Israel conmemora los ataques de Hamás del 7 de octubre mientras bombardea Gaza y Líbano

Francesca Cicardi

Re'im (sur de Israel) —
7 de octubre de 2024 22:02 h

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Israel ha conmemorado este lunes los atentados del 7 de octubre de 2023, cuando el grupo palestino Hamás lanzó un gran y sorpresivo ataque contra las comunidades del sur del país cercanas a la Franja de Gaza. En esas colonias agrícolas pequeñas y aisladas, que en hebreo se denominan kibutz, han tenido lugar actos de homenaje por las más de 1.200 personas que fueron asesinadas aquel día y por las que siguen secuestradas después de un año.

Los familiares de las víctimas, así como supervivientes de los ataques y residentes de esas localidades, han participado en los tributos que arrancaban al alba, cuando los milicianos de Hamás y otros grupos islamistas dieron comienzo a su asalto el 7 de octubre del año pasado. Era un sábado, día festivo para los judíos, además de fiesta nacional, y todos se encontraban en sus casas, durmiendo, o bailando en un festival de música electrónica.

Junto al kibutz Re'im, las familias han recordado a los casi 400 jóvenes que fueron asesinados en el festival Nova, así como a los secuestrados en ese lugar de diversión que se convirtió en un infierno en pocos minutos. A las 06:30 de la mañana la música electrónica ha vuelto a sonar en el parque a las afueras de de Re'im donde tuvo lugar la fiesta, pero ha sido interrumpida para marcar el momento del ataque hace un año.

A día de hoy, aún no hay certeza de cuántas personas perdieron la vida, cuántas fueron secuestradas y, de ellas, cuántas siguen con vida en manos de sus captores en la Franja. La cifra aproximada de 400 hace del festival Nova el lugar donde más personas murieron el 7 de octubre de entre todas las comunidades y puestos militares atacados.

Eran todos jóvenes, chicos y chicas, cuyos rostros se pueden ver en los centenares de altares sencillos que se han colocado en el parque. El del DJ Kido es su mesa de mezclas, ya que esa noche estaba pinchando música. También perdieron la vida otros que estaban trabajando en el festival, como los guardias de seguridad. Yonathan Mordechai fue con dos amigos desde Tel Aviv hasta Re'im para bailar y pasarlo bien, relata su abuela Stella a elDiario.es. “Lo mataron y lo secuestraron, no lo dejaron aquí. No tenemos el cuerpo, no tenemos dónde llorar”, agrega junto a su fotografía. Era el mayor de sus nueve nietos: tenía 21 años cuando murió, ahora tendría 22.

Después del ataque, el cuerpo de Yonathan no apareció en el parque y sus parientes pensaron que había sido secuestrado; pero dos meses después las autoridades les comunicaron su muerte. Ahora, Stella quiere que le devuelvan sus restos mortales para poder despedirse de él, pero no tiene muchas esperanzas de que eso suceda pronto. “No sé si nos van a traer sus huesos, si nos lo van a traer de vuelta. Quién sabe...”. 

Del centenar de rehenes que siguen cautivos en Gaza, se ha confirmado la muerte de 36. Este mismo lunes, el Foro de las familias de los rehenes ha revelado que otro joven que fue secuestrado en el festival Nova, Idan Shtivi, está muerto y su cuerpo está en manos de los captores. Los cadáveres también tienen valor en las negociaciones, porque los parientes quieren darles sepelio, y las familias denuncian que algunos de los fallecidos el 7 de octubre fueron llevados a Gaza ya sin vida.

“Esta año ha sido insoportable”

“Este año ha sido insoportable”, ha dicho el foro en un comunicado. “Es inconcebible que 101 rehenes sigan cautivos en manos de la organización terrorista Hamás, en condiciones espantosas”. “El tiempo es esencial”, ha asegurado la agrupación y ha instado a mantener la presión sobre Hamás para que acepte un acuerdo para la liberación de los 101 secuestrados –la mayoría de los otros 140 fueron intercambiados por presos palestinos en cárceles israelíes y quedaron en libertad a finales de noviembre–.

El Foro de las familias de los rehenes ha organizado distintos actos de homenaje en los pasados tres días, incluidas las manifestaciones del sábado por la noche, que se vienen repitiendo cada semana desde hace meses para pedir la liberación de los rehenes. El sábado 5 de octubre no fueron tan multitudinarias como otras veces porque estaban en vigor medidas de seguridad excepcionales que restringían las aglomeraciones en sitios públicos en distintos puntos de Israel. Las autoridades han estado en alerta ante la posibilidad de un nuevo ataque este 7 de octubre y eso ha afectado a los actos conmemorativos, además de las divisiones políticas. 

