Juanita León es la fundadora y directora de La Silla Vacía, un medio independiente y pionero en Colombia especializado en investigación. León es también la autora de varios libros de actualidad política y acaba de publicar, junto a un grupo de periodistas, Los presidenciales. Los hombres y las mujeres que aspiran a liderar el país (Aguilar), un libro que reúne 12 perfiles de los principales candidatos a la Presidencia de Colombia. “El pasado de los candidatos es un gran predictor del futuro”, dice León en una entrevista con elDiario.es para explicar las claves de las elecciones que se celebran este domingo 29, con el izquierdista Gustavo Petro como favorito para liderar la primera vuelta.
¿Conocer al político en campaña sirve para entender cómo será de presidente?
Nada ayuda tanto a predecir cómo será alguien en la presidencia como conocer su perfil. Cuando escribí el perfil de Juan Manuel Santos, pude anticipar que él intentaría concretar las negociaciones de paz con las FARC, algo que parecía impensable entonces. Eso porque Santos creía que había nacido para entrar a los anaqueles de la Historia. El pasado de los candidatos es un gran predictor del futuro. Y en este caso en particular, los cuatro candidatos que superan el margen de error fueron todos alcaldes, han gobernado, sabemos por dónde irán.
Hay un claro preferido para la elecciones de este domingo. ¿Por qué cree que Gustavo Petro ha conseguido una ventaja de unos 15 puntos sobre el segundo?
Pienso que hay varios factores. Uno es el péndulo que siempre ha tenido un gran efecto en América Latina, pero al que Colombia estaba sustraído por el conflicto armado que había con las FARC. La izquierda estaba completamente rezagada porque había como una asociación muy fácil entre “eres de izquierda, entonces eres guerrillero”. La desmovilización de las FARC convirtió a Colombia en un país más parecido al resto de América Latina. Pero también, el Gobierno de Iván Duque ha sido muy impopular. A esto se le suman los dos años de pandemia y el estallido social de 2019 que Gustavo Petro ha sabido capitalizar.
¿Gustavo Petro logra representar el espíritu emergente de las protestas?
Petro no solo ha conseguido encarnar ese gran deseo de cambio, de patear el tablero, de que no seguir en la misma línea. Las protestas también le dieron a él la organización social de la que carecía. Nosotros hemos hecho varias historias sobre cómo muchos de los jóvenes del paro que salieron a marchar se han organizado políticamente para difundir su mensaje, para movilizar a la gente. Por eso, el gran beneficiario en términos políticos de esas movilizaciones sociales ha sido Petro.
¿Qué cambió en Petro en comparación con la campaña de 2018?
Él ha hecho cosas diferentes en esta campaña. Ha tratado de jugar un papel muy difícil de manera muy hábil. El desafío ha sido desplegar propuestas que simbólicamente plantean una ruptura muy grande con el modelo económico que traemos pero sin asustar. El miedo que había usado el uribismo, este de que Petro es el castrochavismo, que terminaremos como Venezuela, es un fantasma que tiene menos dientes hoy en día.
Teniendo en cuenta que Petro evaluó la posibilidad de llevar un candidato moderado para la vicepresidencia, ¿cómo ve la decisión de elegir a Francia Márquez?
Petro no quería que fuera ella, por eso esperó hasta el último minuto. Francia le reduce la posibilidad de acercarse al centro. De hecho, lo primero que hizo Francia Márquez fue quemar puentes con el candidato César Gaviria, del Partido Liberal. Francia es un riesgo para Petro porque ella no va a ser su subalterna, pero después de esa votación masiva que tuvo en marzo ha sido imposible para Petro no nombrarla. Petro con Francia asegura un sector progresista, intelectual, de clase media alta, que si no estaría con Sergio Fajardo.
En estas presidenciales, a excepción de Ingrid Betancourt, vemos muchas caras masculinas. ¿Piensa que el movimiento feminista no logra todavía traducirse en propuestas electorales?
Sí, me sorprende porque siento que las mujeres en Colombia cada vez tienen una participación política más interesante y hay muchas que tenían posibilidades pero al final no llegaron. El hecho de que Fajardo, por ejemplo, no eligiera una mujer como vicepresidenta, me sorprendió. Tanto Fajardo como Federico “Fico” Gutiérrez, todos ellos optaron por la carta de la minoría étnica más que por la carta de las mujeres. Creo que, a diferencia de las presidenciales, en el Congreso llegaron muchas mujeres y muchas lo hicieron por sí mismas, no por ser las hermanas del tipo condenado, ni las herederas, sino con un un mérito propio.
Ingrid Betancourt retiró su candidatura hace unos días porque no superaba el 0,5% en intención de voto. ¿Qué pasó?
Ha sido un poco vergonzosa su participación. Me parece que buscó ubicarse como cacique iluminada que iba a ayudar a unir al centro, de manera desinteresada, pero tuvo unas vacaciones de las que volvió hecha otra persona, igual a la que era antes de ser secuestrada. Llegó y dinamitó el centro, que venía bastante averiado.
Ganar en primera vuelta, donde se necesita una mayoría absoluta, solo pasó una vez con Álvaro Uribe. ¿Existe la posibilidad de ese escenario?
Me parece bastante difícil que Petro gane en primera vuelta porque en ninguna encuesta está por encima del 40% y solo el 7% de la gente dice que Petro sería su segunda opción.
¿Cómo ve Petro ante una segunda vuelta?
Depende de con quién pase. Si pasa con Fico Gutiérrez no me parece complicado que gane porque seguramente Rodolfo Hernández termine por apoyar a Petro, aunque no sabemos si el electorado de Rodolfo, que es más de derecha pero antisistema, terminará votando por él. Yo creo que muchos de ellos no irán a votan.
