impresionante.
En Malta tuvimos problemas en el pasado, pero con el ingreso en la Unión Europea pensaba que todo iba a mejorar automáticamente y que era imposible volver a ese pasado. Después de lo que pasó, perdí mucha confianza en la Unión Europea y parte de nuestra lucha es mejorar los sistemas de la Unión para que eso no se vuelva a repetir.
¿Que espera del nuevo primer ministro, Robert Abela? ¿Cambiará algo?
Ojalá cambie, pero no tengo muchas esperanzas porque él es una persona muy arrogante. Se trata de una continuación del sistema de Muscat y de la tolerancia con la corrupción. Lo que un nuevo líder tiene que hacer es juzgar el partido político de Muscat y toda la gente a su alrededor como un grupo de crimen organizado. Eso es lo que tienen que hacer. Pero este nuevo primer ministro no lo va hacer.
En 2018, les acusó a todos los hermanos de odiar a vuestro país.
Sí, y nos acusó de no querer justicia. A veces se me olvida que esas cosas y que políticos que dicen esas cosas no son normales. Estoy tan acostumbrado a ese nivel de impunidad y abuso que para mi es normal, pero obviamente no lo es. Ni siquiera sé que podría decirle, es que es tan asqueroso lo que dijo. Es algo demasiado triste... Lo de Abela es un caso perdido
¿Cree que el Gobierno ha boicoteado la investigación?
Hay investigadores en la policía que sí quieren hacer algo, que sí quieren llegar a los culpables y juzgarlos. Ellos no son el problema, el problema son los líderes como el jefe de la Policía, el ministro encargado de la policía, el primer ministro, los miembros del Parlamento... Nosotros no estamos diciendo que cambien a los investigadores, estamos pidiendo que los líderes demuestren que también quieren justicia, pero no quieren ¿Cómo vas a querer justicia si ni siquiera sientes rabia o tristeza por la situación? Lo que ellos sienten es que a mi mamá le ocurrió lo que se merecía.
¿Cómo ha llegado Malta a convertirse en un núcleo de corrupción en Europa?
Después de trabajar muchos años en el tema, creo que lo que pasó es que antes de la llegada de Muscat teníamos sistemas de gobernanza muy débiles y aunque hubo mucha corrupción y nepotismo en el Gobierno anterior, no llegaba al nivel de ahora.
Entonces llegó Muscat y él se aprovechó de esos sistemas débiles. Y cuando nosotros descubrimos lo que estaba pasando, concretamente que su jefe de Gabinete y su ministro más cercano, el de Energía, Konrad Mizzi, tenían compañías en Panamá, lo que hizo Muscat fue hacer que las instituciones fuesen todavía más débiles. Lo que hizo fue cortar todas las cabezas de esas instituciones para poder controlarlas completamente y hacer que nunca llegasen a investigar bien sus actividades y las actividades de su jefe de Gabinete. A eso se suma que también ha abierto las puertas del país a gente mala a la que no puedes controlar.
¿Es muy poderoso el crimen organizado en Malta?
Sí, totalmente. Aquí el crimen organizado es el Gobierno. Es el negocio. Mucha gente cree que por estar tan cerca geográficamente de Sicilia, el crimen organizado aquí es igual que en Sicilia o en el sur de Italia, pero es diferente. Aquí tiene más en común con sistemas de crimen organizado de Rusia, por ejemplo, porque ahí funciona al nivel más alto del Gobierno y al nivel más alto del negocio y no es algo relacionado con familias repartidas por diferentes regiones.
¿Cómo recuerda a su madre?
Como una persona magnífica. No sé... era una persona tan especial. Como una de esas personas que hay una entre un millón y son un regalo para la sociedad. Y la sociedad debería cuidarlas.
Mi mamá era una persona que de verdad cambió el país y es una lástima, no solamente para mi familia, pero para el país también, porque es uno de los personajes más importantes de nuestra historia y ¿qué hemos hecho con ella? En vez de cuidarla, hemos dejado que la mataran.