El principal acto de este lunes ha sido organizado por el colectivo que reúne a las familias de los fallecidos el 7 de octubre y a partir de ese día hasta la actualidad, pero el Gobierno ha celebrado otro homenaje oficial, que las familias tanto de los muertos como de los rehenes han boicoteado. Todas reprochan al Ejecutivo de Benjamín Netanyahu de no haber asumido sus responsabilidades en la tragedia de hace un año y de no haber hecho lo suficiente para que los rehenes vuelvan con vida lo antes posible.

El grupo que se hace llamar “las familias afligidas” está liderado por Yonatan Shamriz, cuyo hermano Alon murió por disparos de las fuerzas israelíes en Gaza, por equivocación, el pasado mes de diciembre.

Netanyahu y sus ministros –que han insistido en seguir adelante con la ofensiva sobre Gaza y la masacre en lugar de llegar a un acuerdo de alto el fuego que posibilitara la liberación de los rehenes– han sido los protagonistas del acto oficial, que ha sido grabado y retransmitido el lunes por la noche, después de la ceremonia de 'las familias afligidas' en Tel Aviv.

Por su parte, el Foro de las familias de los rehenes se manifestó a primera hora del lunes frente a la residencia del primer ministro en Jerusalén. Mientras, el jefe del Estado, Isaac Herzog, acudió a los actos del festival Nova y de otros kibutz cercanos, como el de Beeri.

La guerra no para

La maquinaria de guerra israelí no ha parado en este día de luto, ni siquiera en los momentos en los que se marcó un año exacto del ataque en los varios kibutz y lugares que fueron asaltados al alba. Antes del amanecer, la aviación ha bombardeado la Franja y el Ejército ha informado en un comunicado que ha golpeado posiciones de lanzamiento de cohetes de Hamás y su infraestructura subterránea; además, ha asegurado que el grupo islamista tenía “intenciones de disparar proyectiles contra territorio israelí” y los militares han “frustrado inmediatamente esa amenaza”.

Durante el homenaje a las víctimas del festival Nova y posteriormente, los disparos de artillería no han cesado desde la frontera israelí hacia el interior de la Franja, donde el Ejército de Netanyahu asegura que continúa combatiendo a Hamás y que no se detendrá hasta acabar con esta organización.

Los islamistas han lanzado varios cohetes durante el día, que han hecho sonar las sirenas antiaéreas, pero nada comparable con los miles de proyectiles que llovieron sobre el sur de Israel el 7 de octubre de 2023. Los rebeldes hutíes de Yemen –otro grupo armado que desde hace un año ha estado atacando a Israel, en apoyo a los palestinos– han enviado un misil tierra-tierra en dirección a Israel, pero fue interceptado y no causó daños. En un comunicado, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han asegurado estar “preparadas para defender el Estado de Israel de cualquier amenaza, en cualquier frente”.

Las sirenas han sonado también en el norte del país, por los más de 130 proyectiles que han llegado desde Líbano (según datos del Ejército), donde Israel lleva a cabo una intensa campaña de bombardeos y terrestre. Este lunes, el Ejército israelí ha dicho que pronto lanzará operaciones en la costa sur de Líbano y ha ordenado a los residentes que se mantengan alejados de las playas y el mar en un tramo de 60 kilómetros a lo largo del Mediterráneo.

Entre el domingo y el lunes por la tarde, han muerto 22 personas y más de 100 han resultado heridas por los ataques israelíes, según el Ministerio de Sanidad libanés. En total, desde el inicio de la escalada de Tel Aviv contra el grupo chií Hizbulá, han perdido la vida 2.083, 9.869 han sufrido heridas, y 1,2 millones están desplazadas de sus hogares.

El saldo de víctimas en Gaza es el más trágico después de un año de masacre por la ofensiva israelí, que ha dejado unos 42.000 muertos palestinos y casi 100.000 heridos, además de una destrucción y hambre generalizadas. Sólo el lunes, murieron 77 personas en la Franja, según las autoridades locales.

El secretario general de la ONU, António Guterres, ha lamentado la violencia que ha “engullido” la región de Oriente Medio desde el 7 de octubre de 2023 y ha afirmado que “es el momento de liberar a los rehenes y silenciar las armas”, pero ese momento no parece haber llegado aún ni para Israel ni para sus enemigos.