Federico “Fico” Gutiérrez no fue la primera opción de Uribe pero hoy se ubica segundo en las encuestas. ¿Este candidato es garantía de continuidad para el uribismo?
Fico no llega ahí puesto por Uribe, en eso es una diferencia grande con Duque, pero sus ideas marcan una continuidad con las de Uribe en muchos sentidos. Fico cree que el narcotráfico es el causante de todos nuestros problemas, que si erradicamos la coca, descabezamos a los cabecillas de las disidencias, vamos a tener seguridad y prosperidad. También propone bajar los impuestos porque “si a los ricos les va bien, a todo el mundo le irá bien”: son todas recetas que se han venido aplicado en los últimos años.
¿Dónde queda ubicado Álvaro Uribe, el gran armador de la política colombiana, en esta elección?
Esta campaña es diferente a las anteriores porque Uribe no es el eje alrededor del cual se arma la coalición de derecha. De hecho, casi que están escondiendo a Uribe para que el candidato no tenga que cargar con su impopularidad. De alguna manera, Uribe ha movido muy hábilmente sus fichas para que no queden dudas de que su candidato es Fico. Uribe sabe que la única forma de ganar es con un candidato de centroderecha, Fico no le responderá como sí lo hizo Iván Duque, pero en el fondo representa los mismos intereses.
Sin embargo, no se puede descartar el pase a segunda vuelta de Rodolfo Hernández, que en 2016 ganó la Alcaldía de Bucaramanga cuando todas las encuestas le daban un 4%. ¿Puede ser Hernández la sorpresa del domingo?
Sí, Rodolfo puede ser una sorpresa. Toca ver qué tanto se mueve la maquinaria del uribismo para ayudar a Fico, teniendo en cuenta que su supervivencia, de ganar Rodolfo, estaría un poco en jaque. Rodolfo puede ser una sorpresa porque ha capturado a todo el uribismo popular, es decir, a la gente que votó por Uribe en las últimas dos elecciones, los electores de los estratos más bajos están con Rodolfo, porque él tiene un corte populista que va en contra de todos los políticos.
¿Adónde irán los votos de Hernández en una segunda vuelta?
Es difícil saberlo. Al menos entre la gente que nosotros hemos entrevistado, muchos dicen que no votarían por nadie si no gana él. Si me hubieras preguntado hace dos semanas, hubiera dicho que los votos de Rodolfo van a Petro en segunda vuelta, pero ahora no sé.
¿Podrían pasar de Hernández a Petro porque ambos representan un voto antisistema?
Sí, es un voto antisistema, pero de gente que las elecciones pasadas había votado por Duque, porque Uribe dijo que había que votar por él. Es un tipo de elector que esconde un deseo autoritario más que un posición ideológica. Para Petro, una segunda vuelta con Rodolfo es peor que con Fico.
Usted define en su libro a Sergio Fajardo como un “unicornio en la política” colombiana, ¿qué es eso?
Fajardo es una persona muy rara en la política colombiana porque no es transaccional. Es decir, es una persona que gobierna por principios y que vive su vida de acuerdo a unos principios. No cree en las transacciones. Lo que digo en el libro es que a Fajardo lo define el hecho de ser un matemático, que más que ganar lo que quiere es comprobar una teoría, una ecuación que él tiene en su cabeza, y su ecuación es que es posible ganar elecciones sin transigir, sin hacer componendas políticas. Eso es lo raro.
¿Por qué cree que no logró despegar la candidatura de Fajardo?
Me parece que responde a que Fajardo desde 2018 desapareció del escenario. En momentos clave del país, como en las marchas de parados, brilló por su ausencia. Petro hizo una campaña efectiva para destruir a Fajardo. Petro sabía que lo tenía que destruir, si no, él no tenía ninguna posibilidad. Por otro lado, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, que era una aliada clave, ha tenido una gestión mucho menos esperanzadora de lo que parecía.
¿Hay alternativa de centro en Colombia?
Yo creo que el centro entró en crisis. La definición de centro que personajes como Fajardo tenían, esto de que “no somos ni Petro ni Uribe”, no fue suficiente. Después, llegó Alejandro Gaviria, y eso los destruyó por dentro también, porque eran dos definiciones del centro en competencia. Y después Ingrid... Todos ellos tenían la idea de que eran las personas capaces de unir a Colombia, pero no eran capaces de unirse ni ellos mismos.
Un grupo de legisladores colombianos alertaron sobre posibles actos de violencia el día de las elecciones, después de que Petro denunciara haber recibido amenazas de muerte, en un país donde desde 1987 han asesinado en campaña a cuatro candidatos presidenciales. ¿Puede pasar algo así el domingo?
En Colombia pueden pasar cualquier cosa, descartarlo de plano sería ingenuo. Pero me parece que el establishment le tiene más miedo a la revolución que habría si matan a Petro que a Petro mismo. No creo en ese riesgo, realmente no lo veo probable, pero sí creo que si llega a ganar por poca diferencia en segunda vuelta, el uribismo puede decir que hubo fraude y lo mismo desde la derecha. Me parece que vienen intentando poner en duda al registrador, diciendo que va a favorecer a Petro.
No es usual en la política colombiana poner en duda la confianza en las instituciones electorales. ¿Qué ha pasado?
Pues Petro siempre dice que le van a hacer fraude, siempre lo ha dicho desde 2010, pero que lo diga Andrés Pastrana, que lo ponga en duda el propio expresidente de la República, pues es un escándalo.