Irán ejecuta al primer condenado a muerte por participar en las protestas contra el régimen

EFE / elDiario.es

8 de diciembre de 2022 19:11 h

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Las autoridades iraníes anunciaron este jueves la primera ejecución de un preso condenado a muerte por participar en las protestas que sacuden el país desde mediados de septiembre.

Mohsen Shekari fue ejecutado a primera hora de este jueves después de que fuese condenado a muerte el 29 de noviembre por herir a un basiji -miliciano islámico- “con un cuchillo”, “bloquear una calle” y “crear terror en Teherán”, según informó la agencia Mizan, dirigida por el Poder Judicial. Todos esos delitos acarrearon la condena de “guerra contra dios”, que se llega a castigar con la pena de muerte, como ha sido este caso.

Mizan indicó que el ejecutado confesó durante el juicio que había recibido “pagos” por atacar a agentes de la ley y que por ello acuchilló al miliciano, quien necesitó 13 puntos de sutura tras el ataque.

Mahmoud Shekari, tío de Shekari, dijo a The Guardian que las autoridades “han iniciado un juego familiar para torturar a su familia” al no entregar su cadáver, algo que ya ha pasado con otras familias, según denunció en noviembre el relator de la ONU para Irán, Javaid Rehman. Mahmoud, que se encuentra en Dinamarca, dijo que la familia había sido enviada a dos cementerios, pero cuando llegaron a los lugares, les dijeron que el cuerpo no estaba allí.

Además, dijo que la madre de Shekari había sido advertida en repetidas ocasiones de que no hiciera pública la detención de su hijo, y que incluso cuando vio a su hijo la noche anterior a su ahorcamiento, se le ordenó que guardara silencio sobre lo que iba a suceder. A Shekari no se le había permitido tener un abogado de su elección y en su rostro eran visibles signos de tortura, dijo su tío.

Describiendo el incidente que condujo a su detención, Mahmoud dijo que Mohsen era “atlético y fuerte; cuando vio que las fuerzas de seguridad atacaban a los manifestantes, retiró la barandilla del arcén de la autopista y la colocó en medio de la calle para bloquear el paso a las fuerzas de seguridad”. Shekari trabajaba en una cafetería y era el principal sustento de la familia, según Mahmoud.

Shekari es el primer manifestante ejecutado por su participación en las protestas que sacuden Irán desde la muerte de Mahsa Amini a mediados de septiembre, tras ser detenida por la Policía de la moral por llevar mal el velo islámico.

Las revueltas comenzaron por la muerte de la joven kurda de 22 años, pero han evolucionado y ahora los manifestantes piden el fin de la República Islámica fundada por el ayatolá Ruholá Jomeiní en 1979.

Las autoridades judiciales han condenado a muerte a 11 personas hasta ahora por su participación en las movilizaciones y a un número indeterminado a penas de prisión. Amnistía Internacional ha denunciado que al menos 28 de los 2.000 acusados por las protestas se enfrentan a penas de muerte. En los casi tres meses de protestas han muerto más de 400 personas y al menos 15.000 han sido detenidos, según la ONG Iran Human Rights, con sede en Oslo.

Condena de expertos de la ONU

Expertos en derechos humanos de Naciones Unidas condenaron la ejecución de Shekari y pidieron a Teherán una moratoria en la pena capital conducente a su futura abolición. Ejecuciones como la de Shekari, “tras juicios ilegítimos, constituyen un acto de privación arbitraria de la vida”, denunciaron los 13 expertos de la ONU en un comunicado conjunto.

Los responsables de Naciones Unidas también expresaron su preocupación por la situación de algunos artistas detenidos tras mostrar apoyo a las protestas, citando los casos particulares de dos raperos, Saman Yasin y Toomaj Salehi, arrestados también por publicar canciones críticas con el régimen.

Yasin ha sido condenado a muerte por el delito de “guerra contra dios”, y Salehi afronta el cargo de “corrupción en la tierra”, también susceptible de ser castigado con la pena capital, según denuncia el comunicado de Naciones Unidas.

Los expertos subrayaron que éstos y otros artistas están detenidos en régimen de aislamiento, algunos tras haber sufrido maltrato y torturas, caso de Salehi, que tiene rota la nariz y varios dedos, así como graves problemas en una de sus piernas, después de haber sufrido castigos físicos en cautividad.

Entre los firmantes del comunicado de este jueves se encuentran los relatores de la ONU para Irán (Javaid Rehman), para la libertad de expresión (Irene Khan) y para las ejecuciones extrajudiciales y arbitrarias (Morris Tidball-Binz).