Boris Johnson ha anunciado este miércoles que remitirá a Bruselas su propuesta de acuerdo para que Reino Unido salga de la UE el próximo 31 de octubre. El primer ministro británico asegura que su plan permitirá que no haya “bajo ninguna circunstancia” controles “en o cerca” de la frontera de Irlanda del Norte y que a la vez Reino Unido pueda negociar sus propios acuerdos comerciales con otros países.
El acuerdo negociado entre Theresa May y la UE fue rechazado en tres ocasiones en la Cámara de los Comunes por la cláusula conocida como 'backstop', que establece que si Londres y Bruselas no llegan a un acuerdo comercial tras el Brexit, Reino Unido permanecería dentro de la unión aduanera. Esta cláusula tiene por objetivo evitar la creación una frontera dura entre Irlanda e Irlanda del Norte, pero su aplicación supondría que Reino Unido no podría negociar sus propios acuerdos comerciales con otros países.
Para lograr su objetivo de evitar una frontera dura, la propuesta de Johnson, según han informado medios británicos, consiste en que Irlanda del Norte respetaría parte del marco regulatorio de la UE hasta 2025, pero saldría por completo de la unión aduanera. En 2025, Irlanda e Irlanda del Norte podrían acordar el nivel de alineamiento con el marco regulatorio en un acuerdo bilateral.
En el documento remitido a las instituciones europeas, publicado durante la tarde de este miércoles, el Gobierno propone “la creación de una zona regulatoria en toda la isla”, es decir, que afecte tanto a Irlanda como Irlanda del Norte, para “todos los bienes”, incluidos los del sector agroalimentario.
“Mientras exista esta zona se eliminarían todos los controles regulatorios al comercio de bienes entre Irlanda del Norte e Irlanda, asegurando que todas las regulaciones en Irlanda del Norte son las mismas que la UE”. Sin embargo, establece que la región “será parte del territorio aduanero de Reino Unido, no de la unión aduanera de la UE”, lo que abriría la puerta a poder negociar acuerdos con terceros países.
El Ejecutivo de Johnson, no obstante, pide que la creación de esta “zona regulatoria” sea antes respaldada por el Ejecutivo y la Asamblea de Irlanda del Norte, tanto antes de que los nuevos acuerdos entren en vigor -durante el periodo de transición- como cada cuatro años. Así, la primera revisión sería en 2025. “Si el consenso no está asegurado, los acuerdos expiraran”, matiza el documento.
“Hoy vamos a presentar en Bruselas lo que creo que son propuestas razonables y constructivas”, ha dicho Johnson. También ha afirmado que si la UE no acepta su oferta, la alternativa será un Brexit sin acuerdo.
El líder tory ha afirmado que su oferta protegerá los “actuales disposiciones regulatorias para los agricultores y otras empresas a ambos lados de la frontera” irlandesa. “Al mismo tiempo, permitirá al Reino Unido al completo salir de la Unión Europea, con el control sobre nuestra propia política comercial desde el primer momento”, ha indicado.
Durante su discurso en la clausura del congreso anual del Partido Conservador, Johnson ha asegurado que su oferta contiene concesiones por parte del Reino Unido. “Espero que nuestros amigos (europeos) lo comprendan y hagan también concesiones por su parte”, declara. “Si no podemos llegar a un acuerdo por lo que esencialmente es una discusión técnica sobre la naturaleza exacta de los futuros controles fronterizos, cuando la tecnología está mejorando continuamente, entonces, que no haya dudas, la alternativa es que no haya acuerdo”, ha recalcado.
“Ese no es el resultado que queremos, en absoluto, pero déjenme decirles que es un desenlace para el que estamos preparados”, ha esgrimido Johnson ante centenares de afiliados al Partido Conservador congregados en un centro de conferencias en Manchester.
Londres y Bruselas abordarán la propuesta esta tarde
Bruselas reclama que cualquier propuesta que quiera ser una alternativa al 'backstop' tiene que ser “legalmente operativa” y cumplir con sus mismos objetivos, es decir, evitar que se levante una frontera física entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda, que se mantenga la cooperación entre el norte y sur de la isla y se mantenga la integridad del mercado único.
Los equipos negociadores de Bruselas y Londres abordarán a nivel técnico la propuesta esta tarde, antes de que el presidente de la Comisión se ponga en contacto con el primer ministro británico, y después la Comisión informará tanto al Parlamento Europeo como a los representantes de los Estados miembros de la situación.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, hablará este miércoles por teléfono con el primer ministro británico, Boris Johnson, para abordar su oferta. “Una vez que lo recibamos, examinaremos (el texto del Reino Unido) de forma objetiva y conforme a criterios bien conocidos”, ha dicho en una rueda de prensa la portavoz del Ejecutivo comunitario, Mina Andreeva.